viernes, 19 de noviembre de 2010

LOVE LOVE LOVE ME? [Cap. 2]

Cap. 2

Eran cerca de las 6 de la tarde, se la había pasado en la calle sin hacer nada en especial, simplemente vagar, en cuanto abrió la puerta de su departamento, una parte de el deseaba que Daiki siguiese ahí. Pero al sentir el enorme silencio y vacío, se dio cuenta de que efectivamente el chico se había marchado, tal y como se lo había indicado.

-Era de esperarse… así es mucho mejor

Suspiró con melancolía, entró a la cocina y se sirvió un vaso con agua, al salir de la cocina tomó asiento en el comedor, tomándose el agua de un solo trago, estaba sediento.
Al dejar el vaso sobre la mesa, algo llamó su atención.

-¿Qué es esto?

Se preguntó mientras tomaba aquel pedazo de papel. Al leerlo pudo sentir como algo hacía un “boom” en su pecho.

-”Muchas gracias por todo.
No entiendo por que dices que no nos volveremos a ver, por alguna razón, yo tengo el deseo de que nos encontremos de nuevo, pero si no deseas que te busque, estaré esperándote en aquel lugar cada noche, al menos me gustaría ser tu amigo.”

-¿Amigo? Ese chiquillo no sabe lo que dice…

Dejó escapar un nuevo suspiro, estaba dispuesto a tirar aquella nota, pero no pudo, así que simplemente la dobló de nuevo y la guardó en el bolsillo de su pantalón. De pronto, su teléfono comenzó a sonar, con fastidio miró el número, y sin más respondió.

-¿Si?… estoy libre…. No…. En lo absoluto… depende, si lo he hecho pero no es algo común, además de que hay un cargo extra por ese tipo de cosas… de acuerdo, si es así no hay problema… ¿En donde?… ¿Aquí?… no, no tengo ningún problema, los estaré esperando, hasta luego…

Así, la llamada terminó, camino hacia la sala y se desplomó sobre el sillón.

-¿Por qué ha dejado de ser divertido?

Se dijo en voz baja mientras miraba hacia el techo.

Caminaba de regreso a casa, después de haber caminado sin rumbo durante un rato. Había asistido a clase después de todo, a pesar de que su madre le gritó por haber llegado por la mañana, simplemente tomó sus cosas y partió rumbo a la escuela, sin embargo el día estuvo aburrido, sin nada interesante, se sentía extraño, ni siquiera el buen humor de sus amigos lo sacaba de aquel extraño transe.
Estaba a punto de llegar a casa cuando su teléfono comenzó a sonar, sacó el aparato de su bolsillo y respondió.

-¿Si?
-¡¡Dai-chan!!
-¿Qué quieres?
Preguntó ligeramente de mal humor.

-Nada, solo me preguntaba si… ¿quieres venir a comer ramen con nosotros?
-No Yabu, estoy cansado, además ya estoy llegando a casa
-¿De verdad ya estas en tu casa?
Preguntó el mayor con cierto tono de preocupación.
-Si, no tengo por que mentirte
-Esta bien, pero si piensas no llegar a tu casa otra noche, al menos avísanos en donde estarás
Las palabras de Yabu dejaron a Daiki totalmente sorprendido.
-¿Cómo sa-
-Tu madre nos llamo a todos, estaba realmente preocupada por ti, si no vas a llegar al menos deberías avisar, ¿de acuerdo?
A pesar de que a Daiki no le agradaba la idea de ser regañado, y menos por uno de sus mejores amigos, el tono de voz que usaba Yabu para decirle las cosas no lo molestaba, al contrario, lo hacia pensar mejor las cosas y recapacitar un poco.
-Lo siento…
-Esta bien, solo no vuelvas a hacerlo, nos tenías preocupados a todos y hoy estabas demasiado distante, ¿no quieres hablar con nosotros al respecto?
Daiki se quedó en silencio, suspiró profundo y entonces dijo.
-De acuerdo, ¿en donde están?
-En el restaurante preferido de Hikaru, te esperamos
Así, ambos terminaron con la llamada y Daiki dio media vuelta para ir rumbo a ese lugar.

Estaba cerca del dichoso restaurante, pero el escuchar las fuertes carcajadas de Takaki y Yabu pudo relajarse un poco.

En cuanto entró al lugar visualizó a sus amigos, estaban sentados en una de las mesas de en medio, como de costumbre, llamando la atención de todos los clientes.
Para su sorpresa, Chinen no acompañaba a Takaki, eso era extraño, solamente estaban Hikaru, Takaki y por supuesto, Yabu.

Lentamente se acercó a ellos y los saludó tímidamente.
-Hola…
De forma inmediata, los tres dirigieron la mirada hacia Daiki, quien sonreía torpemente sin comprender muy bien el por que.
-Oh! Daiki, me alegra que estés aquí
Dijo Yabu con una sonrisa mientras le hacia señas para que tomara asiento a su lado.
-¿Qué te trae por aquí?
Preguntó Takaki extrañado.
-Eh…
-Yo lo llamé
Dijo Yabu rápidamente.
-Vaya, que bien
Dijo Hikaru de buen humor.
-Así es, hace mucho tiempo que no nos reunimos así, además de que Daiki tal vez quiera contarnos algo, ¿no es así?
Nervioso, Daiki asintió con la cabeza.
-¿Nos contaras en donde te metiste anoche?
Preguntó Takaki con cierto tono de mando, como si le estuviese hablando a su hijo y no a su mejor amigo.
De nueva cuenta, Daiki asintió con la cabeza.
-Tranquilo Yuya, no lo presiones, estamos aquí para escucharlo y no para regañarlo.
Dijo Yabu con un tono mucho más tranquilo que el de Takaki, como si se tratase de su madre, era algo realmente curioso.
-¡¡Pero es que solamente eso nos faltaba!! Primero su actitud distante y deprimente sin motivo aparente, y ahora que se desaparezca por una noche sin siquiera avisarnos, ¿Acaso nunca imaginaste lo preocupados que estaríamos por ti Daiki?
Reclamó Yuya, estaba molesto, pero su mirada era triste, Daiki lo observó tímidamente por unos segundos y después simplemente bajó la mirada, estaba avergonzado.
-Lo siento, no quería preocuparlos… es que todo fue tan rápido…
Los tres observaron a Daiki, esperando a que continuara, pero el chico simplemente bajo la mirada y se quedó en silencio.
-¿A que te refieres? ¿Qué fue lo que paso?
Preguntó Hikaru con tono amable.
-Anoche… sin querer… tome el camino equivocado…
Sus amigos escuchaban con atención lo que Daiki les contaba, les explicó la forma en la que vio a Kei por primera vez y lo ocurrido con aquella banda peligrosa, de cómo Kei lo invitó a quedarse, más que nada, por su seguridad.

-¿Y por que no llamaste a tu casa?
Preguntó Yabu
-A decir verdad… lo olvidé por completo, todo fue tan rápido…
-Bueno, lo importante es que no te sucedió nada, corriste con suerte al encontrarte a ese chico
Declaró Hikaru con una sonrisa en el rostro, Daiki sonrió de igual manera pero fue Takaki quien rompió con aquella relajada atmosfera.
-No puedes andar confiando en las personas desconocidas así de fácil. ¿Cómo sabes que ese tipo no pertenecía a esa banda y que en realidad tiene cuenta con esos sujetos? Te pudo haber puesto en un verdadero peligro
Daiki simplemente bajó más la mirada.
-Ya, tranquilo, no lo regañes, afortunadamente nada malo paso, además es seguro de que Daiki no volverá a ver a ese chico, ¿cierto?
Preguntó Yabu con tranquilidad, Daiki no sabía que responder, no podía decir que no, después de todo, estaba dispuesto a volver esa noche, quería verlo de nuevo, en todo el día no se lo había podido sacar de la cabeza. Así que sin responder, simplemente sonriendo, cambio el tema para pedir un poco de ramen.

Después de aquel agradable rato con sus amigos, nuevamente, se encontraba de regreso a casa, esta vez más tranquilo, después de todo el contarle lo ocurrido a sus amigos le había ayudado a relajarse, sin embargo ahora no sabía como se iba a salir de su casa para poder ir a aquel lugar.
“No podré salirme tan fácilmente, no después de lo ocurrido… pero quiero verlo…-”
Al reaccionar bien sobre las últimas palabras, se detuvo en seco a mitad de camino, ¿Acaso estaba demasiado ansioso por ver a Kei de nuevo? ¿Por qué?
Se quedó pensativo un poco más, mirando hacia el frente, confundido, extrañado de sus propios pensamientos. ¿Por qué de repente se sentía de esa manera? Justo ese día se sentía deprimido, sin ánimos, vacío, y esa noche, desde que vio a Kei, todo cambió, ahora lo único que deseaba era verlo de nuevo, aunque solo fuese por unos instantes, todo era tan extraño e inexplicable para él.
De repente sacudió su cabeza con cierta brusquedad, solo así lograría despejar su mente de tales ideas.
“-Necesito pensar en otras cosas-”
Se dijo, después continuo con su camino, intentado distraer sus pensamientos con cualquier cosa.

Sin querer se había quedado dormido sobre aquel sillón, despertó gracias al sonido insistente de su teléfono celular. Con pereza lo sacó del bolsillo y respondió.
-¿Si?
-Inoo-kun, temo que tendré que cancelar nuestra cita, tengo compromisos importantes
-De acuerdo, no hay problema, después de todo no tenía muchos ánimos
-¿De verdad? Me alegra no decepcionarte entonces
-No te preocupes
-Te llamaré en estos días, ¿de acuerdo?
-Bien, adiós

Al finalizar la llamada, con pereza, se puso de pie, estiró sus brazos y bostezo.
-Tengo hambre…
Se dijo mientras se llevaba las manos al estomago, caminó rumbo a la cocina, y antes de llegar recordó que no había absolutamente nada, después de todo no tenía la costumbre de comer en casa.
Así que ligeramente de mal humor, tomó la tarjeta llave que se encontraba sobre la mesita de cristal en medio de la sala y salió del departamento.

Mientras caminaba por la calle no pudo evitar el pasar por el lugar en donde se había encontrado a Daiki la noche anterior, se detuvo sigilosamente y miró su reloj.
-¿Será que… aún es temprano?
Eran las ocho con diez minutos, no era tan tarde, después de estar ahí de pie por unos segundos, reaccionó.
-¿Pero que estoy esperando?
Se dijo con una sonrisa débil mientras se daba media vuelta para ir a algún lugar y poder comer algo.

Después de haber tenido una ligera plática con su madre y de haberse disculpado millones de veces, al fin estaba en su habitación, cansado, fastidiado, pero sobre todo, ansioso.
-Necesito hacer mi tarea de química…
Murmuró sin dejar de observar el blanco techo de su habitación mientras estaba recostado en su cama, sin moverse ni un centímetro.
-Tengo que bañarme…
Dijo de nuevo, pero su cuerpo continuaba sin reaccionar.
-Creo que mañana hay exámen de inglés… necesito estudiar
Por más que estaba conciente de todas sus actividades y pendientes, su cuerpo no reaccionaba, no se movía, era como si se hubiese quedado sin energía.
Perezosa y lentamente giró su cabeza, solo para ver el reloj despertador que se encontraba sobre el buró.
-Son las ocho… ¿y media?
Ante tal impresión, se reincorporo, ¿Cuándo se había hecho tan tarde?
Rápidamente se quitó el uniforme de la escuela y se puso ropa más cómoda, tomó su teléfono celular, un abrigo y salió de su habitación. Como pudo bajó por las escaleras, intentado no tropezar, y justo antes de llegar a la puerta, su madre lo detuvo.
-¿A dónde vas a esta hora Daiki?
-Eh… yo… yo… Takaki me acaba de llamar, necesita que le ayude con unas cosas… de la escuela, así que no tardo…
-¿Y por qué tienes que ir a si casa?
-Por que… por que… por teléfono no me entiende…
Su madre lo miró extrañada, pero después de unos segundos, solo le dijo.
-Esta bien, no tardes mucho, si vas a quedarte con él me avisas, ¿de acuerdo?
-Si, gracias, nos vemos
Y sin más, se puso raídamente los zapatos y salió a paso apresurado, casi corriendo. ¿Por qué estaba caminando tan desesperadamente? ¿Tanto era su deseo por volver a ver a Kei? Esto definitivamente no tenía ningún sentido, era alguien a quien apenas conocía, ¿Cómo era posible que no pudiese sacarlo de su mente durante todo el día? ¿Por qué ahora corría para llegar a aquella calle?
Ante tantas preguntas, se detuvo, no se había dado cuenta de que había estado corriendo con todas sus fuerzas, ¿Por qué?
-No tengo por que verlo…
Se dijo mientras recuperaba el aliento, curioso, miró a su alrededor mientras se llevaba las manos a la cintura, su respiración aún era muy agitada, de verdad que había corrido con demasiada fuerza.
Al darse cuenta de dónde estaba, comenzó a reírse estúpidamente.
-No puede ser…
Estaba en aquel lugar, en dónde había visto a Kei la noche anterior gritando desesperadamente, en donde sus miradas se cruzaron por vez primera.
-¿Qué demonios hago aquí?
Volvió a decirse mientras caminaba en pequeños círculos, después, al detenerse, pudo escuchar unos pasos acercándose, de inmediato un extraño nerviosismo le provocó un fuerte revoltijo en el estomago, tenía que esconderse, no quería ser visto, aún sin saber de quien se trataba, no quería ser visto por nadie, así que torpemente logró esconderse detrás de un poste, estaba todo ligeramente obscuro así que al menos si alguien lo veía no sería capaz de reconocerlo, al menos eso esperaba.
Estuvo oculto por unos segundos, los pasos sonaban cada vez más cerca, estaba preparado para correr si veía a aquellos sujetos nuevamente, pero lo que vio lo dejó completamente sorprendido, era lo que tanto esperaba ver.

Y es que al fin regresaba, después de haber comido un poco, en el camino había perdido un poco el apetito por andar pensando cosas, que para él, no tenían sentido, de todas formas había comprado algo extra por si más tarde le daba más hambre, no quería salir de nuevo así que tomó sus precauciones.
Nuevamente pasaba por el lugar en donde se había encontrado con Daiki, se detuvo nuevamente y miró a su alrededor.
-No creo que venga… ya es tarde
Dijo en voz baja mientras sonreía y continuaba con su camino tranquilamente.

Aún sorprendido y dejando escapar un suspiro de alivio, Daiki salió de su escondite, realmente no imaginaba encontrarse con Kei de esa forma, era demasiado… demasiada suerte… tal vez.
-¿Ahora que hago?
Se preguntó mientras observaba como Kei se marchaba. Y sin pensar bien en lo que hacía, comenzó a seguirlo sigilosamente. No entendía el por que lo hacía, simplemente se estaba dejando llevar por aquel extraño impulso, no estaba seguro si Kei se alegraría de verlo, pero nada perdía con intentarlo.

En cuanto llegó al edificio en dónde Kei vivía, observó como este entraba.
-Será mejor que me vaya…
Dijo mientras miraba a su alrededor, sin embargo sus piernas no reaccionaron, así que solo espero a que Kei se alejara, cuando lo vio entrar al elevador tomo la iniciativa de entrar al edificio.
Lentamente caminó hacia el elevador y presionó el botón. Esto, definitivamente, era una locura, no tenía nada que hacer en aquel lugar, ni siquiera sabía que le diría a Kei si lo veía, ni siquiera estaba convencido de querer verlo.
-¿Entonces que hago aquí?
Se preguntó en voz baja, bien, eso no lo sabía, simplemente había seguido a su impulso, sin darse cuenta que una parte de él deseaba ver a Kei a como diera lugar.
Mientras todo esto pasaba por su mente, las puertas del elevador se abrieron, así que sin más, entró, presionó el botón con el número seis y las puertas se cerraron. Poco después llegó al sexto piso, salio del elevador y caminó rumbo al departamento de Kei, a pesar de que solo había estado ahí una vez, lo recordaba perfectamente.
Ahora ya estaba frente a la puerta, leyó el nombre de Kei en la pared, respiró profundo, intentó tocar el timbre, pero no se atrevía-
-¿Por qué estoy aquí?
Volvió a preguntarse mientras daba un paso hacia atrás, se quedó observando la puerta tratando de encontrar una respuesta, o tal vez de encontrar el valor para tocar el timbre.
Y mientras pensaba un poco, un par de chicos pasaron junto a el, lo vieron un poco curioso y después murmuraron algo que llamó mucho la atención de Daiki.
-¿Otra vez? Tendremos que soportar ruidos extraños toda la noche
-Pues ya se había tardado, por un momento creí que ya se había terminado
-Esto es increíble, odio esto
Daiki siguió con la mirada a aquellos chicos que se quejaban, no lograba comprender bien de lo que hablaban, pero pensó que eso no tenía nada que ver con el.
-Después de todo, no tengo nada que hacer aquí
Dicho esto, estaba dispuesto a marcharse, cuando de pronto, la puerta del departamento se abrió.

Tenía ganas de salir a caminar un poco, después de todo no se sentía tranquilo, estaba extrañamente inquieto, pensando en la nota de Daiki, pensando en que tal vez el chico estuviese solo en aquel lugar, después de pensarlo comenzó a preocuparse y sin más tomó la iniciativa de salir de una buena vez sin pensar en más cosas, pero cual fue su sorpresa que al abrir la puerta, lo primero que sus ojos vieron, fue exactamente la razón por la que salía.

Ambos se miraron, estaban sorprendidos, Daiki no esperaba que Kei fuese a salir de esa forma, y Kei no esperaba que al abrir la puerta Daiki estuviese ahí de pie, frente a él.
-¿Que… qué haces aquí?
Fue lo único que Kei logró decir.
-Yo… pues yo… pasaba… por… aquí
Nervioso, fue lo único que logró responder.
-Oh… pasabas por aquí…
Notablemente seguían sorprendidos, se quedaron en silencio unos segundos más.
-¿Quieres… pasar?
Preguntó Kei.
-Pues… yo solo
-Pasa. Ya estas aquí.
Dijo mientras se hacia un lado y abría más la puerta, Daiki bajó un poco la mirada y sin más entró.
-¿Y que te trae por aquí?
Preguntó Kei tratando de sonar tranquilo al mismo tiempo que tomaba asiento en el sillón.
-Pues… no lo sé… solo… quería verte
Realmente Daiki no deseaba decir esas palabras, salieron sin querer, y cuando se dio cuenta Kei lo miraba sorprendido. Nuevamente se quedaron en silencio, uno bastante incómodo, así que Daiki intentó arreglar el problema.
-Quise decir que yo
-Querías verme… eso dijiste…
Kei bajó la mirada y juntó ambas manos para acercarlas a su barbilla.
-Yo…
Intentó hablar Daiki pero fue interrumpido.
-¿De verdad querías verme? ¿Para qué?
Daiki pensó en una respuesta, después de pensarlo un poco no lograba encontrar una buena razón, sobre todo para un “para”.
-Bueno… eso… no lo sé…
Kei suspiró y se recargó por completo en el respaldo del sillón al mismo tiempo que cruzaba las piernas y los brazos.
-Todo aquel que viene aquí es por una razón, ¿Acaso será la misma que la tuya?
Daiki continuaba sin entender muy bien la pregunta de Kei.
-No sé a que te refieres…
-¿Estás seguro?
Daiki pudo notar cierto tono de curiosidad con algo que parecía ser ¿seducción? Bueno, no estaba seguro, pero lo ponía de nervios.
-Ya te dije que pasaba por aquí y… y… pensé en pasar a saludar… eso es todo
-Oh… bueno, ya estás aquí, ya saludaste, así que ya te puedes ir
Dijo Kei con una extraña sonrisa en el rostro, ¿acaso quería probar si Daiki era capaz de marcharse tan pronto?
-Ah… si, tienes razón… es hora de marcharme
Dijo nervioso mientras miraba su reloj, pero justo antes de ponerse de pie, recordó lo que había escuchado anteriormente, acerca de las quejas de esas dos personas, deseaba saber, así que le preguntó a Kei.
-Hace rato escuche… a un par de vecinos quejándose… murmuraron algo mientras me observaban extrañamente… ¿Acaso sueles hacer fiestas con demasiado escándalo o algo así?
Preguntó ingenuamente, Kei simplemente sonrió más y se reincorporó un poco.
-Bueno, ¿parezco de esa clase de personas que hacen fiestas a mitad de la noche?
Daiki observó detenidamente a Kei, bien, no parecía ser esa clase de personas, entonces, ¿Por qué esos vecinos se quejaban?
-¿Entonces por que se quejan de que haces ruidos en la noche?
Su curiosidad estaba a punto de tocar un tema que tal vez no olvidaría en toda su vida.
-¿Tu que imaginas que pueda hacer en las noches?
La sonrisa en el rostro de Kei era cada vez mas traviesa.
-Pues… dormir… ¿Acaso roncas demasiado como para molestar a los vecinos?
De nueva cuenta la ingenuidad de Daiki divertía de sobre manera a Kei, así que sin poder evitarlo, dejó salir una carcajada.
-¿Por qué te ríes?
Preguntó Daiki ligeramente molesto ante la risa de Kei.
-Es… es que… no puedo creerlo… ¿Cómo llegaste a una conclusión así?
Kei no podía contener su risa mientras hablaba, le resultaba algo realmente divertido, mientras que Daiki infló ligeramente los cachetes en señal de molestia.
-Es en lo único que puedo pensar
Declaró en tono molesto mientras Kei continuaba riéndose.
-¿En verdad tienes 19 años?
Preguntó mientras dejaba de reírse lentamente.
-¿Por qué la pregunta? ¿Acaso te burlas de mi? Bien, me largo
Dijo molesto mientras se ponía de pie y se disponía a marcharse, sin embargo Kei lo detuvo, tomándolo rápidamente del brazo.
-Espera, ya estas aquí, y tu pregunta debe tener una respuesta, ¿acaso no tienes curiosidad?
Ahora que había dejado de reírse y que su expresión era ligeramente sería, Kei lucía realmente… apuesto.
-¿De… dejaras de reírte de mi?
Preguntó Daiki tratando de ocultar su nerviosismo,
-Siento haberme reído de esa forma, no pude evitarlo, nunca alguien me había preguntado si yo roncaba por las noches
Daiki miró extrañado a Kei, este al sentir la profunda mirada del menor se quedó perdido en aquellos ojos negros, mientras soltaba lentamente el brazo de Daiki.
-Entonces, ¿qué es lo que haces por las noches que causas tantas molestias?
-Bueno, no se si decírtelo… por que no mejor
Decía Kei mientras se acercaba lenta y sigilosamente al rostro de Daiki, este, al sentir la cercanía del menor, pudo sentir como sus mejillas ardían demasiado, su corazón se aceleraba de una manera alarmante y su mirada se perdía en los ojos de Kei.
Mientras tanto, Kei continuaba acercándose al rostro de Daiki, observando de cerca cada parte del hermoso rostro del menor, deseando a cada instante hacer de esa distancia mucho más corta, hasta que de pronto, sus labios rozaban con los del menor, y antes de continuar, dijo con voz suave, la cual le provocó un escalofrío a Daiki.
-Por que no mejor lo averiguas tu mismo
Y justo al decir estas palabras, sus labios se unieron con los de Daiki, en un suave contacto.
Daiki no sabía como reaccionar, era la primera vez que alguien… lo besaba, y lo que hacía de esta situación aún más extraña es que era un chico quien lo hacía, aunque, debía admitirlo, no era desagradable, en lo absoluto, el sentir los suaves labios de Kei sobre los suyos, su suave respiración sobre su rostro, respirar aquel aroma que se desprendía de su cuerpo, era algo completamente embriagante y agradable, así que sin más, cerró sus ojos lentamente, y de forma torpe, trató de corresponder a aquel contacto, convirtiéndose así en un beso completo.
Al sentir la respuesta de Daiki, algo hizo un “boom” dentro de su pecho, no era la primera vez que besaba a alguien, pero si la primera que sentía este clase de contacto tan ¿especial? Daba igual todo eso, en lo único que podía pensar ahora era en continuar con lo que hacía, los labios de Daiki resultaron ser extremadamente deliciosos al contacto, trato de preguntarse por que hacía esto con alguien que no lo buscaba como todos los demás, luego llegó a la conclusión de que ese detalle hacía del momento bastante diferente… muy cercano a algo especial. Al llegar a esa conclusión, otra vez ese “boom” volvió a resonar en su pecho, al mismo tiempo que aquel beso se intensificaba un poco más, ambos ya habían abierto sus bocas y comenzaban con un juego lento con sus lenguas y labios, intercambiando suspiros, era evidente que ambos realmente estaban disfrutando de este contacto.
Lentamente, ambos terminaron el beso, realmente no querían hacerlo, pero deseaban ver el rostro del otro, así que se separaron un poco. Daiki abrió los ojos lentamente, como si hubiese estado dormido, trataba de asimilar lo ocurrido pero era imposible, más aún teniendo el rostro y la mirada de Kei tan cerca.
-¿Esto… es lo que haces todas las noches?
Kei sonrió ante la tímida pregunta de Daiki, suavemente acarició su rostro y le dio un beso en la mejilla.
-Algo así
Dijo con voz amable y suave, un poco cerca del oído de Daiki, lo cual le provocó un nuevo escalofrío.
-¿Aún hay más?
Preguntó ingenuamente, Kei sonrió un poco y lo miró a los ojos.
-Si… pero, ¿no crees que ya fue suficiente por hoy?
Daiki no comprendía, ¿en verdad eso era todo lo que iba a suceder aquella noche? No iba a negar que se sentía decepcionado, aunque, ¿qué esperaba realmente?
Ante la evidente decepción en el rostro de Daiki, Kei le dijo.
-Ayer te dije que todo tiene un precio aquí y que no creo que puedas pagarlo… aunque
-¿Aunque?
La mirada de Daiki tenía un brillo especial, llena de una ilusión que a Kei le agradó bastante.
-Hoy me has hecho reír bastante, hace mucho que no me reía de esa manera
-¿Entonces?
De nueva cuenta Daiki tenía ese brillo especial en la mirada, Kei acarició nuevamente el rostro del menor y en un suspiro le dijo.
-¿No crees que es suficiente? No quiero ensuciar a alguien como tú
Dicho esto, besó nuevamente a Daiki en los labios, esta vez fue un beso más corto, pero igual de agradable y delicioso para el menor. Al terminar se alejó más.
-Creo que debes irte, ya es tarde
Ahora le daba la espalda, Daiki no comprendía muy bien todo, sin embargo no iba a irse ahora, no podía, no quería hacerlo.
-Quiero quedarme
Dijo con voz débil.
-¿Por qué?
Preguntó Kei con la misma voz débil, sin mirar a Daiki.
-No quiero irme, no ahora, por favor, déjame quedarme a tu lado esta noche
Esta vez Daiki se acercó un poco a Kei, quedando justo detrás de el.
-No puedes quedarte, no sin
-¡No voy a pagarte! ¡Deja de hablar como si fueras un objeto que tiene precio!
Estas palabras resonaron en la cabeza de Kei.
-He vivido así demasiado tiempo, por puro placer, una de mis reglas es no pasar la noche con nadie si no hay un precio
Kei dijo esto mientras se esforzaba por sonreír, tratando de que Daiki percibiera esa tranquilidad, sin embargo, lo que hizo el menor lo sorprendió bastante, dejándolo paralizado.
Y es que al escuchar las palabras de Kei, no pudo evitarlo y lo abrazó con fuerza, rodeando suavemente su cintura mientras hundía su rostro en la espalda del mayor.
-Yo… no tengo dinero… no quiero pagar por ti… solo… quiero estar contigo… no es necesario ir más lejos, solo quiero… dormir a tu lado… como anoche… por favor…
Estaba derrotado, no podía negarse, más bien, ya no quería negarse, ¿Por qué era tan difícil negarse? ¿Por qué no podía simplemente alejar a Daiki? Era algo imposible ahora, así que con delicadeza tomó las manos del menor, se soltó del agarre, entrelazó sus dedos con los de Daiki, junto sus frentes y le dijo con voz amable.
-Entonces es hora de dormir, debes estar cansado y yo también lo estoy
Completamente ruborizado, Daiki miró a Kei, su sonrisa, su mirada, era tan hermoso, así que torpemente asintió.

Ahora ambos ya estaban en la habitación de Kei, de nueva cuenta le había prestado un poco de ropa cómoda a Daiki, después se acomodaron en la cama.
-¿Estas cómodo?
Preguntó Kei.
-Si… gracias
-Sabes… eres muy diferente a lo que estoy acostumbrado
-¿Eh? ¿A que estas acostumbrado?
Preguntó torpemente mientras se giraba para mirar de frente a Kei.
-Pues, la mayoría solo quieren… ya sabes… tener sexo sin parar toda la noche…
Kei dijo esto con cierto tono de melancolía. Daiki observó detenidamente su rostro y no pudo evitar el preguntar.
-¿Y por qué lo haces?
-Mmm… buena pregunta…
Daiki se quedó esperando una respuesta mientras Kei pensaba en una.
-Una vez lo hice por diversión, no tenía nada que hacer y además quería dinero, te voy a ser sincero, las primeras veces fueron realmente divertidas y sobre todo productivas, me di cuenta que cuando eres joven más gente te solicita, pero después comencé a asquearme, ya eran demasiados adultos, demasiado pervertidos, pero una vez que comencé ya no supe como terminar, y sigo haciendo lo mismo
-¿Haz intentado terminar?
Preguntó Daiki con timidez.
-Ni siquiera lo había pensado, tal vez por eso me siento tan frustrado, además, no sé que haré cuando termine con todo esto, de alguna forma también estoy acostumbrado al ingreso económico que me deja todo esto
Sin darse cuenta, el rostro de Daiki expresó cierta molestia.
-¡Puedes hacerlo! Y si es por el dinero, es muy fácil que encuentres un empleo, tal vez no sea la misma paga pero sobrevivirás, además… si ya estás harto de acostarte con cualquiera, ¿por qué continuas?
Kei no respondió, simplemente observó fijamente el rostro de Daiki, era tan hermoso, así que sin más se acercó a él y lo besó.
Beso al cual Daiki tardó un poco en responder, sin embargo lo hizo, pudo sentir como Kei tomaba su rostro con ambas manos y lo acercaba un poco más, sin darse cuenta, él colocó sus manos sobre el pecho del mayor, acercándose también un poco más a su cuerpo.
De nueva cuenta, todo parecía avanzar a un ritmo lento, pero antes de sentir la necesidad de tocar más a Daiki, Kei se detuvo.
-Tal vez lo deje muy pronto
Dijo en un susurro mientras observaba el rostro de Daiki.
-Deberías hacerlo
Respondió un poco nervioso, justo después notó que sus manos estaban sobre el pecho de Kei, así que intentó quitarlas de inmediato, sin embargo este no se lo permitió y sin más lo abrazó tiernamente, pegándolo por completo a su cuerpo.
-Gracias Daiki… eres alguien que jamás espere conocer…
-De… nada…
Dijo tímidamente mientras se acurrucaba junto a Kei, acomodando su cabeza junto al cuello del mayor.
-¿Sabes algo?… Me gustas
Ante tal declaración, Daiki se sorprendió demasiado, intentó alejarse un poco para así poder ver el rostro de Kei, pero este se lo impidió, abrazándolo con un poco más de fuerza.
-No, no te separes, no ahora
Y es que Kei estaba completamente ruborizado por lo que acababa de decir, tanto que no deseaba que Daiki lo viese, ya que estaba seguro, esto no podía continuar.
-Por lo mismo de que me gustas, no quiero que estés a mi lado… no mereces estar con alguien como yo Daiki, así que por favor, no vuelvas
Estas palabras fueron demasiado duras, aunque fueron dichas con suavidad, a Daiki le oprimían el pecho, no, definitivamente no iba a aceptar eso, sin embargo, comenzó a formarse un nudo en su garganta, y sin poder contenerse más, unas lágrimas comenzaron a salir.
En cuanto Kei sintió algo húmedo sobre su pecho y escuchó un sollozo por parte de Daiki, lo alejó un poco pare ver su rostro, sin embargo Daiki no lo permitió y sin más, besó a Kei, era un beso suave y torpe, pero sobre todo, desesperado, deseaba poder transmitirle a Kei su deseo por no alejarse, el solo pensarlo le dolía demasiado, era evidente, a el también le gustaba, era increíble que a Daiki le gustase alguien con tal facilidad, sin embargo no podía evitarlo. Kei le gustaba.

Mientras se besaban, Kei podía escuchar los sollozos de Daiki, eran suaves pero llenos de un sentimiento que le dolían a Kei. No podía creer lo que estaba sintiendo en estos momentos, sobre todo con alguien a quien a penas había conocido, probablemente por que Daiki había llegado a su vida de la forma mas inesperada, no como todos los demás y sobre todo, que era alguien que no pedía su cuerpo a cambio de dinero, eso, junto con todo lo que era Daiki, lo hacía realmente diferente y único, sin embargo continuaba pensando que el menor merecía a alguien mejor, no a alguien como él.

A la mañana siguiente, Daiki despertó, los ojos le ardían y los sentía pesados, no supo por cuanto tiempo estuvo llorando y besando a Kei al mismo tiempo. Pensó que tal vez sería como la vez pasada y que despertaría solo, pero no fue así, Kei estaba a su lado, abrazándolo con la misma fuerza.
Después de haberlo observado unos segundos, Kei comenzó a abrir los ojos.
-Buenos días
Dijo con voz ronca mientras bostezaba, pero no soltaba a Daiki, este, avergonzado, dijo.
-Buenos… días…
-¿Dormiste bien?
Daiki simplemente asintió con la cabeza. Después de quedarse en silencio, el teléfono de Daiki comenzó a sonar, era su alarma.
-¡No puede ser!
Gritó mientras saltaba de la cama, alejando bruscamente a Kei, este, preocupado, preguntó.
-¿Qué ocurre?
-¡Tengo que ir a clase!
Kei sonrió aliviado.
-Es verdad, ¿a que escuela vas?
Preguntó curioso.
-La que esta cerca de la estación del parque
-Oh, sé cual es
-Debo irme…
Dijo mientras se cambiaba de ropa a toda velocidad.
-Esta bien
Dijo Kei mientras salía lentamente de la cama. En cuanto Daiki estuvo listo, miró a Kei fijamente.
-Voy a volver te guste o no
Ante la mirada seria de Daiki, Kei sonrió y se acercó a el.
-¿Acaso no te dije anoche que me gustas?
-No… no me refiero a eso… quiero decir que vendré de nuevo te parezca o no
Kei suspiró y tomó el rostro de Daiki entre sus manos.
-De eso hablamos después
Daiki observó el rostro de Kei y sin más, se puso de puntillas para así lograr besarlo, después del corto beso le dijo con todo el valor que pudo haber juntado.
-Me gustas
Ante tal confesión, Kei se sorprendió y ruborizó ligeramente, sin embargo sonrió amablemente.
-De acuerdo, definitivamente debemos hablar después, ahora ve a clases antes de que sea más tarde, aún debes pasar a tu casa
-¡¡Es verdad!!
Y sin más, salió corriendo de la habitación de Kei, después del departamento, a toda velocidad rumbo a su casa.

Al estar solo, pudo darse cuenta que no dejaba de sonreír torpemente.
-Daiki…
Dijo en voz baja mientras se llevaba dos dedos a los labios, volviendo a sentir la suave sensación de los labios de Daiki sobre los suyos. Después de eso se estiró un poco y mejor se dispuso a darse una ducha, la necesitaba. Al terminar de quitarse la ropa, notó algo en su cuerpo que estaba demasiado despierto.
-Después de todo es la primera vez que no hago nada de nada después de besar a alguien…
Y con una sonrisa derrotada, abrió la llave del agua fría y entró, tratando así de despejar su mente y sus deseos corporales.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Lo has leído y... ¿Te gusto? ¿No? ¿Sientes que algo faltó?
¡Me encantaría saber tu opinión sobre lo que acabas de leer! ^O^ Así que no dudes en hacérmelo saber, así podré mejorar un poquito más :3
De igual forma: ¡GRACIAS POR LEER!