martes, 23 de abril de 2013

[TwoShot] Eres tú (Part. II)


Capitulo 2

Se había hecho un silencio pesado y sofocante. Yuto lo miraba expectante, curioso, esperando por una respuesta, sin embargo Ryosuke no sabía que respuesta debía darle.
-¿Cómo sabes su nombre?-
Logró preguntar Yamada.
-No, no, no, nada de preguntas, solo responde y entonces yo responderé-
Estaba jugando con él, era obvio, solo buscaba divertirse y eso definitivamente no se lo iba a permitir.
-Tengo que irme-
Dijo al mismo tiempo que se ponía de pie, por su mente lo único que cruzó fue la idea de escapar y fue exactamente lo que hizo, dejó dinero sobre la mesa y salió del restaurante, para su fortuna Nakajima no lo siguió.

Despertó al sentir un vacío a su lado, abrió lentamente los ojos y buscó a su acompañante. Se reincorporó y miró a su alrededor hasta que lo encontró detrás del escritorio, rodeado de hojas mientras parecía hacer cálculos extraños en voz baja.
-Tenemos sexo y lo primero que haces después es ¿tarea?-
Dijo Yabu mientras se ponía su ropa interior y buscaba su pantalón.
-Tengo que terminar esto hoy, no podía esperar a que despertaras para comenzar mis deberes-
Se burló Inoo sin apartar la mirada de lo que hacía.
-Si, ya me di cuenta. ¿Qué hora es?-
Preguntó Yabu mientras se rascaba la cabeza con pereza.
-Las siete-
-¿De verdad?-
-Bueno, faltan dos minutos-
Dijo Inoo con una sonrisa burlona.
-Tengo que irme-
Yabu se vistió de prisa y acomodó su desordenado cabello.
-¿Verás a alguien más?-
Preguntó Inoo con un resentimiento oculto.
-Si-
Dijo Yabu con naturalidad mientras sonreía. Inoo levantó la mirada solo para toparse con el rostro de Yabu muy cerca del suyo, no supo en que momento se acercó a él.
-A mi jefe y a montones de clientes, ya sabes, tu haces dibujos bonitos mientras yo trabajo-
Dicho esto depositó un rápido beso sobre los labios de Inoo, le sonrió y se alejó.
-No son dibujos bonitos-
Reprochó Inoo mientras trataba de ocultar su sonrojado rostro.
-Te veré mañana-
Se despidió Yabu antes de dirigirse a la puerta, no sin antes regalarle una coqueta sonrisa.
Cuando estuvo solo, dejó a un lado todos sus cálculos, se recargó por completo en el respaldo de la silla y cerró los ojos.
-¿Cuánto más durara este juego para ti?-
Suspiró y se quedó así, pensando, recordando cada beso, cada caricia, la esencia de Yabu, guardando todo muy bien en su memoria y en su corazón.

Las horas pasaron tan lentas que parecía que el día jamás terminaría, hasta que al fin llegó la hora de salir del trabajo.
Se despidió y salió con cuidado, esperado tal vez encontrarse con Nakajima en algún rincón, pero al parecer eso no iba a ocurrir, así que después de unos minutos pudo caminar con tranquilidad.
-¡Yamada!-
Sabía bien de quien era esa voz, aun sentía el mismo revoltijo con tan solo escuchar su voz.
Miró a su alrededor y lo encontró del otro lado de la calle, haciéndole señales con las manos extendidas mientras le sonreía como siempre.
-Takaki…-
Dijo en voz baja, le sonrió y se dispuso a cruzar la calle cuando de pronto escuchó algo detrás de él.
-¿Así que él es Takaki? Interesante…-
Se giró rápidamente y vio a Nakajima a su lado.
-¿Qué haces aquí?-
Le preguntó con agresividad.
-Te estaba esperando y te adelantaste así que te seguí. ¿No vas a ir con él? Te esta mirando y parece que te espera, aunque si quiere hablar contigo bien puede venir el también-
Dijo Nakajima mientras observaba a Takaki y luego miraba a Yamada.
-¡No te metas!-
Yamada lucía más frío y serio, aquello era extraño pero solo despertaba más su interés en saber.
-Bien, ya podemos cruzar-
Fue así que Yuto lo tomó del brazo y ambos cruzaron la calle hasta llegar frente a Takaki.
Ryosuke no pudo evitar el sentirse avergonzado al estar frente a Takaki, al grado de no encontrar las palabras adecuadas para saludarlo de forma natural.
-¡Hola!-
Saludó Takaki mientras le sonreía a Yamada, después notó la presencia de Nakajima y lo miró fijamente.
-Mucho gusto, mi nombre es Nakajima Yuto-
Se presentó el mismo ya que Yamada parecía estar absorto en sus pensamientos o algo. Y es que era inevitable, no sabía como debía presentar a Yuto, no era su amigo, simples conocidos, pero no podía explicarle al mayor la forma en la que lo había conocido.
-¿Es tu amigo?-
Preguntó Takaki mientras buscaba la mirada de Yamada.
-¿Eh? Ah… mas o menos-
Respondió Yamada mientras miraba a Nakajima con cierto resentimiento.
-¡Que bien! Hace mucho que no salimos juntos, justo estoy esperando a Yuri, ¿Quieren venir al cine con nosotros? Será divertido-
Sugirió Takaki con entusiasmo.
Yamada miró a Nakajima, después a Takaki. No podía aceptar, lo único que quería era alejarse de ambos y encerrarse en su departamento sin saber nada de nadie.
-Me parece una buena idea-
Dijo Yuto rápidamente. Ryosuke no supo negarse, después de todo estaba más ocupado en su intensión de mantener su imagen tranquila y relajada frente a Takaki.
-Ahí viene-
Tras lo que dijo Takaki, Yamada y Nakajima se giraron y observaron como un chico de estatura baja, piel blanca y cabello negro se acercaba tranquilamente hacia ellos.
-Yuri, él es Yamada y su amigo Nakajima-
-Mucho gusto, mi nombre es Chinen Yuri-
Se presentó el bajito.
-Mucho gusto-
Dijeron Yuto y Ryosuke al mismo tiempo.
-Les dije que sería buena idea que vinieran con nosotros al cine, así sería más divertido-
-¡Claro! ¡Como una cita doble!-
Exclamó Chinen con entusiasmo.
-Es verdad-
Dijo Nakajima mientras sonreía. Para Ryosuke fue sorprendente verlo sonreír tan amable y social, como si fuese una persona completamente diferente a lo que había conocido, sin embargo estaba consiente de que los estaba engañando.
-Ah… pero una cita doble es cuando dos parejas salen…-
Comentó Yamada con cierta timidez.
-¿Ustedes no son pareja?-
Preguntó Chinen con asombro.
-Son amigos-
Le respondió Takaki con una sonrisa.
-Pero eso no debe ser impedimento para divertirnos los cuatro-
Dijo Yuto con entusiasmo, algo que siguió pareciéndole extraño a Ryosuke, seguramente el alto quería inmiscuirse para descubrir por el mismo la pregunta que no le respondió, aquello le pareció de tan mal gusto que deseó golpearlo, sin embargo no podía hacerlo, no delante de Takaki.

Fue una tarde cansada, agotadora, tener que fingir que se llevaba bien con Nakajima y al mismo tiempo evitar que se enterará de lo que sentía por Takaki fue difícil.
-Tus amigos son divertidos-
Le dijo Yuto mientras caminaban de regreso rumbo al subterráneo.
-¿Ah si?-
Fue lo único que Ryosuke dijo, no pensaba entablar más conversación con él.
-Aunque, si no mal recuerdo, al bajito lo acabas de conocer hoy-
-Si-
Respondió distante, mirando a su alrededor sin prestarle verdadera atención a Yuto.
-Creo que ya entiendo-
Sin importarle aquel comentario, Ryosuke continuó caminando, ignorándolo por completo, hasta que de pronto.
-Ese tal Takaki te gusta, ¿Cierto?-
Ryosuke se detuvo en seco y miró a Yuto, el cual esbozaba una sonrisa burlona.
-¿Estoy en lo correcto?-
-Eso es algo que no te interesa-
Dijo rápidamente mientras intentaba mantener la calma y seguir con la misma actitud, aunque para Yuto fue más que evidente su nerviosismo, lo cual lo hizo querer indagar más.
-Te gusta y por eso dijiste su nombre, que curioso-
De pronto, Ryosuke se detuvo en seco y encaró a Yuto.
-¿Me vas a decir de una vez lo que pasó o seguirás divirtiéndote?-
Yuto no respondió, solo observó a Ryosuke fijamente, como si lo analizara, pensando en que sería indicado decir, tal vez para seguir el juego o solo para molestarlo.
-¿Qué te imaginas que pasó?-
Le preguntó mientras se cruzaba de brazos y lo miraba con cierto interés. Mientras que Ryosuke enrojeció inmediatamente y el valor que había mostrado desapareció, mostrándose ahora tímido y avergonzado.
-Ah… ah… pues… por eso te… te estoy preguntando…-
-Sin embargo debes imaginar algo, además, dudo que hayas estado tan ebrio, para mi que sabías bien lo que estabas haciendo, ¿No será que te quieres hacer el inocente a propósito solo para que vuelva a suceder?-
Yuto se acercaba provocativamente a él, mirándolo fijamente y sonriendo con ese aire de grandeza. Ryosuke no pudo ocultar su sonrojo tan violento, era imposible.
-¿Quieres decir que tu y yo…-
-¿No te atreves a decirlo?-
Ryosuke tragó saliva, miró al suelo ya que la forma en la que Yuto lo miraba lo estaba intimidando demasiado y lo dejaba sin habla.
-¿Me estas queriendo decir que… tu y yo… nos…-
-Abusaste de mi-
Se adelantó Yuto, alejándose un poco de Ryosuke y cambiando su expresión dominante a una más seria.
Con asombro, Ryosuke levantó la mirada rápidamente.
-¿Yo hice qué?-
Preguntó como si la respuesta fuese a cambiar de repente, pero no fue así. Nakajima se cruzó de brazos y sin más dijo.
-Me violaste-
Ryosuke parpadeó aún incrédulo.
-¿Te refieres a que yo te… hice cosas?-
Yuto solo asintió con la cabeza y comenzó a caminar.
-Pero… eso no puede ser posible-
Dijo Ryosuke mientras lo seguía, intentando asimilar lo que Yuto había dicho tan tranquilamente.
-Yo… soy virgen, se supone que lo haría con alguien a quien quisiera y no con un desconocido… y ahora resulta que ese desconocido me hizo suyo… eso no puede ser verdad-
De pronto, Yuto se detuvo, miró a Ryosuke y le dijo.
-No es verdad-
Ryosuke lo miró sorprendido, sintió un ligero alivio que de inmediato fue aplastado sin piedad por Yuto.
-Tú abusaste de mi, yo era virgen-
Los ojos de Ryosuke se abrieron de par en par, parecía no querer entender a lo que Yuto se refería.
-¿Entiendes o te lo tengo que explicar?-
Preguntó Yuto.
-Ah… te refieres a que yo…-
-Dilo-
El estomago de Ryosuke se revolvió al grado de sentir que vomitaría en cualquier momento, no estaba preparado para semejante noticia.
-Si no lo dices tendré que contarte los detalles-
Aquello sonaba como una amenaza, pero Ryosuke no fue capaz de sentirlo así, no sabía que decir, ni siquiera podía procesar lo que Yuto lo acababa de decir y mucho menos decirlo tal cual.
-Bien, te lo explicaré todo, pero no aquí-
Fue en ese momento que Yuto le hizo la parada a un taxi, abrió la puerta y metió a Ryosuke el cual al parecer no notó lo que sucedía ya que continuaba en un estado de shock.

Terminó sus pendientes y se levantó de aquella silla, fue a la cocina y tomó la única taza que había en la pequeña vitrina, pensaba en tomar un café antes de ir a dormir cuando algo lo sorprendió, había un pedazo de papel dentro de la taza. Lo tomó, desdobló y leyó.
“En lugar de café, deberías venir a tomar un trago, yo invito. Kota”
Aquello fue suficiente para que una sonrisa se dibujara en su rostro, dejó la taza en su lugar y guardó la nota en su bolsillo.
-Debo ser un tonto-
Se dijo al cerrar la puerta de su departamento, suspiró y sin más emprendió el camino hacía el único lugar en donde sabía que lo encontraría.
Era un pequeño bar, nada ostentoso, con poca gente y buena música. Miró hacia la barra y ahí estaba, preparando un par de bebidas para una pareja de novios que al parecer conversaban con él. Tímidamente se acercó y espero a que Yabu se desocupara para así poder saludarlo.
-Así que decidiste rechazar el café-
Le dijo Yabu con una sonrisa burlona.
-Solo por hoy, no creas que será siempre-
Respondió Inoo mientras le sonreía.
-Hay algo nuevo que apuesto te gustará, espera-
Dicho esto, Yabu se giró y comenzó a preparar una bebida. Inoo lo observó con curiosidad, era interesante verlo trabajar tan tranquilo, seguro de cada movimiento, de todo lo que tomaba para agregar a la bebida, como si aquello formara parte de su vida.
-Prueba-
Le dijo Yabu mientras le servía, Inoo tomó la copa y bebió, era dulce mezclado con un sabor a licor muy suave.
-¿Qué es?-
Preguntó curioso.
-Es un secreto, lo acabo de inventar y eres el primero en probarlo, después de que se lo presente al jefe, si lo acepta, tú elegirás el nombre-
Aquello hizo que las mejillas de Inoo se ruborizaban, sin embargo no podía tomarlo tan en serio, después de todo era Yabu, lo conocía perfectamente por lo cual estaba consiente de que aquello no debía significar mucho.
-Deberías dejar la universidad y dedicarte por completo a esto-
Dijo Inoo para cambiar el tema y la atmosfera.
-Bueno, la universidad me entretiene, ya veré la forma de sacarle provecho a ambas cosas-
-Seguramente solo vas para “divertirte” con cualquiera-
Bromeó Inoo mientras bebía otro poco.
-Hace mucho que no hago eso, últimamente solo me “divierto” contigo-
Yabu se recargó en la barra para así poder estar más cerca del rostro de Inoo.
-Eso no lo puedes creer ni tú-
Parecía seguir bromeando, hasta que miró a Yabu y al notar su mirada seria, sintió una punzada en el pecho, pero para disimular su sorpresa tomó otro trago, esta vez más grande.
-Con calma, si te pones ebrio no podré llevarte a casa-
Le dijo Yabu mientras se alejaba un poco.
-Es tú culpa por decir semejantes disparates-
-No son disparates-
Dijo Yabu con seriedad, fue entonces que atendió a otra persona y la conversación tuvo que detenerse ahí, sin embargo Inoo sentía algo extraño, diferente y aún así quería negarse a ver más allá.

-Entra-
Dijo Yuto mientras abría la puerta de un departamento el cual tenía su nombre en la placa.
-¿Qué hacemos aquí?-
Preguntó Ryosuke aún sin atreverse a entrar, después de todo no estaba seguro de lo que podría suceder si entraba y se quedaba a solas con él.
-¿Quieres detalles no? No creo que te los pueda contar en alguna cafetería o lugar público, al menos me gusta ser discreto con esas cosas-
Yuto seguía esperando a que Ryosuke entrara, pero eso no sucedió.
-Sabes… creo que lo dejaremos para otra ocasión, tengo que irme-
Sin más, Ryosuke dio media vuelta y se dispuso a marcharse, pero Yuto solo le dijo.
-¿No eras tú quien insistía en saber? Bien, ahora voy a decirte todo así que no puedes marcharte así-
-Me siento cansado, volveré después-
Fue lo único que dijo Ryosuke, continuó con su camino y en lugar de ir al elevador optó por las escaleras, lo único que deseaba era estar en casa lo antes posible.

Al estar solo se recostó sobre su cama, cerro los ojos e intentó concentrarse en cada detalle que hubiese en su cabeza sobre esa noche, eran imágenes borrosas pero necesitaba recordarlas.
“Unos labios sobre los suyos temían ser besados, estaba semidesnudo, jadeaba, escuchaba gemidos, como unas manos se aferraban a su espalda, giros, como si su cuerpo rodara sobre la cama”
Abrió los ojos de golpe y se reincorporó al instante.
-¿Qué hice?... ¿Qué…-
Ryosuke estaba asustado, desconocía esa parte de él. Se llevó las manos al rostro y escuchó en su mente una voz.
“-Quédate a mi lado-“
Confundido, se levantó y fue a la cocina, se preparó un té, bebió un poco y respiró profundo. Ya no pudo recordar más así que solo trató de despejar su mente, ya no quería pensar en nada más.

Miró su reloj, ya era tarde así que terminó su bebida, se puso de pie y le dijo a Yabu.
-Nos vemos, tengo que irme-
-Espera, ya casi termina mi turno, dame cinco minutos-
Inoo lo miró confundido, normalmente Yabu trabajaba hasta más tarde, sin embargo lo esperó afuera.
-¿Nos vamos?-
Preguntó Yabu con una sonrisa.
-Si, supongo que tomarás el subterráneo ¿No?-
-A esta hora ya no hay trenes, además tu departamento esta más cerca-
-¿Así que te quieres quedar esta noche?-
Yabu no respondió, tan solo continuó caminando. Inoo lo miró detenidamente pero ya no quiso cuestionarlo más así que le dio alcance.
-¿Qué piensas de mi?-
Preguntó Yabu repentinamente.
-Nada en especial-
Respondió Inoo rápidamente.
-¿Nada en especial? ¿Eso es todo lo que vas a decirme?-
-¿Por qué?-
Yabu sonrió, tomó a Inoo de los hombros y le dijo.
-¿No estás cansado de creer que eres solo un juguete sexual para mi?-
Los ojos de Inoo se abrieron con sorpresa, no supo que responder, era exactamente lo que siempre había creído y dudaba que Yabu lo supiera tal cual.
-Ah…-
-Lo sé, para mi eres tan transparente-
-¿Qué no es así?-
Preguntó Inoo mientras desviaba la mirada.
-Lo fue en un principio, pero honestamente solo fue un pretexto-
Inoo miró a Yabu y este continuaba sonriéndole.
-Siendo tan inteligente me sorprende que no lo supieras-
Se hizo un silencio, Inoo trataba de asimilar cada palabra que Yabu pronunciaba, cuando de pronto el mayor lo besó tiernamente.
-¿No crees que es momento de hacer las cosas serias?-
Ante la pregunta de Yabu, sus mejillas se sonrojaron y con dificultad logró tragar saliva.
-¿Cómo te lo digo para que reacciones?-
-Estoy tratando de entenderte…-
Le respondió Inoo con dificultad y vergüenza.
-No creo que necesites pensarlo mucho, después de todo para mi es bastante claro lo que sientes por mi-
Yabu lo abrazó y acarició su cabeza.
-Pero yo no sé con claridad lo que tu sientes por mi… de repente me dices estas cosas y no sé que pensar…-
-¿Acaso alguien tan inteligente como tú requiere una explicación mía?-
-Solo quiero que lo digas sin rodeos-
Inoo se alejó un poco de Yabu y lo miró expectante.
-De acuerdo, te gusta el método tradicional ¿Cierto?-
Inoo asintió. Yabu suspiró, lo miró a los ojos y le dijo.
-Te amo-
-¿Lo dices en serio?-
Preguntó Inoo con temor.
-¿Cuándo me has escuchado bromear al respecto?-
-Nunca… creo-
Yabu soltó una pequeña carcajada.
-¡No dudes de mi! Lo digo muy en serio, y tal vez no estas para saberlo pero es la primera vez que se lo digo a alguien-
Inoo lo miró fijamente, sonrió y lo abrazó de nuevo, esta vez rodeando el cuello del mayor con sus brazos.
-Aun creo que es una de tus bromas tontas-
-Entonces, me encargaré de demostrártelo día a día-
Le dijo Yabu mientras rodeaba su cintura y lo abrazaba con fuerza. Después de un rato emprendieron el camino, tomados de la mano y con una sonrisa dibujada en el rostro.

Salió de su departamento muy temprano y emprendió aquel camino que sin lugar a dudas no había olvidado. Cuando llegó al edificio subió por las escaleras, se sentía nervioso, las piernas le temblaban.
Tocó el timbre pero no hubo respuesta alguna.
-¿Se habrá ido?-
Miró a su alrededor, todo estaba muy tranquilo, ni siquiera podía percibir ruido alguno dentro del departamento. Fue entonces que levantó su mano e intentó abrir la puerta, la cual abrió sin dificultades.
Entró tímidamente y cerró la puerta tras de si.
-¿Estás ahí?-
Preguntó mientras miraba a su alrededor, y caminaba lentamente intentando ver a Nakajima.
-No hay nadie…-
Murmuró mientras miraba a su alrededor, de pronto escuchó un ruido, una puerta se abrió y de aquella habitación salió Nakajima, quien lucía adormilado.
-¿Qué haces aquí?-
Preguntó el alto.
-Ah… bueno… toqué el timbre y como no respondiste entré ya que la puerta estaba abierta. ¿Sabes que eso es peligroso?-
-Si, es peligroso que tu entres en mi departamento así-
Yamada parpadeó confundido.
-¿Yo?-
Nakajima lo miró y le hizo una mueca.
-¿Acaso no estás aquí porque ya lo recordaste todo?-
Yamada negó con la cabeza.
-No he recodado todo… solo unas partes pero todo es borroso-
-Pues a mi me pareció que sabías bien lo que hacías-
Dijo Nakajima mientras caminaba hacia la cocina.
-¿Quieres un café?-
Le preguntó mientras preparaba el café en la cafetera.
-No, gracias-
-¿Y bien? ¿Quieres que te cuente todo?-
-No… no precisamente, solo creo que… lo que dijiste… de lo que yo te hice… parece ser verdad…-
Dijo Yamada con el rostro completamente rojo, mientras evitaba ver a Nakajima a los ojos.
-Si, lo es, al menos no vas a intentar negarlo-
-Solo hay algo que no me queda claro-
Nakajima tomo asiento en el comedor y con un gesto invitó a que Yamada también se sentara.
-¿Qué no te queda claro?-
-Cuando intentaba recordar, las palabras “Quédate a mi lado” aparecieron como un suave murmullo… ¿Acaso tu…-
Yamada miraba a Nakajima con curiosidad mientras este tomaba de su café y sin lugar a dudas logró ver un leve sonrojo en sus mejillas.
-Creí que no recordabas casi nada-
Nakajima intentaba mantener su rostro oculto.
-Esas palabras están dentro de lo poco que recuerdo, ¿Qué pasó exactamente?-
Por alguna extraña razón, Ryosuke estaba intrigado, además, no podía negar que el rostro sonrojado de Yuto era tierno, muy diferente a como siempre se mostraba.
Yuto no decía nada, fue entonces que Ryosuke preguntó.
-¿Tu dijiste eso? “Quédate a mi lado” ¿Lo dijiste tu, cierto?-
Silencio, no hubo respuesta.
-Esa noche… ¿Fue la primera vez que me viste, no?-
Yuto solo lo miró serio, sin responder, pero eso fue suficiente para que Yamada entendiera lo que esa mirada significaba.
-¿Desde cuando me conoces?-
Nakajima suspiró, por fin bajó la taza de café y miró hacia la ventana que había detrás de él.
-Desde el año pasado-
Ryosuke observó atento y espero a escuchar lo que Yuto tenía por decir.
-Solo te observaba a lo lejos, si bien no eres mi tipo, desde que te vi hubo algo en ti que llamó mi atención, no sé explicarlo-
En ese momento Yuto se puso de pie, caminó hacia aquella ventana y siguió contando.
“Muchas veces me topaba contigo, pero tu siempre ibas acompañado por alguien, siempre sonreías. Poco a poco comencé a buscarte con la mirada sin darme cuenta, me sentía como un tonto y trataba de no darle importancia.
Una ocasión tenía que ir a la biblioteca, en lo personal odio esos lugares tan silenciosos y ordenados, así que busqué una mesa alejada, tenía que terminar un reporte para la siguiente clase cuando de pronto te vi, estabas dormido sobre un libro de inglés, sintiéndome atraído, me acerque y te observé de cerca, fue entonces cuando te escuché murmurar “Takaki”. Imaginé que se trataba de la persona que te gustaba, me sentí extraño, como si experimentara un dolor diferente a la tristeza, poco después supuse que así debe ser la decepción. Traté de que todo pasara, seguí con mi vida, pero después resulta que estamos en las mismas clases y resultó más difícil para mi dejar de observarte. Sé que te distraes con facilidad y que en los exámenes tienes la manía de morder la goma de tu lápiz, te pones tan nervioso que tus manos sudan y con frecuencia las frotas en tu pantalón. Hasta la noche de aquella fiesta había sido un simple observador, nos presentaron formalmente y no pude más que mostrarme serio contigo, no sabía que más hacer, supongo que eso es una especie de nerviosismo.
Después de que tomaste de más, te llevé al hotel mientras Inoo levaba a Yabu, pensaba dejarte en una habitación y yo irme a otra pero de pronto… me besaste… no supe como reaccionar, fue algo que jamás pensé que fuese a suceder entre nosotros, pero que sin lugar a dudas, despertó algo en mi. Tu llevabas el ritmo, haciéndome sentir que en verdad deseabas estar conmigo, así que… te lo permití. Desafortunadamente al día siguiente no recordabas nada, pero pensé que no podía permitirte escapar así y aparentar que nada había sucedido, es por eso que te seguí y te molesté todo el día… tienes algo… no sé explicarlo solo sé que… eres tú”
Yuto terminó de hablar, Ryosuke estaba sin aliento.
-Eso fue lo que pasó, eran los detalles que debía contarte a como diera lugar, sin embargo, supongo que imaginaste otra clase de detalles-
Ryosuke tragó saliva.
-Todo este tiempo tú… ya me conocías y yo… no me había dado cuenta-
-Es por eso que no puedo reclamarte nada, lo que pasó esa noche significó algo diferente para mi, pude ver las cosas con más claridad… por eso… dije aquello… creí que estabas dormido-
De nuevo las mejillas de Nakajima estaban rojas, seguía siendo adorable ver aquello.
-Por eso sabes el nombre de Takaki… y yo pensando otras cosas…-
Dijo Ryosuke en voz baja.
-Tienes la mente muy sucia, pero no me sorprende después de aquello-
Le dijo Yuto mientras le sonreía.
-Yo… yo no soy así…-
Trató de defenderse, pero fue inútil.
-Quiero tomar aquello como tu verdadera personalidad, pero creo que todo sería mejor si no estuvieses ebrio, tal vez la próxima vez-
Ryosuke se sonrojo por completo ante las palabras de Yuto.
-¡¿La próxima vez?!-
-Claro, si tu quieres-
Yuto le guiñó un ojo y volvió a tomar asiento.
-N-no, no lo creo… a m ya me gusta alguien…-
La voz de Ryosuke era débil, como si dudara.
-¿Aún te gusta ese tal Takaki?-
Ryosuke no respondió, ya no conocía la respuesta… ¿Por qué?.
-Puede sonar precipitado, pero sé bien que yo puedo hacerte feliz, completamente-
¿Qué era aquello? ¿Una declaración? ¿De verdad? ¿Después de tanto lío? No podía creerlo, era demasiado increíble, además… se supone que Nakajima no le agradaba, lo detestaba por su forma de ser tan frívola y egoísta… ¿Acaso el no era así?
-Sé que suelo ser egoísta y caprichoso, pero he de aceptar que contigo exageré esas cualidades-
-Ah… ¿Exageraste?-
-Solo luchaba desesperadamente para tener tu completa atención-
Ryosuke desvió la mirada y trató de aclarar su mente.
-No me tienes que responder ahora, tal vez, para empezar puedas darme la oportunidad de mostrarte como soy en realidad ¿Qué dices?-
Yuto lucía tranquilo, esperanzado, y sin embargo había cierto anhelo desesperado en su voz.
-Yo… estoy confundido…-
Ryosuke continuaba con la mirada fija en el suelo, cuando de pronto, sintió unas manos tomar su rostro y tuvo de frente y muy cerca el rostro de Yuto.
-Puedo entender como te sientes, todo esta sucediendo de una manera precipitada, pero siento que debo tenerte a mi lado, a como de lugar-
Ryosuke se sorprendió pero no tuvo oportunidad de decir nada, los labios de Yuto se posaron sobre los suyos y lo besaron con ternura, delicadeza. Era irresistible no responder, fue una respuesta tan inmediata cuando cerro sus ojos e instintivamente respondió a aquel beso que continuaba sin asimilar si aquello estaba sucediendo de verdad.
Esos labios, ese aroma, todo en Yuto tenía algo que lo transformaba, lo hacía sentir de otra forma, aquella sensación también la percibió esa noche, ahora lo recordaba con más claridad.
Tomó el cuello de Yuto con una mano y aquel beso se intensificó, ya no fue solo un delicado roce, sus bocas se mezclaban entre sí al mismo tiempo que sus lenguas parecían jugar una con la otra. Yamada acariciaba el cuello de Nakajima, haciéndolo suspirar, sentía que estaba tomando el control y no se iba a detener.
Después de unos minutos se detuvieron y se miraron fijamente, con los ojos cristalinos y una respiración pausada.
En ese instante todo lo demás que estaba en su mente desapareció, solo podía ver y pensar en Yuto, ni siquiera tenía intenciones de recordar lo que sentía por Takaki, era muy curioso, pero en esos momentos no quería indagar más en eso. Se estaba llenando de un sentimiento más fuerte que él,  estaba seguro de que nunca le había pasado algo similar, sin lugar a dudas deseaba continuar, sentir más ese delgado cuerpo que tenía enfrente y continuar embriagándose con aquel aroma.
-¿Qué me has hecho?-
Le preguntó Ryosuke a Yuto, este pareció no comprender.
-Lo que sea que hayas hecho en mi, en este momento va a tener sus consecuencias-
De inmediato Yamada tomó el rostro de Nakajima y lo besó sin más, esta vez el beso fue salvaje, anhelante, un beso que pedía ir a la cama.

Tal parecía que todo se repetiría, se besaban con intensidad, acariciaban sus cuerpos y poco a poco se despojaron de sus ropas mientras caminaban hacia la habitación. Fue en ese momento que Yamada se sintió dominante, ahora podía comprender porque ya lo había hecho una vez, todo en Yuto lo invitaba a hacerle cualquier cosa y eso estaba por hacer.
Para Yuto, el sentir el dominio de Ryosuke fue natural, ya era la segunda vez que sentía que solo debía dejarse llevar y sentir como el mayor lo tomaba, la sensación de tener que ceder ante cada caricia, ante cada beso, era tan exquisita que solo podía cerrar los ojos y disfrutar.
Tener a Yuto desnudo, completamente a su merced, lo hizo desear saborear cada parte de su cuerpo, y eso hizo. Besó su cuello, lamió su pechó, jugueteó con sus pezones, continuó el camino hacia su parte íntima y sin esperar más, introdujo aquel erecto miembro en su boca. Gemidos, uno tras otro, era lo que salía de la boca de Yuto mientras se aferraba a las sabanas, sin lugar a dudas era mucho mejor que la primera vez.
Ryosuke continuó succionando de aquel miembro, jugueteando con la punta, lamiendo alrededor hasta que el blanco líquido salió y se desbordó por su boca, al mismo tiempo, Yuto gimió con fuerza. Ryosuke se acercó a su rostro, lamió sus labios y sonrió.
-¿Por qué siento que puedo hacerte mío sin preguntar?-
Yuto abrió los ojos, sonrió y dijo.
-No lo sé, pero no voy a detenerte-
Dicho esto, abrió las piernas, deseaba poder sentir más. Ryosuke sonrió como jamás lo había hecho, como si en ese momento fuese otra persona, poseído por completo por aquel deseo.
Se posicionó y acercó la punta de su erecto miembro a la entrada de Nakajima. Lo miró expectante, pensando que tal vez se negaría, pero no fue así, al contrario, al parecer lo estaba anhelando. Sin más, comenzó a penetrarlo, aquello fue tan exquisito, sentir las estrechas paredes de Yuto apresar su erecto miembro, excitándolo hasta querer perder la cabeza.
Al acostumbrarse a aquella intromisión, comenzó a desear más, así que sus caderas comenzaron a moverse, al mismo tiempo que rodeaba la cintura de Ryosuke con ambas piernas.
Yuto lo tomó del cuello con sus largos brazos y lo acercó a el. Ryosuke se apoyó en la cabecera de la cama y comenzó a penetrarlo lentamente hasta que el ritmo fue aumentando. Gemidos que poco a poco se convertían en gritos llenos de placer, éxtasis.
Antes de sentir el máximo placer Ryosuke sacó su miembro y antes de que Yuto pudiera quejarse, tomó su cintura y logró que se girara, esta vez poniéndolo en cuatro, al perecer Nakajima cooperaba ante cada movimiento y eso lo satisfacía. Continuó penetrándolo cada vez a un ritmo más acelerado. Cambiaron de posición una y otra vez, un orgasmo no parecía ser suficiente, iban por más y más. Sus cuerpos, bañados en sudor, su respiración agitada al máximo, sus gargantas lastimadas de tanto gemir y gritar. Un último movimiento y llegarían a su limite. Yuto estaba recostado de lado mientras Ryosuke, detrás de él, lo penetraba a un ritmo acelerado mientras lo masturbaba. Poco después ambos se corrieron, Yuto en la mano de Ryosuke y éste en el interior de Yuto una vez más.

Cansados, se recostaron e instintivamente se abrazaron, notando que sus cuerpos se acoplaban perfectamente el uno con el otro.
-No puedo evitar el sentir curiosidad por algo-
Dijo Yuto mientras intentaba no quedarse dormido aún.
-¿Qué?-
-¿De quien aprendiste tanto? Por que estoy seguro de que ya lo habías hecho antes-
Ryosuke se reincorporó, recargó su peso sobre sus codos y miró de cerca el rostro de Yuto. Instintivamente lo acaricio, removiendo los cabellos que se había pegado a su frente debido al sudor.
-Jamás lo había hecho, tu eres el primero-
-Pero tu dijiste que llevabas una lista…-
Ryosuke sonrió y Yuto pareció entender.
-Claro, debí suponerlo, mentiste tan fácil-
-No fue intencional, solo lo dije para sacarte la verdad-
-Entonces, ¿Cómo explicas semejante habilidad?-
Preguntó Yuto. Ryosuke se sonrojó y solo respondió.
-No lo se… solo… fue natural-
Yuto sonrió, acarició su rostro y besó su mejilla.
-¿Piensas en Takaki ahora?-
Ryosuke negó con la cabeza y sonrió.
-¿Crees poder dejar de pensar en él y… pensar solo en mi?-
Yuto lucía esperanzado, un brillo especial en su mirada sobresalió rápidamente y Ryosuke sintió su corazón agitarse en ese instante.
-Ya lo hago ahora-
Dicho esto se acercó al rostro de Yuto y lo besó con ternura. Ambos se miraron, sonrieron y Ryosuke se acomodó de nuevo en la cama hasta quedarse profundamente dormido.

Todo había sido tan extraño, precipitado. A pesar de que entró en su vida de una forma tan precipitada. Que todo sucedió gracias a que accedió a ir a aquella fiesta, tomar de más y perder la conciencia. Pero claro, era natural, estaba seguro que desde el momento en que lo miró de cerca, que supo su nombre, que escuchó su voz, algo en su interior lo invitó a hacerlo suyo. Después, el tenerlo cerca, conocer sus caprichos, su personalidad retorcida, sus expresiones tiernas y divertidas, sin lugar a dudas lo cambió tan rápido, en pocas palabras, su mundo dio un giro de trescientos sesenta grados. Y claro, para terminar, el saber que siempre lo había observado, en silencio y sin querer ser notado por su propia inseguridad, la cual creció al saber de sus sentimientos hacia otra persona, sin lugar a dudas aquello le sumaba puntos. ¿Por qué no intentarlo?
Era la primera vez que alguien le demostraba tanto cariño, tanto anhelo, tanto deseo, tanta pasión y tanta entrega. Sabía que podía corresponderle en cuestión de días y llegar a igualar ese sentimiento e incluso superarlo. Sabiendo así que todo podría terminar algún día, que tal vez el podría salir perdiendo al darlo todo, estaba dispuesto a tomar el riesgo, después de todo, por primera vez sentía esas ganas de arriesgarse, de darlo todo y recibirlo todo. Nakajima Yuto, si tuviese que describirlo en una palabra sería “desastre”
Pero sin lugar a dudas, un desastre que vino a traer luz, orden, vida, amor.

Los días transcurrieron con lentitud, eternos y hermosos. Lo que en un momento lo había atormentado, ahora solo le causaba risa.
-¿Ya sabes que Inoo y Yabu viven juntos?-
Ante la inesperada noticia casi escupe el jugo que bebía.
-¡¿Qué?! ¿Lo dices en serio?-
Yuto asintió tranquilamente mientras mordía su pan de melón.
-¿Cómo sabes?-
-Yabu me contó-
-Ese maldito Inoo no me ha dicho nada-
Refunfuñó Ryosuke mientras bebía de su jugo.
-Igual no le has dicho lo nuestro, ¿Cierto?-
-¿Lo nuestro?-
Yuto frunció el ceño y suspiró.
-Ya sé que solo llevamos un mes, pero ya es formal, creí que lo gritarías al mundo-
Aquello fue tierno, Yuto estaba haciendo berrinche, y aunque odiaba esa clase de actitudes, en él era diferente, lo volvía adorable y tierno, por lo cual fue inevitable sonreír.
-¿Quieres que se lo diga al mundo?-
Preguntó Ryosuke mientras se ponía de pie.
-Bueno… no precisamente al mundo-
Dijo Yuto con cierto nerviosismo, de alguna manera percibió lo que Ryosuke planeaba, sin embargo fue tarde.
-¡Hey! ¡Sepan que Nakajima Yuto es solo mío! ¡Desde hace un mes es mi novio!-
 Yuto se sonrojó tanto que tuvo que ocultar su rostro con su mochila, Ryosuke reía victorioso mientras ignoraba los murmullos y miradas de los demás estudiantes.
-Listo, ¿Contento ahora?-
-Si… gracias, ahora no podré venir más a clases-
-¿Por qué?-
Preguntó Ryosuke con naturalidad, de pronto alguien se acercó a ellos y preguntó.
-¿Eso que gritaste es verdad? ¿Desde cuando? ¿Por qué no sabia nada de eso?-
Yuto apartó su mochila y miró a Inoo con curiosidad, mientras que Ryosuke se cruzaba de brazos y desviaba la mirada.
-Bueno, tu jamás me dijiste que ya vivías con Yabu, así que estamos a mano-
Inoo se sonrojó un poco.
-¿De que hablan?-
Preguntó Yabu.
-¿Oíste lo que Ryosuke gritó?-
Le preguntó Inoo a Yabu.
-Si, pero yo ya sabía-
-¡¿Cómo?!-
Preguntaron Inoo y Yamada al mismo tiempo.
-Yo le dije, así como también se lo que hay entre ustedes, él sabe esto-
Explicó Yuto, señalando al final a Ryosuke.
Todos rieron y al final, terminaron conversando de otras cosas.

Al final del día, Ryosuke y Yuto caminaban hacia la parada del autobús.
-¿Te acompaño a casa?-
Le preguntó Yuto.
-Descuida, puedo llegar solo, te enviaré un mensaje cuando llegue-
Yuto se quedó en silencio y Ryosuke no notó su expresión.
Ya estando en la parada, Ryosuke miraba su reloj cuando de pronto Yuto lo abrazó por detrás y recargó su mentón sobre la cabeza de Ryosuke.
-Sabes, me gustaría que un día caminemos juntos hacia el mismo lugar, siempre, verte cada mañana al despertar ¿Entiendes lo que quiero decir?-
Ryosuke entendió perfectamente, sonrió y dijo.
-Mi departamento es muy pequeño, tendrás que ayudarme con eso-
-Ya lo sé-
Ryosuke se giró, tomo a Yuto por el cuello de la chamarra y lo besó.
-Solo tú tienes la llave de esa caja…-
Murmuró Ryosuke, al parecer Yuto no comprendió, pero daba igual, simplemente lo abrazó, el autobús llegó, se despidieron con un beso, esperando verse al día siguiente.

“Hace tiempo caí rendido ante el sentimiento de encontrar a aquella persona, cerré mi corazón en una caja bajo llave decidido a que no se abriría jamás. Sin embargo llegaste tú, la abriste con tanta facilidad, encontraste la llave sin necesidad de buscarla, tomaste todo de mi.
Sin lugar a dudas, vivir a tu lado es lo que más anhelo, no importa el tiempo que esto tenga que durar, no voy a arrepentirme de nada, solo quiero amarte”

-“Ya no puedo seguir mintiéndome ni un solo día mas
Voy a tomarte entre mis brazos y decirte la verdad
Yo quiero ser solo de ti
Y de nadie más
Yo quiero ser solo de ti
Y de nadie más
Hoy mas que nunca te quiero decir que amo tu manera de sonreír
Al ver tus ojos comienzo a sentir
Después de tanto sé lo que es vivir
Y es que eres tu
Y es que eres tu
Y es que eres tu
Y es que eres tu…
Ya no puedo seguir mintiéndome ni un solo día más
Voy a tomarte entre mis brazos y decirte la verdad
Yo quiero ser solo de ti
Y de nadie más-“

“Es así como he decidido formar parte de tu vida y aceptar que formes parte de la mía, porque eres tu lo que siempre había esperado.”

F I N

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¡Logré publicar antes de que Abril terminara! ;___;
Disculpen tanta demora, me ha pasado de todo, primero: a mi mamá se le ocurre hacer ciertas remodelaciones, entre ellas mi habitación y bueno, todo estaba hecho un caos por aqui, polvo, cosas, gente trabajando e__e 
Y bueno, lo de siempre, tareas, tareas everiwhere, o debería llamarlo "Trabajos finales" Estoy muriendo lento, siento que Abril no terminará jamás ;O;
Se supone debería estar escribiendo una nota ahora xD pero después de leer a Carlos Fuentes (Para un ensayo que debo entregar) me han entrado ganas de escribir lo que faltaba de esto y ya no pude detenerme hasta terminarlo, no lo releí, me dio flojera -w-
Espero no esté taaan mal y les guste :D
Gracias por TODOS sus comentarios que he recibido últimamente, me hacen tan feliz ;u; 
Tengo Obsess y Fated suspendidos por falta de tiempo, no he podido avanzar mucho de esos fics, pero en cuanto este martirio de trabajos finales termine intentaré terminar Obsess de una buena vez e__é
Gracias por leer~ se les quiere por tanto cariño y paciencia OwO

P.D: Lo que está en negritas al final es la letra de una canción, se titula "Eres Tu" y la canta un grupo mexicano llamado Cinema.
Si eres mexicana y quieres apoyar al talento nuevo, aquí puedes escuchar su música: https://artistsignal.com/cinema y de paso votar por ellos :D Y si no eres de México pero te gustaría escucharlos, sería genial *u*

martes, 2 de abril de 2013

[TwoShot] Eres Tú



Titulo: “Eres Tú”
Parejas: Nakajima Yuto – Yamada Ryosuke [YamaJima] / Yabu Kota – Inoo Kei [InooBu]
Genero: Yaoi/Lemmon
Extensión: TwoShot
Autora: Ayaa

[TwoShot] Eres Tú (Part. I)






-Eres Tú-

“He estado enamorado de la misma persona por tres años. Llevar la cuenta me hace sentir extraño, pero así son las cosas. Sin embargo, esa persona tiene a alguien, justo antes de que me atreviera a decirle lo que siento, él llego con la noticia…”
-¡Takaki!-
Le gritó al verlo.
-Oh, que sorpresa verte por aquí-
Le respondió aquel chico alto, de sonrisa amable y mirada despistada.
-Pasaba por aquí, que casualidad haberte encontrado-
Mintió mientras le sonreía. Era evidente que había pasado justo por ahí a esa hora porque sabía que saldría de su trabajo, lo sabía muy bien.
-¿Y que haces paseando tan tarde, Yama-chan?-
-Bueno… no estaba paseando, vengo de… de ver a un amigo y se me hizo algo tarde-
Tal vez sus mentiras eran muy obvias, pero no le importaba porque Takaki jamás lo cuestionaba.
-No me extraña escuchar eso-
Takaki le sonrió.
-¿Te acompaño a casa?-
Yamada asintió con una sonrisa, debía ser su día de suerte. Al menos eso parecía.

Caminaban juntos por las calles silenciosas y poco habitadas, hablando de cualquier cosa, hasta que Takaki pareció querer tocar un tema importante.
-Yama-chan… sabes… hay algo importante que me gustaría contarte. Ya sabes, siempre te cuento todo, eres el que mejor me escucha y siempre te he apreciado por eso-
Yamada levantó su mirada mientras caminaba, sintió como los latidos de su corazón se aceleraban, estaba emocionado, tal vez, al fin, escucharía lo que tanto había anhelado.
-¿Qué sucede?-
Preguntó tratando de sonar casual.
-Verás… desde hace tiempo alguien me gustaba y bueno, pasaron muchas cosas el punto es que ahora, ya tenemos una relación-
Takaki le sonreía, se le veía tan feliz, emocionado, ilusionado, como si brillara. En cambio, Yamada tuvo que fingir compartir esa felicidad, a pesar de que escuchar aquello lo hizo sentir como si alguien le hubiese tirado encima un balde de agua fría, tuvo que sonreír.
-Que gusto saber eso, ya te lo merecías. Digo, después de tantos fracasos y relaciones extrañas-
Takaki sonrió y sin más, continuaron caminando. En aquel recorrido, Yamada tuvo que presionar sus puños con bastante fuerza, sentía que si descansaba un poco, podría soltarse a llorar.

“Y es así como me vi obligado a rendirme por completo, ¿Qué mas me quedaba?
Es tonto pensar en esperar a que terminen, solo sería un desperdicio de mi tiempo y energía. Traté de alejarme pero fue difícil, después de todo, somos amigos.
Ahora es diferente, he aprendido a sobrevivir con este sentimiento, a no llorar más, a no esperar nada, a prestarle más atención a otras cosas, disfrutar momentos sin tener que pensar en él, solo así he sobrevivido, pienso que no lo he hecho mal, aunque en el fondo de mi corazón, aún guardo ese sentimiento en una pequeña caja cerrada con candado, para que no sea abierta jamás.”

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-Deberías venir
Le dijo su amigo mientras terminaba de trazar una fina línea sobre aquel plano.
-Pero no tengo ganas-
Respondió Yamada mientras giraba en aquella silla frente a un elegante escritorio.
-Descuida, no invité a Takaki, últimamente anda muy ocupado con su novio, van de aquí para allá, incluso piensan ir a Paris en unos meses-
Escuchar aquello no fue reconfortante, al contrario.
-De todas formas, tengo un montón de cosas por hacer en casa, ya sabes, vivir solo no es nada fácil. No todos somos como tú, el gran Inoo Kei que cuenta con el respaldo económico de su acomodada familia-
Inoo se reincorporó y lo miró con frialdad.
-Sabes bien lo que pienso al respecto. Deja de burlarte-
Yamada lo miró un poco atemorizado y se disculpó con la mirada.
-Además, estoy seguro que ese “montón de cosas” que tienes por hacer solo es leer mangas todo el día, ver la televisión y comer. ¿O me equivoco?-
Inoo estaba en lo correcto y escuchar aquello lo hizo sonrojar.
-B-bueno, tienes un poquito de razón, solo que te faltó mencionar que tengo montones de tarea por hacer-
-Yamada, tu jamás haces la tarea, deja de inventar excusas y vamos a divertirnos un rato, no te va a pasar algo que tu no quieras que suceda-
Esa sonrisa llena de picardía lo hacia sentir un escalofrío por su espalda, no podía ser una buena señal pero no le quedaba más que aceptar.
-Además, siempre me dices que no, esta vez me asegurare de que salgas y tengas algo de vida. No la has tenido en mucho tiempo y ya es hora-

Cuando regresó a casa, se dejó caer sobre el frío suelo mientras se quitaba los zapatos. Miró su pequeño departamento y suspiró, recordando las palabras de Inoo.
“-Pasaré por ti a las seis en punto, debes estar listo para entonces-“
Caminó hacia el sillón, encendió el televisor y lo dejo justo en el canal de siempre. Ni siquiera le prestaba atención, tal vez lo único que necesitaba era ruido.
Los minutos pasaron, faltaban dos horas para que Inoo pasara por él. No tenía ganas de salir, no quería hacerlo, sin embargo conocía a su amigo. Fue entonces que reflexionó un poco; siempre le decía que no, trataba de mantenerse alejado de todo, encerrado en su departamento y saliendo solo para lo realmente necesario como ir a clases o conseguir comida. Pensándolo bien,  tal vez ya era el momento de salir, divertirse con sus amigos como solía hacerlo.
-¡Bien!-
Se dijo con entusiasmo, se levantó de aquel sillón y lo primero que hizo fue tomar una refrescante ducha. Al terminar, buscó en su armario y tomó lo mejor que tenía, algo sencillo, un pantalón de mezclilla obscuro, una camisa blanca y su chaqueta café.
Hace tanto que no se esmeraba eligiendo ropa que incluso se sentía extraño.
Las dos horas pasaron volando y al fin sonó el timbre, al abrir la puerta se encontró con Inoo.
-Estés listo o no, es hora de irnos-
Yamada sonrió y le dijo.
-Si, ya estoy listo-
Fue hasta entonces que Inoo lo observó mejor.
-Vaya, te estas mostrando extrañamente cooperativo… Bien, no importa-
Inoo sonrió y Yamada salió del departamento, cerró bien la puerta y guardó las llaves en su bolsillo del pantalón, junto a su teléfono móvil.
En el camino, Yamada preguntó curioso.
-¿A dónde iremos?-
-Es la fiesta de un amigo, irá mucha gente así que no te sientas extraño, siempre que hace este tipo de fiestas masivas la mayoría ni se conocen, así que estarás bien-
Inoo explico tranquilamente mientras Yamada rió nervioso.
-Pero antes de ir al lugar, debemos ir a esperar a unos amigos, descuida, no será mucho-
-¿Invitaste a más gente?-
Preguntó Yamada.
-Solo a un amigo, y ese amigo traerá a otro, es así como estas fiestas se llenan de gente-
Inoo soltó una pequeña carcajada, Yamada no le prestó atención y solo lo siguió.

Pasaron unos minutos y llegaron a una estación de autobús.
-¿Los verás aquí?-
-Si, no deben tardar-
-¿Y conoces al amigo de tu amigo?-
Preguntó Yamada, quería al menos asegurarse de que Inoo conocía a las personas que esperaban, después de todo, a veces al mayor le daba por mentir.
-Mi amigo se llama Kota, y su amigo se llama Yuto, solo lo he visto un par de veces y es un tipo agradable, algo extraño pero agradable-
-Bueno, al menos los conoces-
-¿Creías que te iba a juntar con gente que no conozco?-
Yamada arqueó la ceja e Inoo rió torpemente.
-Descuida, eso será en la fiesta-
Antes de poder decir algo, el autobús llego, y nada más al abrirse las puertas, bajaron dos chicos altos, delgados y se acercaron a Inoo.
-Esta vez no llegue tarde, deberías agradecérmelo-
Dijo un chico mientras saludaba a Inoo, Yamada solo observaba.
-Kota, te reconoceré cuando no tenga que llevarte arrastrando a un hotel a mitad de la noche-
Ante semejante comentario, los ojos de Yamada se abrieron con sorpresa, tratando de no pensar en nada fuera de lugar, aunque resultaba imposible debido a la sonrisa que esbozó el chico llamado Kota.
-Descuida, esta vez no pienso ponerme tan borracho-
-Eso espero-
-¿Quién es él?-
Preguntó Kota, señalando a Yamada.
-Ah, claro, olvide presentarlo-
-Mi nombre es Yamada Ryosuke, mucho gusto-
Interrumpió Yamada con cierta seriedad.
-Oh, mucho gusto, soy Yabu Kota-
Kota sonrió y Yamada hizo lo mismo.
-Yuto vino conmigo-
-Si, ya me lo habías mencionado-
Yamada dirigió la mirada hacia el otro chico, que de forma indiferente miraba un espectacular.
-Él es Nakajima Yuto-
Lo presentó Yabu mientras lo señalaba con el pulgar.
-Puedo presentarme solo-
Y ahí fue la primera vez que escuchó su voz, fue algo diferente a lo que esperaba.
-Bueno, si ya nos presentamos todos, es hora de irnos-
Yabu parecía entusiasmado, y sin lugar a dudas Inoo lo secundó.
-¡Es hora de irnos!-
Fue así que los cuatro comenzaron a caminar. Inoo y Yabu iban por delante, platicando, riendo de cosas que Yamada no entendía, trato de no darle importancia a aquello, ya se había decidido a ir y no iba a arrepentirse ahora.
Intentó mantener su vista al frente, pero por alguna extraña razón, sus vista siempre se dirigía hacia Nakajima, trataba de analizarlo. Lucía despreocupado, tranquilo y al parecer sin ningún interés en dirigirle la palabra, lo cual no le agradaba, eso lo hacía prepotente, claro, todo desde su punto de vista superficial puesto que aún no lo conocía bien.
Después de un largo recorrido a pie, llegaron al lugar; una casa grande, música, ruido de gente, una verdadera fiesta. Yamada intentó recordar la ultima fiesta a la que había ido y no pudo recordarlo.
-Bien, entra, si te saludan, haz lo mismo, sonríe y aléjate del alcohol, ya tengo suficiente con cuidar a un borracho-
Le susurró Inoo mientras señalaba a Yabu, quien ya tenía una cerveza en la mano. Yamada asintió con la cabeza mientras observaba a su alrededor.
Era una bonita casa, de gente rica, tal vez. Todos reían, bailaban al ritmo pegajoso y electrónico mientras intentaban no tirar sus bebidas en cada movimiento.
En un rincón unas cuantas parejas se besaban y toqueteaban, chicas lindas por doquier. Yamada suspiro y cuando se dio cuenta, Nakajima ya estaba con otro grupito, platicando, riendo y bebiendo de un vaso que tal vez podría ser vodka, lo dedujo al ver la botella sobre la mesa más cercana.
“-Vaya, antes ni hablaba y ahora es bastante social. Un hipócrita-“
Pensó Yamada mientras tomaba la cerveza que un chico le ofrecía. Inoo lo miró de reojo y comprendió el mensaje con tan solo una mirada del mayor. “Recuerda, no bebas demasiado”
Sonrió divertido y continuó avanzando por entre la gente, sintiendo como el ritmo de la música lo invitaba a bailar y olvidarse de todo. Hasta que Inoo lo tomo del brazo y lo integró en un grupo.
-¡Chicos! ¡El es Yamada Ryosuke!-
Todos, al parecer algo tomados, lo saludaron con risas y aplausos, pidieron un brindis que Yamada no logró comprender pero sin embargo lo hizo reír.
El tema de conversación era confuso,  hablaban de todo y de nada.
“-Platicas de ebrios-“
Pensó Yamada mientras reía y se terminaba el resto de su cerveza, dejando la botella a un lado y decidiendo ir a bailar un poco. Una chica se acercó a él, la miró de cerca y era linda, sin decir una palabra, ambos bailaban juntos. Se estaba divirtiendo, al fin.
La canción terminó y de inmediato inició otra, ahora bailaba con una chica diferente y ya tenía otra cerveza en la mano, no supo en que momento alguien se la dio, sin embargo tomo de ella y siguió sintiendo el ritmo recorrer su cuerpo, era divertido, relajante y liberador.
Se terminó la cerveza y llegó una tercera, se estaba sintiendo en ambiente, se divertía, reía con desconocidos de cosas sin sentido y bailaba.
Una cuarta cerveza llegó a él, le dio un trago y sintió algo extraño, se estaba mareando, hace mucho que no bebía. Miró a su alrededor, buscando a Inoo, no tenía noción del tiempo, tal vez ya habían pasado horas, pero mientras más buscaba, menos lograba encontrarlo. Fue entonces que miró a Nakajima a lo lejos, al parecer estaba tranquilo, conversando con unos chicos, riendo y tomando.
Tal vez por su estado no sintió temor de acercarse a él, así que lo hizo. Cuando llegó, trató de mantenerse firme sobre el suelo y le dijo.
-¿Has visto a Inoo?-
Nakajima lo miró extrañado y le respondió con cierta frialdad.
-No-
-Maldita sea…-
Murmuró mientras se alejaba, tratando de no caer. Todo se movía de forma extraña, a decir verdad, nunca se había puesto ebrio y esa sensación era nueva para él. Tal vez ya estaba tomando demasiado, pero justo cuando pensó en dejar la cerveza que llevaba en la mano, una chica se acercó a el y le pidió baila. No hubo manera de negarse así que fue a bailar con ella, y entre risas, decidió que no estaría mal terminar con esa botella, así que lo hizo.
Pero para su suerte, no fue la última, una quinta llegó a sus manos y sin pensarlo, bebió de ella, esta vez más rápido que el resto. Una y otra más hasta que perdió la cuenta, pero seguía bailando, riendo y divirtiéndose, aunque ahora ya no distinguía la música que sonaba. Una cerveza más llegó a sus manos, estuvo a punto de tomarla cuando una mano lo detuvo, quitándole la botella y sacándolo del tumulto.
-Recuerdo bien que te dijeron que no tomaras mucho, ya estas bastante ebrio-
Yamada levantó la mirada y sonrió tontamente.
-¡Nakajima-kun! ¡Pero que sorpresa! ¡Si hablas!-
Evidentemente ya estaba ebrio.
-No digas tonterías-
Le dijo Yuto mientras lo miraba con seriedad, después miró a su alrededor y vio a Inoo acercándose con un Yabu totalmente ebrio.
-Ya es hora de irnos, Yabu esta muy borracho-
-Este también-
Señaló a Yamada que con trabajos se sostenía en pie.
-No puede ser… ese mocoso me las pagará, claramente le dije que no-
-Ya no tiene caso que te lamentes, será mejor que busquemos un lugar para pasar la noche, no podemos subirlos así al autobús-
Interrumpió Nakajima mientras sostenía a Yamada, salvándolo de caer al suelo.
-Bien, ya sé a donde podemos ir-
Así, con Yabu a cuestas, Inoo avanzó hacia la salida, Nakajima miró a Ryosuke, suspiró con fastidio y no le quedó más que llevarlo de la misma manera.
-Hay un hotel cerca de aquí, nos quedaremos ahí-
-Buena idea-
Dijo Nakajima ante la decisión de Inoo.

Un vacío en sus estomago, seguido de un dolor por todo el cuerpo y terminando con un horrible dolor de cabeza lo hicieron despertar.
Abrió los ojos y trató de aclarar su vista, lentamente se reincorporó y se dio cuenta de que se encontraba en un hotel. Bostezó y pudo sentir un terrible olor a alcohol, sintió nauseas y con la mirada buscó el baño. Al encontrarlo, hizo las sabanas a un lado y salió de la cama. Estaba descalzo, sintió más frío de lo normal e incluso se sentía ligero. Bajó la mirada y noto que solo estaba en ropa interior.
Confundido, miró alrededor, buscó su ropa y esta estaba tirada a los pies de la cama, miró a su alrededor y se dio cuenta de algo alarmante. Nakajima estaba recostado en la misma cama, sin ropa y cubierto por las sabanas.
Asustado, corrió al baño y cerró la puerta con seguro. Se miró en el espejo, lucía terrible, entonces las nauseas volvieron y vomitó.
Cuando al parecer no había más en su estomago, se lavó la cara y volvió a mirarse en el espejo.
-¿Qué rayos paso? ¿Por qué él está…? ¿Por qué yo estoy…?-
Ni siquiera era capaz de formularse bien las preguntas.
De pronto alguien toco a la puerta y escuchó.
-Si ya terminaste de vomitar sal, tengo que entrar-
Era Nakajima, sin duda. Desesperado, volvió a lavar su cara, enjuagó su boca y después de respirar profundo, abrió la puerta.
La imagen de un Nakajima semidesnudo frente a él, con esa expresión algo seria fue algo difícil de asimilar, sin embargo trató de ser fuerte, pero sobre todo, natural.
-Adelante-
Le dijo mientras salía y se hacía a un lado. Nakajima entró y cerró la puerta. Yamada miró a su alrededor y lo primero que pensó fue en vestirse rápidamente. Tomo su ropa y así lo hizo.
Buscó su chaqueta, la cual estaba sobre un pequeño sofá, se la puso, metió sus manos en los bolsillos del pantalón y sintió sus llaves y su teléfono. ¿En donde estaría Inoo?
Al parecer Nakajima aún no salía del baño, sin embargo ya quería irse, no quería saber que ocurrió esa noche, si es que ocurrió algo.
Miró la hora, eran las ocho de la mañana, tenía que irse rápido, en dos horas tenía clase.
-Ah…Nakajima-kun… tengo que irme, adiós-
Le dijo cerca de la puerta del baño, no hubo respuesta así que con prisa, se alejó y salió de la habitación sin mirar atrás.

Estando en el pasillo, miró la puerta de la habitación de junto, tal vez Inoo se encontraba ahí. Se acercó tímidamente, acercó su mano para tocar a la puerta cuando pudo escuchar.
-¡Basta Kota! Tengo que irme-
-No te dejaré ir, eres mío-
Hubo silencio y después un sonido que al parecer… eran gemidos de Inoo. Sus ojos se abrieron alarmados, no se esperaba escuchar algo semejante. Pero de tan solo recordar la forma en la que había despertado, no podía sentirse puro y casto.
Movió su cabeza negativamente, con desesperación, respiró profundo y se dijo.
-No… definitivamente ESO no paso-
Se dijo mientras señalaba la puerta y volvía a escuchar esos gemidos. Sintió un escalofrío recorrer su espalda y mejor decidió irse. Seguramente jamás volvería a ver a Nakajima y eso… estaba bien, ¿No?

Después de haber pasado a su departamento para bañarse y cambiarse de ropa, fue directo a comprar un café, sentía que lo necesitaba.
Al llegar a la universidad, se sentó en una banca, aún le quedaban veinte minutos antes de su clase. Tomó de su café bien caliente y trató de no pensar más. Aunque la curiosidad lo carcomía, quería saber si realmente había pasado algo entre él y Nakajima o solo era simple coincidencia que hubiese amanecido así.
-Claro, casualmente me quite la ropa… y el también y… dormimos juntos. Pero seguramente no pasó nada, solo dormimos juntos, somos hombres, no tiene nada de malo-
Se dijo con cierto entusiasmo, a pesar de saber que había estado enamorado de un chico antes, no veía a Nakajima se esa forma.
-¿Qué de malo crees que pudo haber pasado?-
Esa voz. Esa maldita voz. Temeroso, levantó la mirada y casi tira su café. Era Nakajima.
-¿E-estabas… escuchándome?-
-Para nada-
Dijo Nakajima mientras tomaba asiento junto a él despreocupadamente.
-¿Seguro?-
-No escuché… mucho-
Admitió Nakajima mientras miraba a su alrededor sin interés alguno.
-Exactamente ¿Qué escuchaste?-
-Pues… desde que casualmente te quitaste la ropa y eso-
Yamada lo miró con pánico.
-¡Escuchaste todo!-
-Yo no sabía que desde ahí habías comenzado, a penas te vi entrar te seguí y parecías murmurar algo-
Dijo Nakajima mientras lo miraba con cierta burla.
-¡Yo no camino murmurando! Seguramente viste a alguien más-
Se defendió Yamada mientras desviaba la mirada con cierto orgullo.
-No, estoy seguro de que eras tú-
Ante la respuesta de Nakajima, lo miró extrañado.
-Bueno, eso no importa, ¿Se puede saber que haces aquí? ¿Acaso me seguiste hasta aquí?-
-No, yo también estudio aquí, de echo tenemos la misma clase justo ahora-
Respondió el alto mientras miraba su reloj.
-¿Qué?-
Yamada estaba sorprendido, Nakajima se puso de pie y dijo.
-Si no te das prisa llegarás tarde-
Fue así como se fue, Yamada trató de asimilarlo pero era complicado. Sin embargo recordó su clase, se levantó rápidamente y caminó de prisa hacia el edificio en donde se encontraba su salón, mientras trataba de recordar si alguna vez había visto a Nakajima en esa clase, lo cual fue imposible, para él, jamás lo había visto antes.

Entró al salón justo detrás de su profesor y caminó de prisa hacia su lugar, sacó su libreta, una pluma y discretamente comenzó a mirar a su alrededor.
Buscaba a Nakajima, esperando que tal vez le hubiese mentido, pero gran sorpresa se llevó al verlo no tan lejos de él, como a unos cuatro lugares hacia la izquierda.
Frustrado, se cubrió el rostro con las manos y al escuchar la voz de profesor, hizo un gran esfuerzo para poner atención. Pero claro, evidentemente era algo muy difícil, más aún con esa sensación que le causaba escalofríos, estaba seguro de que Nakajima lo veía, no entendía los motivos, tal vez solo se burlaba de él, pero luchaba para no mirarlo de vuelta.
Dos horas largas e incomodas pasaron para Yamada y la clase al fin terminó. Rápidamente guardó sus cosas y justo estaba por salir del salón cuando fue tomado del brazo. No quiso mirar, sabía de quien se trataba.
-No corras, de todas formas la siguiente clase también nos toca juntos-
Yamada se giró y miró a Nakajima, no podía creerlo.
-¿Seguro que siempre has estudiado aquí?-
Preguntó Yamada, Nakajima lo soltó y asintió con la cabeza.
-Entonces… ¿Por qué jamás te había notado?-
Nakajima levantó ambos hombros con indiferencia y empujó a Yamada fuera del salón.
-Como sea, lo que menos puedes hacer por mi es invitarme algo de comer-
Yamada miró confundido el rostro relajado de Nakajima.
-¿A que te refieres?-
Nakajima se inclinó y lo miró con sorpresa.
-¿No te acuerdas de nada?-
De inmediato las mejillas de Yamada se tornaron rojas, un nerviosismo lo invadió por completo y no fue capaz de articular palabra.
-A-a-a q-q-que t-t-te-
-¿A que me refiero? Bueno, veamos si algún día logras recordar, pero te daré una pista-
Yamada observó temeroso la extraña sonrisa en el rostro de Nakajima, fue entonces que el alto se inclinó un poco más hasta llegar a su oído y le dijo.
-Eres un salvaje-
Nakajima sonrió y al reincorporarse, comenzó a caminar lejos de él. Yamada estaba consternado, asustado, ¿Qué diablos habrá querido decir con eso? ¿Qué significaba?
En ese momento, recordó en como despertó en la mañana y sintió algo extraño, ¿Acaso si habían…?
Negó rápidamente con la cabeza, tratando de alejar toda clase de pensamientos de ese tipo, simplemente no podía ser verdad.
-¿Qué no vas a venir?-
Le preguntó Nakajima que estaba a unos cuantos metros de distancia, intentó reaccionar y sin atreverse a mirarlo a la cara, lo siguió.

Inoo llegó a su departamento, tenía clase pero al mirar la hora definitivamente sería imposible llegar.
-Maldito Kota…-
Murmuró mientras se servía una taza de café sin azúcar. En seguida sonó su teléfono, había recibido un mensaje, sin mucho interés tomó el aparato y leyó.
“No comiences a maldecirme, sé que también lo disfrutaste. Te quiero.”
Las mejillas de Inoo se tornaron rojas y alejó el aparato, tomó de su café y se dirigió a su habitación, necesitaba cambiarse, pero antes, un buen baño de agua caliente.
Al estar desnudo, frente al espejo, miró las marcas en su cuello, abdomen, espalda y piernas.
-Ese idiota, no tiene que marcarme como a un animal-
Se dijo mientras tomaba una toalla y se dirigía al baño, abrió la llave del agua caliente para llenar la tina, después de un rato entró y se relajó, cerrando los ojos.
-Anoche de nuevo bebió a propósito… ah… estoy tan cansado-
Dicho esto, se dejó hundir en el agua.
Cuando salió de bañarse y se estaba vistiendo, escuchó el timbre, terminó de abrochar su pantalón y se acercó a la puerta un poco temeroso. Miró por el ojillo y vio a un mensajero, respiró tranquilo y sonrió con torpeza, al parecer era un paquete enviado por su madre. Lo dejó sobre la mesa, más tarde lo abriría, tomo sus cosas, su chaqueta y decidió ir a la universidad, después de todo aún tenía más clases que tomar.
Pero justo cuando abrió la puerta, fue sorprendido por una visita inesperada.
-¿Ya te vas?-
-Si, tengo clase, no pienso perder una más-
Dijo Inoo a un Yabu bastante sonriente.
-Bien, yo también voy para allá. Vamos juntos-
Inoo lo miró con resignación, fue entonces que ambos comenzaron a caminar juntos, sin hablar mucho.
Al salir del edificio, de forma un poco tímida y discreta, Yabu tomó la mano de Inoo y continuó caminando, éste lo miro un poco nervioso, sin embargo trato de calmarse al decir.
-¿Por qué te empeñas en tomar mi mano cuando evidentemente no somos nada?-
Yabu miró a Inoo y solo le regaló una sonrisa.
-No es algo a lo que yo me oponga, ¿Recuerdas?-
Inoo lo miró confundido y no dijo más, ni siquiera tenía intensiones de apartar su mano, así que así continuaron hasta llegar a la estación de autobús.
Ya dentro del vehículo, Yabu preguntó.
-¿Qué paso con tu amigo anoche?-
Inoo lo miró y suspiro.
-Se puso ebrio y se quedó en la habitación de a lado, con Yuto-
-Vaya… ¿Crees que…?
-No, Yamada esta perdidamente enamorado de alguien más, no creo que pasara nada entre ellos anoche-
Dijo Inoo con seguridad mientras miraba por la ventana.
-Bueno, seguramente estaba ebrio ¿No?-
-Si, un poco-
-Tu sabes que estando en esa condición, te olvidas de todo sentimiento y solo te dejas llevar-
Dijo Yabu mientras sonreía y se acomodaba sobre el asiento para poder apoyar su cabeza en el hombro de Inoo, el cual no reaccionó ante aquello.
-¿Acaso Yuto es de aquellos que sucumbe ante semejante situación?-
Preguntó Inoo.
-No lo sé… no se mucho de sus emociones al respecto, pero supongo que si-
-¿No lo sabes? ¿Es tu amigo no?-
-Si, es mi amigo, pero se guarda muchas cosas, ha tenido novias, novios, un sin fin de relaciones pero jamás lo he visto enamorado, solo se divierte. Sin embargo no se mete con cualquiera, tiene un estándar muy especial-
-¿Quieres decir que Yamada no entra en sus gustos?-
Yabu levantó los hombros y dijo.
-Seguramente-

Después de aquella clase y de haber sentido la mirada de Nakajima por horas, salió del salón lo más rápido posible, aprovechando que el menor hablaba con otros chicos.
Yamada caminó de prisa, ya no tenía clase así que bien podría irse a casa, pero entonces recordó su trabajo de medio tiempo así que decidió marcharse rápidamente.
Pero no todo salió como esperaba, puesto que Nakajima lo alcanzó y lo interceptó en un pasillo.
-¿Escapas de mi acaso?-
-N-no, claro que no, solo tengo prisa-
Respondió mientras desviaba la mirada.
-¿Prisa? ¿De qué?-
-¡Tengo trabajo! Así que muévete-
-¿Trabajas? ¿No eres un niño rico como Inoo?-
Yamada frunció el ceño y le dijo.
-¡Claro que no! ¡Ahora muévete!-
Dicho esto, hizo a Nakajima a un lado y continuo con su camino. Sin embargo el alto decidió seguirlo. Pensó en ignorarlo y continuar, pero fue demasiado cuando entro con el a la tienda en donde trabajaba.
-Así que trabajas en una librería, que aburrido-
-Como si me importara tu opinión-
Dijo Yamada mientras guardaba sus cosas detrás del mostrador y saludaba a la dueña.
-Esperaba que trabajaras en un lugar donde dieran comida, muero de hambre, deberías alimentarme-
Yamada soltó una carcajada ante tal comentario y dijo.
-Claro, ¿Qué deseas? La sección de libros culinarios está en el pasillo seis-
Respondió como si le hablará a un cliente, lo cual solo provocó que Nakajima frunciera el ceño.
-¿A que hora sales a comer?-
Le preguntó mientras se recargaba en el mostrador.
-No tengo porqué responder a eso, ahora, si no vas a comprar, puedes irte-
Yamada le habló en voz baja para evitar que los demás empleados y la dueña lo escucharan.
-¿Qué dices? ¿Quieres que te espere hasta que salga a comer?-
Le preguntó Yuto, hablando más fuerte y simulando que no escuchaba bien a Yamada.
-¡Cállate!-
Lo regañó de prisa.
-Esta bien, si no me lo dices tú, averiguaré con esa linda empleada a que hora sales a comer-
Dijo Nakajima mientras señalaba a una de las empleadas que acomodaba los libros en los estantes y sonrió traviesamente.
-¡No hagas eso!-
Le dijo rápidamente.
-Entonces dime-
Yamada suspiró, desvió la mirada y respondió a regañadientes.
-A las tres-
-Bien, vendré por ti-
Dicho esto, Nakajima se marchó del lugar sin siquiera mirarlo. Yamada se sintió intimidado, como si su suerte acabara de empeorar. ¿Para que rayos se le pegaba tanto? ¿Qué había sucedido esa noche?
Quería saber, pero el hecho de preguntar directamente lo aterraba, era vergonzoso.

-¿No vas a regañarme?-
Preguntó Yabu mientras miraba como Inoo comía.
-Ya me cansé de hacerlo, además yo no soy quien para regañarte, yo también fui a divertirme-
Inoo tragó, tomó un poco de agua y lo miró fijamente.
-Lo único que no me queda claro es el porque siempre que terminas ebrio te quieres acostar conmigo-
Evidentemente Inoo hablaba en voz baja. Yabu lo miró sorprendido, miró a su alrededor, después se dibujó una sonrisa en su rostro y respondió.
-Por que me gusta acostarme contigo, eres el único que satisface mis necesidades-
Inoo rió, terminó de comer y se levantó.
-No voy a ser tu juguete sexual para siempre, un día de estos ya no querré acostarme contigo, aunque mientras, yo también lo disfrutaré, después de todo a mi me pasa lo mismo-
Dicho esto, se marchó, dejando a Yabu solo en aquella cafetería.

Al caminar por los pasillos, su corazón palpitaba con fuerza, fue entonces que en cuanto encontró los baños entró y se encerró en uno.
-Maldita sea… ya me lo imaginaba, pero escucharlo es peor-
Se dijo en voz muy baja mientras cerraba los ojos y trataba de apaciguar el dolor que sentía en el pecho. Yabu solo usaba, eran amigos pero solo se acostaba con él por mera diversión. Siempre tuvo ese presentimiento y aún así seguía sucumbiendo a aquel deseo en cada ocasión.
Respiró profundo, salió y fue a uno de los lavabos a mojar su rostro, lo necesitaba, aquello lo haría despertar y enfriar su mente.
Al salir del baño, se encontró con Yabu.
-¿Aún tienes clase?-
Le preguntó, Inoo lo miró y tranquilamente le dijo.
-No, ¿Por qué?-
-Pensaba en pedirte ayuda, hay temas que no logro entender y los exámenes están a la vuelta de la esquina-
Confesó Yabu, con torpeza mientras sonreía.
-¿Por qué todos me usan como profesor particular?-
Preguntó con un ligero fastidio.
-Eres bueno y lo sabes, eres mi única salvación-
Suplicó Yabu.
-De acuerdo, puedo ayudarte pero solo hoy-
Inoo observó como Yabu sonreía aliviado.
-Vamos a la biblioteca, ahí será fácil-
-Sabes que odio ese lugar, es demasiado silencioso y tiene una atmosfera muy tensa-
Dijo Yabu con fastidio.
-Que delicado… esta bien, vayamos a mi departamento-
Fue así que emprendieron el camino hacia el departamento de Inoo.

Durante el camino, Inoo se sentía extraño, era difícil mirar a Yabu, aún sentía un extraño revoltijo en el estomago y una punzada de dolor en el pecho. Trataba de mirar a las demás personas, mirar por la ventana, a todos lados menos a Yabu.
Cuando llegaron al departamento, Yabu tomó asiento en el sillón.
-¡Todo sigue igual de ordenado!-
-A veces vienen a limpiar, por eso está así-
Respondió Inoo mientras entraba a la cocina y servía dos vasos con agua.
-Vaya, eso no lo sabía, creí que tú limpiabas-
-Ya te dije que solo es de vez en cuando, presta atención a lo que la gente te dice-
Le dijo Inoo mientras dejaba los vasos sobre la mesa de centro y tomaba asiento en el sillón de frente.
-¿Qué es lo que no entiendes?-
Preguntó Inoo, después de todo ese era el propósito de la reunión.
-Historia, hay cosas que me confunden-
-¿Qué cosas?-
Yabu comenzó a explicar, incluso sacó sus apuntes para mostrárselos a Inoo y así señalarle más claramente lo que no entendía.
-Ya veo… espera, tengo un libro sobre eso, ahora vengo-
Inoo entró a su habitación y Yabu se quedó en la sala, mirando a su alrededor, curioso de cada detalle.
-Aquí esta, esto te ayudará-
Dijo al volver con el libro, fue entonces que Yabu dijo.
-Recuérdame algo, ¿Por qué somos amigos?-
Inoo lo miró extrañado.
-¿Qué quieres decir con esa pregunta?-
-Es que… somos tan diferentes, en muchas cosas, incluso en la forma de beber, siempre soy yo el que termina más alcoholizado y tu cuidas de mi, eres más estudioso que yo, más cuidadoso, más limpio, incluso nuestros gustos en música son diferentes, no tenemos nada en común… creo…-
Inoo suspiró y le dijo.
-¿Crees que los amigos deben ser idénticos en todo? Si fuéramos iguales tal vez no seríamos amigos ni nada parecido ¿No lo crees?-
Yabu lo pensó un poco, sonrío y dijo.
-Tienes razón, de alguna manera eso mantiene mi interés en ti-
Inoo parpadeó sorprendido, no supo que decir. Fue entonces que Yabu dijo.
-Bueno, hay algo en lo que siempre estamos de acuerdo-
-¿Te refieres en que siempre estamos de acuerdo para irnos a divertir?-
-No-
Respondió Yabu rápidamente, y con la misma sonrisa, traviesa y picara, respondió.
-Cuando estamos en la cama, tu siempre estás abajo, lo hacemos de forma natural-
Las mejillas de Inoo se sonrojaron un poco.
-¡Eso es porque siempre te lanzas sobre mi y no me dejas alternativa!-
Yabu sonrió al ver lo alterado que estaba su amigo.
-Creo que si, seguramente es por eso-
-Tal vez sería diferente si no estuvieras tan ebrio siempre-
Refunfuñó Inoo mientras se cruzaba de brazos y lo miraba con dureza. Sin embargo, Yabu solo siguió sonriendo, se puso de pie y caminó hacia él, se sentó a su lado y le dijo.
-¿Eso crees? Podemos probar…-
Mientras decía esto, se inclinaba más hacia Inoo y antes de que éste fuese capaz de decir o hacer algo, lo besó.
Había algo en ese beso, no era como siempre solían ser, su aliento ya no olía a alcohol, no era agresivo ni posesivo como solía serlo en cada ocasión, esta vez fue… dulce y suave, tan delicado que Inoo no supo como responder, estaba tan impresionado, sumergido en aquella cálida sensación que le provocaba.
Poco a poco respondió a aquel beso, dejándose llevar como siempre lo hacía, al separarse, Yabu lo miró y le sonrió.
-Esta vez si te di alternativa y parece ser que será lo mismo-
Inoo se sonrojo, esa sonrisa lo dejaba sin defensa.
-Cállate-
Le dijo al mismo tiempo que rodeaba su cuello con ambos brazos y se recostaba sobre el sillón.

Después de besarse intensamente, ambos se quitaron la camisa y Yabu comenzó a besar su cuello, pecho y abdomen, mientras que Inoo, con los ojos cerrados, disfrutaba. Era tan diferente, deseaba poder sentir más y sin embargo disfrutaba la forma en la que Yabu llevaba la situación, un poco lento y calmado.
Sabía bien que una vez más estaba sucumbiendo ante aquel deseo, aunque sabía que no significaba nada, quería disfrutarlo, dejarse llevar, dejar su mente en blanco, y así lo hizo.
Yabu ya le había bajado el pantalón y lamía su erecto miembro, Inoo gemía y se aferraba a los cojines del sillón, después pudo sentir un placer recorrer todo su cuerpo y expulsó aquel blanco líquido dentro de la boca de Yabu.
Inoo respiraba agitadamente, sus mejillas estaban rojas y aquello le pareció tierno a Yabu.
-Me encanta verte así, tan sumiso, tan mío-
Los ojos de Inoo se abrieron con sorpresa, pero antes de poder decir algo, Yabu lo penetró suavemente, y aún así dolió.
-Creí que ya no te dolería-
Comentó Yabu ante el grito de Inoo tras la penetración.
-Siempre duele… sin embargo hoy fue suave…-
-Supongo que otras veces soy peor-
Se burló Yabu, besó a Inoo y comenzó a moverse. Fue entonces que un intensó placer recorrió sus cuerpos, muy diferente a lo habitual, tal vez era debido a que ambos no estaban ebrios.
Inoo se aferró a la espalda de Yabu, deseaba sentirlo más y más profundo, no podía parar de gemir, lo estaba disfrutando demasiado. De igual forma le pasaba a Yabu, siempre era placentero hacerlo con Inoo, pero esta vez, era excitante, exquisito, no quería parar.
Fue así que Yabu siguió penetrando a Inoo, ambos gemían, sus cuerpos sudaban y ellos se besaban de vez en vez, hasta que el momento culminante llegó. Inoo sintió el cálido liquido de Yabu recorrer su interior y no hizo más que aferrarse más a él, exhaustos, no dijeron nada y solo se besaron. Inoo le hizo espacio a Yabu y éste se recostó a su lado, abrazándolo.
-Esto fue mejor que otras veces-
-Debe ser por que ambos estamos sobrios-
Comentó Inoo mientras disfrutaba de la respiración de Yabu sobre su cuello.

Miró nervioso su reloj, ya eran las tres en punto. Intentó sumergirse en su labor de acomodar los libros cuando su jefa se acercó a él.
-Yamada-kun, es hora de que vayas a comer, yo terminaré de acomodar esto-
-Ah, no… yo lo hago-
Insistió, pensando que si se llenaba de trabajo no tendría porque salir a comer, pero fue inútil. Resignado, dejó su delantal detrás del mostrador y justo en la entrada de la librería estaba Yuto.
-Si vino…-
Murmuró con cierto pesar.
-Esta vez debe decirme que fue lo que pasó anoche-
Esa era su meta, saber que había pasado, aunque aún no pensaba que pasaría después de saberlo.
Al salir, Nakajima le revolvió los cabellos frenéticamente.
-¡Te tardaste!-
-¡¡Déjame!!-
Gritó Yamada mientras se apartaba bruscamente y trataba de acomodar su cabello de nuevo.
-Vaya, no sabía que fueses tan berrinchudo, eres muy diferente a como fuiste anche-
Las mejillas de Ryosuke enrojecieron violentamente.
-¡No digas esas cosas aquí!-
-Bueno, si quieres que no hable llévame a comer algo ahora-
La forma en la que Yuto le sonreía lo irritaba, estaba siendo manipulado por ese sujeto y odiaba eso, sin embargo no tenía más alternativa que ceder, después de todo quería saber, sin importar nada.

Ryosuke decidió entrar a un restaurante familiar, estaba tranquilo, casi no había gente, ambos ordenaron y comieron en silencio, al terminar la conversación inicio.
-¿Me vas a decir que pasó anoche?-
Preguntó Yamada.
-¿Para qué quieres saber?-
Nakajima lucía tranquilo.
-Solo quiero saber si tú… y yo…-
-¿Lo que viste esta mañana no te convenció?-
Nakajima seguía sonriendo y esto solo alteraba a Yamada.
-Si preguntó es porque quiero saber con claridad, es obvio que… puede… que no haya pasado nada y yo solito me haya quitado la ropa solo para dormir fresco… es probable-
Trato de convencerse a sí mismo de estas palabras por muy absurdas que parecieran, pero Nakajima soltó una carcajada de inmediato.
-¡Que gran imaginación tienes! Supongo que es porque vendes libros-
Siguió riendo mientras Yamada lo observaba enojado.
-No le encuentro la gracia, si no hablas entonces-
-¿Entonces que?-
Lo interrumpió Nakajima con desafío. Yamada no supo que responder.
-No estas en condición de amenazarme, si tanto quieres saber más te vale ser más amable. ¿En que te afectaría saber si lo hicimos o no?-
Vaya pregunta, obvio no podía ser tan sincero con él, al parecer podía usar cualquier detalle en su contra y no le iba a dar más armas de las que ya tenía, así que era el momento de mentir un poco.
-Bueno, digamos que… llevo un conteo, y bueno, es importante para mi saber si entras en mi lista-
Sonaba seguro, convincente, incluso él mismo se sorprendía de su actuación, sin embargo esperaba que funcionara.
-¿Solo eso? Tu desesperación anterior me dice que no estas diciendo la verdad-
Nakajima lo miró curioso, intrigado, como si lo estuviese analizando y aquello no le agrado en lo absoluto, tenía que hacer algo.
-Lo que sucede es que aún estaba algo impactado, no suelo amanecer con alguien desconocido, por eso necesitaba saber y dejé que el pánico se apoderara de mi-
Yamada seguía tratando de actuar, incluso tratando de creer su propia mentira.
-¿Pánico? ¿Por qué sentirías pánico?-
Odiaba tantas preguntas, pero tenía que ser paciente.
-Por que no me gusta amanecer con desconocidos-
Dijo seriamente, manteniendo la mirada fija en Nakajima.
-Si tanto te preocupa haber amanecido con un desconocido, sabes que es muy fácil cambiar las cosas-
Yamada lo miró sorprendido.
-¿Qué quieres decir?-
-A partir de que sabemos nuestros nombres ya no somos desconocidos, tal vez empezamos con el pie izquierdo pero eso puede cambiar-
La voz de Nakajima tan relajada le molestaba hasta el punto de casi perder el control de si mismo.
-Solo dime lo que pasó anoche, es lo único que me interesa obtener de ti-
Frío y cortante, la actitud de Yamada era así ahora.
-Relájate, si me dices quien es Takaki te diré lo que pasó anoche, detalle a detalle-
Calculador, frío y con aires de grandeza, así sentía la presencia de Nakajima Yuto ahora, ¿Cómo sabía el nombre de Takaki? ¿En que momento? ¿Qué rayos había pasado esa noche?
Yamada tragó saliva e intentó articular palabra.

Continuará...

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Si, continuara, es twoshot xD
Sé que debe ser una grosería tardar tanto tiempo solo para volver con semejante cosa -w- lo siento, Marzo fue un mes pesado, atareado y estresante, en el cual salieron proyectos nuevos, en los cuales ya me tienen trabajando~
Tuve una semana de vacaciones que solo aproveche para ser una vaga, salir, salir y salir, no hubo tiempo para un respiro, ni para escribir u_u
Pero bueno, he vuelto a clases y ya me organicé mejor, espero progresar con todo lo pendiente muy pronto! He recibido correos de notificaciones de blogger de gente que comenta y wow! Eso si que sube el ánimo, justo cuando pensé que ya ni un alma se pasaba por aqui llegan esos comentarios a hacerme el día :D Gracias!!
Espero pronto poder compartir una parte de este proyecto que me tiene entusiasmada, si queda bien se los compartiré y si no, me lo guardo hasta que salga algo digno de compartir con ustedes que me leen!
No tengo más que decir: Gracias! Por su paciencia y por seguir leyendo a pesar de mis atrasos. 
Esta semana pienso escribir mucho, mucho! Así que ojala y pueda volver con otras dos actualizaciones y el final de esta (que ya casi esta listo, ahora si publiqué ya teniendo casi el final de la segunda parte xD)
Espero les haya gustado, al fin YamaJima de nuevo, ya los extrañaba (en Fated se tratan mal así que ya necesitaba ponerlos en una situacion diferente xD)
Sin más, me despido~