sábado, 22 de mayo de 2010

I'm Yours [Cap. 9]

Capitulo 9

Seguía encerrado en su habitación sin ganas ni de dormir, estaba solo en casa así que al menos no tenía quien se preocupara por el y no lo dejaran hundirse en su tristeza sin interrupciones.
De pronto escucho el timbre resonar por toda la casa. No le importó, no desea moverse ni un milímetro, si era algo importante ya regresara otro día, pensó, así que sin moverse trató de cerrar los ojos.

Al fin había logrado tocar el timbre, el corazón le latía con fuerza, de cierta forma tenía miedo de ver a Yuto, tal vez no podría soportar el verlo tan mal como se lo imaginaba.
Sin embargo los minutos pasaron y no salía nadie, esto lo inquietaba.
-Se supone que debe estar en casa… ¿Por qué demonios no me abre?-
Murmuró, entonces volvió a tocar el timbre, pero nada, Yuto no salía, esto comenzaba a preocuparlo un poco.
Miro cuidadosamente a su alrededor, la calle estaba vacía, le hecho otro vistazo a la casa, no había señales de que alguien fuese a abrir, así que se acercó a la puerta, tocó la perilla y trató de girarla lentamente, funcionó, la casa estaba abierta, y sin importarle el hecho de que estaba invadiendo una propiedad ajena, entró en la casa sigilosamente, cerrando la puerta, si se encontraba a la madre de Yuto ya se disculparía con alguna excusa.
Afortunadamente parecía que no había nadie, todas las luces estaban apagadas, pero estaba seguro de que Yuto estaba en casa, si no ¿por que Keito le había pedido que fuera a verlo?
Lentamente logró llegar a las escaleras, ¿Estaría bien subir? No estaba seguro de que fuese una buena idea, después de todo, ¿Qué hacia entrando a la casa de Yuto de esa forma?
Las dudas comenzaron a invadirlo, y sin saber bien que hacer, se sentó en el primer escalón de las escaleras y se quedó ahí, pensativo en plena obscuridad, así, los recuerdos invadieron su mente.

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Los días junto a Yuto eran los mas maravillosos que jamás pudo haberse imaginado, todo parecía ser perfecto, claro, si tenían sus pequeñas diferencias y peleas, pero nunca nada que no pudiera arreglarse con un suave y delicioso beso que Yuto siempre le daba cuando se molestaba con el.

Una tarde, Yabu los invitó a todos a su fiesta de cumpleaños, tristemente Ryosuke no podía asistir, tenía trabajo.
-Si tu no vas yo tampoco iré, no tiene caso que vaya si no estas tu-
Le dijo Yuto para animarlo un poco.
-Tienes que ir, es el cumpleaños de Yabu, no importa que yo no este, puedes divertirte un rato-
Insistió Ryosuke.
-No, prefiero quedarme en casa-
-Para nada, Yabu cuenta con la presencia de los que no estamos ocupados, así que no le puedes fallar-
Aclaró Ryosuke mientras le daba a Yuto una palmadita en la espalda.
-Esta bien… iré un rato…-
-Así se habla-
Expresó animado ante la cara de resignación de Yuto.

No tenía idea de lo que sucedía en aquella fiesta, el estaba ocupado grabando, trataba de imaginarse a todos cantando y haciendo bromas como de costumbre. Era triste el no poder estar ahí, pero trabajo era trabajo y no había nada que hacer al respecto.

Al día siguiente era día libre, quería ver a Yuto y preguntarle acerca de la fiesta de Yabu, después de todo tenía curiosidad por saber lo que había ocurrido, al menos eso no lo haría sentirse tan mal por no haber asistido.
Caminaba normalmente por las calles, quería sorprender a Yuto con su visita, y entonces, en el camino, sin querer, se topo con Takaki y Hikaru quienes caminaban alegremente en dirección a el.
-Hola Yama-chan-
Saludó Takaki muy animado.
-Hola-
Respondió Ryosuke con una sonrisa.
-¿Qué tal el trabajo? De lo que te perdiste ayer-
Le dijo Hikaru animadamente.
-Pues mas o menos, me hubiera encantado asistir pero no pude…-
Dijo Ryosuke, esto ultimo con un tono desanimado.
-Pues pasó de todo, sin querer embriagamos a Keito-
Confesó Takaki con cara de culpabilidad.
-¿Qué? ¿Cómo?-
Preguntó Ryosuke sorprendido, no podía imaginarse a Keito ebrio, era algo imposible.
-Lo que pasa es que la idea de llevar un poco de alcohol fue de Yabu y mía-
Dijo Takaki aún con un poco de culpabilidad.
-Pero compramos sodas de sabor para los menores, tu sabes, es ilegal darles de beber a ustedes-
Dijo Hikaru tratando de ocultar su culpa.
-Pero en determinado momento, mientras todos cantábamos alegremente, todas las bebidas quedaron en una sola mesa, afortunadamente Ryutaro y Yuto sabían cuales eran las suyas, pero Keito es medio despistado y…-
A Takaki le costaba confesar aquello.
-Tomo una bebida de nosotros que tenía alcohol y bueno, con un vaso casi a la mitad tuvo suficiente para embriagarse-
Declaró Hikaru con la misma expresión de culpabilidad que Takaki, Ryosuke no podía creer lo que escuchaba.
-¿Y que paso?-
-Pues se puso todo extraño, más que de costumbre, en una de esas quiso bailar con Yuto, y este solo por seguirle la corriente acepto, pero… ah esto es vergonzoso-
Dijo Takaki mientras se frotaba los ojos con la mano.
-¿Qué? ¿Qué paso?-
Pregunto Ryosuke preocupado, después de todo Yuto estaba involucrado en aquella platica.
-Pues… cayeron al suelo y…-
Era difícil decirlo, sin embargo Ryosuke se desesperaba por que Takaki no decía las cosas claras, estaba comenzando a preocuparse.
-¿Qué fue lo que paso? ¿Yuto esta bien?-
-Si… supongo que lo esta-
Dijo Takaki un poco apenado.
-¿Qué fue lo que ocurrió?-
Takaki no sabía como decirlo, así que fue Hikaru quien lo dijo.
-Cuando cayeron al suelo se besaron, fue todo un espectáculo-
Ryosuke estaba en shock, no podía creer lo que escuchaba.
-Y lo mejor es que ambos parecían disfrutarlo-
Agregó con cierto tono de broma en la voz.
-Tomé una fotografía con mi celular, mira-
Le dijo Hikaru mientras le mostraba aquella imagen en su teléfono, era cierto, ambos parecían disfrutar de aquella situación puesto que Yuto abrazaba a Keito de la cintura, aparentemente también tenía los ojos cerrados, correspondiéndole totalmente. No podía, no quería creerlo, Yuto besando así a Keito, ¿Por qué?
-¿Verdad que es vergonzoso?-
Dijo Takaki al ver la cara de Ryosuke, ingenuamente sin pensar que la cara de Ryosuke reflejaba sorpresa y no vergüenza.
-En verdad debiste verlo, no se separaban-
Afirmo Hikaru con una risita burlona, esto fue suficiente para destrozar por completo a Ryosuke, sabía que Hikaru y Takaki no tenían ninguna intención de lastimarlo, puesto que ellos no sabían nada acerca de la relación entre el y Yuto, pero no podía seguir ahí, así que sin más se dio media vuelta y se fue corriendo, dejando a Takaki y a Hikaru sorprendidos por su reacción y sin entenderlo muy bien.

Mientras corría no sabía a donde ir, la imagen de Keito y Yuto besándose no salían de su cabeza.
“-Tiene que ser mentira…. Tiene que ser mentira-”
Se decía una y otra vez mientras corría por las calles, no quería ir a casa, así que solo siguió corriendo sin rumbo alguno, le daba igual si las fans lo veían o no, solo deseaba escapar, correr muy lejos hasta encontrar a alguien que le dijera que eso era una mentira, una broma, que no era verdad que Yuto y Keito se habían besado de esa manera.

Al día siguiente, en la escuela, se encontraba sentado en su pupitre con la mirada perdida y con los ojos ligeramente hinchados. Después Yuto se acercó a el como siempre, saludándolo animadamente, con esa sonrisa despreocupada y aquella voz tranquila.
-Buenos días-
Pero Ryosuke solo lo miró fríamente, se puso de pie y dijo.
-¿Cómo fuiste capaz de hacer algo así?-
Yuto confundido dijo.
-¿De que hablas?-
-¿Y todavía preguntas? ¿Por qué no vas con Keito y lo besas de nuevo? Así sabrás de lo que hablo-
Dijo con una risita burlona en los labios.
-Espera… ¿Quién te dijo?-
Preguntó Yuto confundido.
-Eso no importa, jamás lo imaginé de ti, no cabe duda que te encanta engañar a la gente-
Expresó Ryosuke conservando aquella risita burlona en su rostro.
-Espera Ryosuke, esto tiene explicación, no se que te habrán contado pero escucha-
Dijo Yuto mientras agarraba a Ryosuke del brazo.
-¡No me toques! No me interesa saber lo que tengas que decir, ya sé suficiente, me das asco-
Y mirando a Yuto fríamente se alejó del salón, sin importarle las clases, simplemente se marchó, dejando a Yuto solo y confundido.
Desde ese día Yuto lo buscaba, le rogaba, le implorara que lo escuchará, pero Ryosuke se sentía demasiado herido como para aceptar, tratando a Yuto de la peor manera posible.

---------

Al recordarlo todo unas lagrimas comenzaron a correr por sus mejillas.
“-¿En verdad deseo perdonarlo?-”
Pensó mientras recargaba su cabeza en la pared, estaba a escasos pasos de distancia de Yuto, y sin embargo seguía sintiéndolo tan lejos.

Mientras tanto, Yuto estaba en su habitación, estaba tan hundido en su pequeña obscuridad que ni siquiera había escuchado la puerta abrirse, mientras nadie lo molestara nada importaba ya.
“-¿Qué debo hacer?-”
Pensó, estaba desesperado, anhelaba ver a Ryosuke, tenerlo frente a el, abrazarlo, besarlo, como siempre lo hacia cada vez que se peleaba, ¿Por qué no todo esto podía solucionarse de esa manera? No dejaba de arrepentirse de la decisión que había tomado de ir a aquella fiesta.
“-Si no hubiese ido nada de esto estuviera sucediendo…-”
Pensó, entonces unas furiosas lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos, después una desesperación comenzó a invadirlo, poco a poco se reincorporó de la cama, se levantó y miró por la ventana al claro cielo nocturno, deseaba poder estar junto a Ryosuke, saber que podía abrazarlo y besarlo, estar a su lado, pero ya no era posible, puesto que el se negaba a escucharlo y a estar de nuevo a su lado, se sentía morir lentamente y sin poder contener más aquella frustración, dejó salir un fuerte grito de dolor, tan fuerte como sus pulmones se lo permitían, gritó tan fuerte que las energías de su cuerpo se desvanecieron haciéndolo caer de rodillas al suelo, poco a poco aquel grito se fue apagando, volviendo así aquellas furiosas lágrimas.
-Ryosuke…-
Dijo en voz baja.

Al preguntarse tantas cosas, en plena obscuridad, escuchó un grito que lo sorprendió bastante, tanto que no pudo moverse, estaba asustado, poco a poco reconoció que aquel grito debía ser de Yuto, pudo sentir aquel dolor que Yuto dejaba salir de su voz, esto le provocó una fuerte punzada en el pecho a Ryosuke, después unas tremendas ganas de estar a su lado, abrazarlo y decirle que nada pasaba, así que sin más, mientras aquel grito se apagaba poco a poco, se puso de pie lo más rápido que pudo y comenzó a subir las escaleras, después, al estar frente a la habitación de Yuto abrió lentamente la puerta, todo estaba obscuro, pero no lo suficiente para no ver a Yuto, el cual estaba de rodillas en el suelo, llorando descontroladamente, después escucho como este susurraba su nombre.
-Ryosuke…-
Aquello le causo tanto dolor, realmente Yuto estaba sufriendo, demasiado, ¿Acaso esto lo convertía a el en el malo de la historia?
Al ver a Yuto así no pudo más y camino directo a donde este se encontraba, y sin más, se arrodillo detrás de el y lo abrazó fuertemente.

En cuanto sintió como alguien lo abrazaba fuertemente se sorprendió, pero al percibir aquel suave aroma que solo le pertenecía a una sola persona se tranquilizo y bajo la cabeza.
-Detente-
Dijo Ryosuke mientras intentaba contener las lagrimas.
-Deja de lastimarte así… por favor Yuto-
Yuto no dijo nada y siguió sollozando suavemente mientras Ryosuke se aferraba con más fuerza a el.
-Todo tu dolor es mi culpa, si no fuese tan orgulloso tu no estarías así… perdóname-
Y sin poder evitarlo más, Ryosuke comenzó a llorar más fuerte, aferrandose más y más a Yuto. Este lentamente tomó las manos de Ryosuke y logró que lo soltará, después se puso de pie.
-Tu no tienes por que disculparte…-
La voz de Yuto estaba débil, sin vida, era como si el verdadero Yuto hubiese muerto y ahora lo que tenía enfrente era solo un muñeco.
-Te equivocas, debí escucharte, si tanto te quería debí escucharte, sin embargo no lo hice, por favor Yuto perdóname…-
Así, Ryosuke se puso de pie y limpio sus lagrimas. Lentamente Yuto se giró para verlo, Ryosuke se sorprendió al ver su cara llena de tristeza y así, de nuevo, sus ojos comenzaron a llenarse de lagrimas.
-Yo soy el que te debe una disculpa… de verdad… debes saber que yo no bese a Keito… fue todo un accidente lo que-
Decía Yuto con voz débil, pero entonces Ryosuke lo interrumpió, abrazándolo con fuerza, para después besarlo sorpresivamente para impedir que Yuto intentara seguir hablando.
A Yuto le costaba creer que esto estaba ocurriendo, podía sentir al fin los suaves labios de Ryosuke sobre los suyos, besándolo con ternura, lentamente Yuto pudo sentir como su cuerpo reaccionaba, era como si la luz que necesitaba para salir de la obscuridad apareciera lentamente. Así fue como comenzó a responder a aquel beso, tomando a Ryosuke de la cintura, pegándolo suavemente a su cuerpo mientras ambos se unían en un beso suave, lento y profundo. Ambos deseaban no separarse, sin embargo la falta de aire los obligo a hacerlo.
A pesar de la obscuridad casi total, ambos podían verse fijamente a los ojos, y fue cuando Yuto pudo distinguir en el rostro de Ryosuke aquella sonrisa que tanto anhelaba ver desde hace ya mucho tiempo atrás.
-En verdad, quiero que sepas que en aquella ocasión con Keito todo-
Pero de nueva cuenta Ryosuke lo interrumpió con un pequeño beso, en el cual se separó casi de inmediato.
-Ya no quiero escucharlo, no importa ya, olvidemos todo esto, lo único que deseo y quiero ahora es estar a tu lado, solo quiero que me perdones por haberte causado tanto daño con mi indiferencia, Yuto, tu eres lo más importante para mi de eso jamás tengas duda-
Lentamente aquella luz en su interior se expandía con cada palabra que Ryosuke pronunciaba.
-Y sabes, tenías razón, nunca nadie va a amarme tanto como lo haces tú, por que de igual forma te amo yo a ti-
Poco a poco Yuto sentía que todo era claro de nuevo, y como sus ojos se llenaban de lagrimas que deseaban salir por la alegría de escuchar esas palabras.
-Te amo Ryosuke-
Dijo Yuto conteniendo sus ganas de llorar.
-Yo igual te amo Yuto-
Así, Ryosuke se levanto de puntillas solo para poder rodear el cuello de Yuto con ambos brazos y así besarlo de nuevo, entonces, sin poder contenerse más, Yuto sentía como las lagrimas salían lentamente de sus ojos. Al sentirlas, Ryosuke se separó un poco de Yuto y con un cálido beso limpió aquellas lagrimas que salían sin cesar.
-Ya no llores-
Le dijo con una sonrisa.
-Lo siento-
Dijo Yuto tímidamente. Después Ryosuke abrazó de nuevo a Yuto, este igual abrazó al chico de vuelta, fuertemente, solo para convencerse de que eso no era un sueño, así ambos se dejaron caer sobre la cama, y aún abrazados se quedaron profundamente dormidos, sin deseos de soltarse nunca más.

Esa mañana Chinen llegaba a la escuela, no dejaba de sentirse preocupado por Yuto y por Ryosuke.
“-No puedes meterte… deja de pensar en eso-”
Se decía mientras se acercaba más y más a la entrada. De pronto vio algo que lo dejo completamente sorprendido, a unos cuantos pasos iban Ryosuke y Yuto platicando muy alegremente, Chinen trato de acercarse discretamente.
-No puedo creer que creyeras todo lo que Hikaru y Takaki te dijeron… sabes lo mucho que ellos tienden a exagerar las cosas-
Le dijo Yuto en tono de regaño a Ryosuke, este un poco fastidiado dijo.
-Lo sé, pero no pude evitarlo, esa foto cuadraba exacta con su retrato-
-Una foto de mala calidad…-
Dijo Yuto sarcásticamente.
-De acuerdo, quedamos que ya ninguna conversación al respecto ¿de acuerdo?-
Dijo Ryosuke un poco fastidiado.
-De acuerdo-
Dijo Yuto con una sonrisa, y dándole un beso a Ryosuke en la frente le dijo.
-Mejor nos damos prisa-
Ryosuke se ruborizó y miró sonriente a Yuto, después tomo su mano y ambos comenzaron a caminar más de prisa rumbo a la escuela.
Chinen había visto esta pequeña escena, se ruborizó un poco, eran demasiado lindos, después dejo salir un suspiro de alivio, ya no tenía de que preocuparse, así que continuo caminando rumbo a la escuela.
Mientras lo hacia recibió un mensaje que cambio por completo su día.

“Chinen.

Hoy terminan mis grabaciones. Tengo unos planes para esta semana,
¿Podemos hablar más tarde?

Yuma.”

Al fin, lo que tanto había esperado al fin se presentaba, no podía esperar para poder hablar con Yuma al respecto.

jueves, 20 de mayo de 2010

I'm Yours [Cap. 8]

Capitulo 8

Decidido a encontrar respuestas, tomo su teléfono, pensaba en llamarle a Keito, pero después recordó que eso no iba a ser necesario, hoy tenían ensayo en la compañía y de todas formas lo vería, después de todo era mejor hablar frente a frente que por teléfono.
Así que dejo salir un suspiró y se dejó caer sobre la cama, mirando hacia el techo, todo era un misterio, por lo que Keito le había dicho, y al ver su cara, casi estaba seguro de que lo que estaba sucediendo entre Yuto y Ryosuke no era una simple pelea. Pero, ¿Por qué Yuma estaba tan extraño? No era la primera vez, casi podía asegurar que el sabía algo y que no se lo iba a decir tan fácil.

Después de unos minutos de estar ahí de pie sin lograr moverse, el cuerpo le pesaba, se sentía realmente mal.
-¿Por qué tuvo que suceder todo esto?-
Murmuró mientras se dejaba caer de rodillas al suelo, le dolía el pecho, no quería perder a Yuto, ¿Por qué era tan difícil perdonarlo?
-Ryosuke…-
Escuchó como alguien lo llamaba, levantó la cabeza solo para encontrarse con Yuto frente a el, había regresado. Lentamente pudo ver como Yuto se arrodillaba frente a el, entonces pudo sentir como el chico acariciaba su rostro, al parecer limpiaba el rastro de las lagrimas que inconcientemente habían escapado de sus ojos.
-Yu… Yuto…-
Logró decir, no sabía que hacer. Este, sin decirle nada a Ryosuke lo abrazó dulcemente.
-Perdóname…-
Dijo Yuto con voz débil, Ryosuke pudo sentir como Yuto temblaba, entonces, sin pensarlo más, lo abrazó de vuelta, aferrandose fuertemente a Yuto, como si desease que jamás lo volviera a dejar solo.
-¿Podrás escucharme ahora? Es todo lo que pido-
De pronto, las dudas aparecieron en su cabeza, no quería escucharlo, no estaba seguro de lo que deseaba realmente, tenia miedo. Así que lo único a lo que atino a hacer fue soltar a Yuto, esta vez no lo empujó, simplemente se alejó un poco.
-No… ahora no… lo siento…-
Y poniéndose de pie lentamente, miró a Yuto fugazmente y se alejo.

Kento se sentía mal, tal vez no debió de hablarle así a Chinen, estaba consiente de que no tenía por que meterse, pero Yuma era su mejor amigo, no podía dejar las cosas así.
De pronto, Yuma y Kento tuvieron unos minutos libres, así que Kento aprovechó para hacerle la platica a Yuma.
-¿Cómo estas?-
Yuma miró a Kento y le respondió tranquilamente.
-Cansado…-
Después ambos se sonrieron.
-¿Ya hablaste con Chinen-kun?-
Preguntó Kento un poco nervioso.
-Si hablé con el, pero quien me explicó las cosas fue Yuto-kun-
-¿Nakajima-kun?-
Exclamó Kento un poco sorprendido.
-Sé por que Chinen abrazaba a Yamada-kun, no cabe duda que Chinen es demasiado noble…-
Esto último lo dijo como si no le agradara, Kento lo notó y no pudo quedarse con la duda.
-¿A que te refieres?-
Yuma suspiró.
-Antes, Yuto y Yamada tuvieron una relación, pero ocurrió algo que hizo que Yamada terminara con Yuto, pero este se aferra a poder explicarle las cosas a Yamada, pero no ha podido ser posible, y ahora, como capricho, Yamada quiere aferrarse a Chinen… entonces por alguna razón Yamada lloraba, Chinen lo vio y como lo aprecia mucho como amigo le brindo apoyo con un abrazo, eso fue todo, aunque sé lo que Yamada planea hacer no puedo dejarme llevar por eso, al principio eso me preocupo… pero ahora deseo tener confianza para no dudar de Chinen, después de todo es demasiado importante para mi y no pienso separarme de el-
Kento estaba sorprendido y maravillado al ver la forma en la que Yuma expresaba sus sentimientos hacia Chinen.
-Que complicado… si sabía que había algo entre Yamada-kun y Nakajima-kun pero no imaginé algo así. No cabe duda que Chinen-kun es una persona afortunada-
Dijo Kento muy animado mientras le daba una palmadita en la espalda a Yuma, después ambos sonrieron y comenzaron a hablar de otras cosas menos importantes.

Cuando llegó al ensayo, Chinen buscaba específicamente a Keito, pero este no había llegado aún, así que no tuvo más opción que esperarlo. Algunos de los chicos ya estaban ahí, Yabu, Hikaru y Takaki jugaban torpemente frente al espejo, Kei y Daiki platicaban muy juntos en un rincón.
“-Que envidia…-”
Pensó Chinen al imaginar que el podría estar igual con Yuma de no ser por que este tenía mucho trabajo por ahora. Después observo como Ryutaro llegaba junto con Ryosuke, era algo extraño, pero tal vez se habían encontrado en el camino y por eso llegaban juntos. Su mirada estaba clavada en Ryosuke, esperaba verlo diferente, algo que le diera una pista de lo que ocurría, pero nada, el chico estaba tan normal como de costumbre, probablemente aparentando, pensó.
De pronto, la persona que esperaba llego, pero no tenía un buen presentimiento, normalmente Keito llegaba muy animado, saludando a todos alegremente, pero esta vez no fue así, ya que al entrar, Chinen notó que Keito tenía una cara algo triste. Lo siguió con la mirada y observó como le susurraba algo a Yabu en el oído, entonces este repentinamente se puso serio.
-Bueno chicos, es hora de comenzar, ya estamos completos-
“-¿Completos? Eso no es verdad, falta Yuto-”
Pensó Chinen, y entonces fue que Ryutaro hizo la pregunta que el pensaba hacer.
-Aún no llega Yuto, ¿No lo vamos a esperar?-
Yabu suspiro y recargo sus manos en su cintura.
-Yuto no va a venir hoy, Keito me acaba de decir que esta enfermo y necesita descansar, así que nosotros no podemos atrasarnos más, en cuando el pueda volver le ayudaremos a recuperarse ¿de acuerdo?-
Todos asintieron ante la explicación de Yabu y comenzaron a tomar sus posiciones para iniciar con el ensayo.
“-¿Yuto enfermo? Es demasiado extraño…-”
Pensó Chinen mientras se veía en el espejo, después su mirada buscó a Ryosuke y se sorprendió al ver la cara de depresión que el chico tenía, esto no pintaba nada bien, tenía que saber lo que estaba ocurriendo.

En cuanto los ensayos terminaron, Chinen trató de no perder a Keito, quería hablar con el, así que en cuanto estuvo listo tomo sus cosas y lo alcanzó en la puerta.
-Keito, ¿Puedo hablar contigo?-
El chico miró confundido a Chinen, sin embargo acepto.
Ambos entraron de regreso al salón de ensayos y tomaron asiento en un rincón.
-¿Qué ocurre?-
Preguntó Keito.
-Sé que tal vez no este bien preguntarte esto, pero sé que tu sabes algo, ¿Qué ocurre entre Yama-chan y Yuto?-
Keito se quedó en silencio, miró tímidamente a Chinen, mientras que este miraba fijamente a Keito, en la espera de una respuesta.
-Ya te lo dije, yo no soy la persona indicada para decirte las cosas, si quieres saber algo pregúntale directamente a ellos-
Esta respuesta no satisfacía la curiosidad de Chinen y su necesidad por saber, así que trató de obtener información de otra forma.
-Sé que ambos tienen alguna clase de conflicto, al principio pensé que era algo sin mucha importancia, pero he notado que tanto Yama-chan como Yuto están muy extraños, simplemente no me gusta verlos así-
Keito se limitó a bajar la cabeza.
-Solo dales tiempo, se que pronto arreglaran sus diferencias-
Esta vez Keito le mostró una sonrisa tranquila a Chinen, lo cual le dio a entender que no debía preguntar más, puesto que no iba a obtener una respuesta clara.
De pronto, Ryosuke paso cerca de ellos, al verlo, Keito se puso de pie rápidamente y dejando a Chinen solo sin decirle nada se fue tras el, y antes de que saliera del salón, Keito tomo a Ryosuke del brazo.
-¡Suéltame!-
Dijo Ryosuke en voz alta, Chinen se sorprendió bastante al escucharlo y al mirarlo tan molesto.
-Tienes que ir a verlo-
Le dijo Keito mientras lo tomaba con más fuerza, después lo miró fríamente, soltó con brusquedad el brazo de Ryosuke y se marcho. Esto elevó mas la confusión de Chinen, ¿Qué estaba pasando realmente?
Mientras tanto, Ryosuke seguía ahí de pie, al parecer no había notado la presencia de Chinen y cuando lo hizo se sorprendió bastante.
-¿Aún sigues aquí?-
Preguntó tratando de mostrarle a Chinen una sonrisa tranquila, sin embargo esto no lo tranquilizaba en lo absoluto.
-Yama-chan… ¿Qué esta ocurriendo?-
Logró preguntar con un poco de timidez.
-No es nada… ya que estas aquí te invitó a cenar, ¿te parece?-
Esta era su oportunidad de pensar en cualquier cosa menos en Yuto, necesitaba distraerse. En cambio Chinen pensó que era la oportunidad perfecta para hablar con el así que acepto.

Yuto se encontraba solo en su habitación, con la luz apagada, la única iluminación que tenía era la de la calle, no deseaba levantarse de donde estaba, ahí tumbado en su cama con la mirada clavada en el techo.
-¿Qué voy a hacer? Siento que… no puedo más…-
Se dijo en voz baja, en verdad se sentía muy mal, el no poder estar de nuevo con Ryosuke lo estaba afectando demasiado, en verdad se había convertido en la persona más importante para el y el no tenerlo lo hacia sentirse miserable.
Deseaba poder dormir, pero no lograba siquiera cerrar los ojos, y justo estaba a punto de llorar cuando recibió una llamada, era Keito.
-Yuto… ¿Cómo te encuentras?-
La voz de Keito sonaba muy preocupada, en cambio la de Yuto al responder fue vacía.
-Igual-
-Yuto… ya no puedes seguir así, tienes que hacer algo o terminaras por enfermarte-
-¿Enfermarme? Si pudiera morir no estaría mal ahora…-
-No digas eso… sabes que esa no es una solución-
Le dijo Keito bastante serio.
-Lo sé… pero… pero… ya no sé que más puedo hacer…-
La voz de Yuto comenzaba a quebrarse.
-Déjame hablar con el, por favor, esto también es culpa mía, solo deja que yo le explique las cosas-
-No lo hagas, esto tengo que arreglarlo yo, además no es tu culpa-
Yuto trataba de sonar lo más tranquilo que podía.
-Chinen me ha preguntado acerca de ustedes, no le he dicho nada, pero esta muy preocupado por ustedes, cree que pasa algo muy malo y no esta equivocado del todo-
Yuto dejo salir un suspiro.
-No le digas nada, no tiene por que saberlo, si se entera puede que se moleste con alguien-
De inmediato Yuto pensó en Yuma, sabía que si Chinen se enteraba de todo comprendería el por que Yuma había estado tan inseguro y de seguro se molestaría con el, aunque no sería nada grave, aún así no era necesario.
-No te entiendo-
Dijo Keito muy confuso, Yuto solo dejo salir una risa débil.
-No es nada importante-
-Le dije que fuera a verte-
De inmediato el poco humor que estaba surgiendo en Yuto se apago de nuevo.
-No vendrá, estoy seguro…-
-Yuto… eres mi mejor amigo, no me gusta verte así… por favor tienes que recuperarte-
-Gracias… lo haré… lo prometo-
Keito dejo salir un suspiro.
-Debo irme, nos veremos mañana-
-Si, hasta mañana-
De despidió, y así ambos colgaron, Yuto seguía recostado en su cama.
-Keito tiene razón… pero… voy a intentarlo por ultima vez…-

Chinen y Ryosuke estaban en el restaurante en donde todos solían comer juntos, pero esta vez solo estaban ellos, ya habían ordenado, Chinen no sabía como sacarle tema a Ryosuke sobre Yuto.
-Yama-chan-
-¿Nunca dejaras de preguntar cierto?-
Preguntó Yamada en tono de broma, Chinen se avergonzó y solo movió la cabeza afirmativamente.
-De acuerdo, no es mucho realmente, estoy enojado con el, me traicionó y no lo puedo perdonar, eso es todo lo que hay que saber-
Chinen quedó sorprendido.
-¿Te… traiciono? ¿Yuto?-
-Si-
Afirmo Ryosuke fríamente mientras tomaba un poco de agua.
-¿Pero… que fue-
-No preguntes más por favor ¿si?-
Pidió Ryosuke amablemente, Chinen comprendió que tal vez el no quería hablar del tema, por lo que solo termino diciendo.
-De acuerdo, solo sé que Yuto esta sufriendo, lo he notado, si de verdad te importa arregla las cosas con el, tal vez tenga algo importante que decirte-
Y sin más, Chinen clavo la mirada en su comida y comenzó a comer, Ryosuke lo miró sorprendido pero no dijo nada.

La cena con Chinen terminó, no había sido la mejor cena de su vida, fue un poco incomoda, pero como siempre, fue Chinen quien sacaba un tema de conversación para tratar de amenizar el ambiente.
Ryosuke caminaba solo rumbo a casa, pero por alguna razón se desvió en el camino sin darse cuenta, simplemente caminaba sin prestar atención, fue entonces cuando notó que la calle por la que caminaba no era la suya.
-¿Qué demonios hago aquí?-
Se preguntó, estaba de pie justo afuera de la casa de Yuto.

Chinen llegó a casa tranquilamente, sentía que no debía ni tenía por que seguir preguntando acerca de Yuto y Ryosuke, a fin de cuentas era solo un problema de los dos, ahora solo le quedaba hablar con Yuma, quería saber el motivo de su inseguridad. Miro su reloj.
“-Ya debe estar desocupado-”
Pensó, así que tomo su teléfono y comenzó a marcar, instantes después Yuma respondió.
-Chinen, ¿Ocurre algo?-
Yuma sonaba un poco somnoliento, al parecer lo había despertado.
-Perdón, ¿dormías?-
-No te preocupes, sé que no es tan tarde, pero me quedé dormido-
-Disculpa por despertarte-
Dijo Chinen un poco apenado.
-No importa, ¿Pasa algo?-
Preguntó Yuma, la voz de Chinen no sonaba con normalidad y esto lo preocupaba.
-Si, pasan tantas cosas… Yuto y Yama-chan están enojados quien sabe desde cuando y yo no me había dado cuenta… ¿Qué clase de amigo no nota cuando sus amigos tienes problemas?-
La voz de Chinen estaba llena de frustración.
-No te culpes, simplemente ninguno de los dos quieren que te preocupes, ya sabes como son-
-Hablas como si tu si supieras lo que esta pasando entre ellos-
Reprochó Chinen. Yuma solo dejo salir un suspiro.
-Más o menos…-
-¿Me contaras?-
Pidió Chinen con voz suplicante, Yuma no encontraba motivos para decirle que no.
-Hace tiempo, Yuto y Yamada tenían una relación-
-¿Eh?-
Chinen estaba sorprendido, sabía que esos dos eran unidos pero jamás se espero que lo fueran a ese grado.
-No se bien cuanto tiempo llevaban juntos, pero hace poco ocurrió algo… ¿Recuerdas una ocasión en la que Yabu-san y Yaotome-san organizaron una fiesta? A la cual no fuiste por que estabas enfermo-
-Si, la recuerdo-
Afirmó Chinen recordando aquella invitación que había tenido que rechazar.
-Pues bien, Yamada tampoco pudo asistir por que tenía trabajo, en cambio Yuto si fue, entonces al parecer Keito bebió de más, intentaba molestar a Yuto en forma de broma, pero perdió el equilibrio y cayo encima de Yuto y sin querer se besaron, pero Keito no se dio cuenta y se quedó dormido, de alguna forma Ryosuke se enteró y terminó con Yuto sin permitirle explicar lo sucedido-
Chinen estaba realmente impactado, jamás imaginó que las cosas fueran así.
-Ahora comprendo por que Yama-chan ve tan feo a Yuto cuando esta con Keito…-
-Si, así están las cosas-
Dijo Yuma mientras dejaba salir un suspiro.
-¿Pero… es por eso que estabas inseguro cierto?-
Yuma se quedó en silencio.
-Temías que Yama-chan se acercara demasiado a mi y me usara solo para hacer enojar a Yuto ¿cierto?-
Yuma dejo salir una risita débil.
-Eres demasiado intuitivo, pero no estas equivocado, pasaron cosas que me obligaron a sentirme así…-
Confesó Yuma un poco avergonzado.
-¿Qué cosas?-
Preguntó Chinen curioso, Yuma no tenía intensión de contarle de las amenazas de Ryosuke y de lo que sabía acerca de que este intentaba alejar a Chinen de su lado.
-Nada importante, no te preocupes por eso-
-Por supuesto que me preocupa, no es normal que tu novio este inseguro por algo así-
A Yuma la palabra ‘novio’ le causo un revoltijo en el estomago.
-Vamos, no lo digas de esa forma, ya me ha quedado claro que tu…-
Se sentía muy avergonzado de tan solo pensar en completar la frase.
-Anda, dilo, quiero escucharlo-
Le dijo Chinen en tono travieso. Yuma respiró profundo y solo lo dijo.
-Que tu eres mío-
A Chinen le causaba gracia el imaginar la cara avergonzada de Yuma, pero igual se sentía feliz de escucharlo.
-Me alegra que lo tengas bien claro-
Yuma solo dejo salir una risita y Chinen igual.
-Bueno, tengo que irme, descansa, espero poder verte pronto en persona, no es tan divertido verte solo en la televisión-
-¿Estas viendo el-
-Si-
Interrumpió Chinen con tranquilidad.
-Ahora, mejor descansa, ¡ánimo!-
-Si, gracias, tu igual descansa-
Le dijo Yuma, entonces ambos colgaron, Chinen se sentía bien cada que hablaba con Yuma, y sin poder controlarse se dejó caer sobre su cama, hundiendo la cara en la almohada, pero entonces recordó lo que Yuma le había contado acerca de Ryosuke y Yuto.
-Quiciera poder hacer algo… pero esto es algo que deben resolver solo entre ellos…-
Y sin más, se levantó de la cama y entro al baño, necesitaba de una buena ducha para poder descansar.

Ryosuke seguía afuera de la casa de Yuto, dudando entre tocar el timbre o simplemente irse.
“-Soy un idiota, ¿Qué estoy esperando?-”
Pensó, suspiró profundo y con todo el valor que necesitaba al fin tocó el timbre.

miércoles, 19 de mayo de 2010

I'm Yours [Cap. 7]

Capitulo 7

Después de unos minutos, Chinen se separo de Ryosuke.
-Si te sientes muy mal puedes ir a casa, puedo acompañarte-
Ryosuke intentó fingir.
-No te preocupes, con tu presencia aquí es más que suficiente-
Chinen no quedó muy convencido, pero sin muchas alternativas, tomó asiento junto a Ryosuke y sin muchos ánimos de quedarse con la duda preguntó.
-Dime algo Yama-chan… ¿Pasa algo malo entre Yuto y tu?-
Sorprendido, Ryosuke miró a Chinen.
-¿Por qué la pregunta?-
-Bueno, últimamente estas muy raro con el, ya no son tan unidos, eres muy frío con el a veces, luego lo ignoras, y ayer… la forma en la que lo miraste cuando Yabu te indicó que debías trabajar con el fue muy… aterradora, por eso imagino que algo sucede…-
Ryosuke desvió la mirada, debía encontrar una buena excusa.
-No es nada, solo tuvimos un pequeño mal entendido, pero nada de cuidado, de verdad no ocurre nada grave-
Chinen observó como Ryosuke sonreía, esto lo tranquilizó.
-De acuerdo, entonces si no es nada grave no hay de que preocuparse-
-Así es-
Afirmó Ryosuke, poco después la campana que anunciaba el fin del descanso comenzó a sonar, entonces ambos se pusieron de pie y se marcharon.
Ambos se separaron a mitad del camino, Chinen se fue a su salón y Ryosuke al suyo.
Al entrar, buscó a Yuto con la mirada, pero el no estaba en su lugar.
“-Debe estar con su querido amigo Keito-”
Pensó, y sin más que hacer tomó asiento.

Kento estaba hecho un manojo de nervios, no sabía que hacer, quería decirle a Yuma lo que Yugo le había dicho, pero tenía miedo, sin embargo tenía que hacerlo, después de todo no podía permitir que Chinen engañara a su mejor amigo de esa manera. Así que suspirando profundo comenzó a acercarse a Yuma, el cual estaba en sus escasos cinco minutos de descanso.
-Yuma… necesito hablar contigo-
El chico miro a Kento con una sonrisa.
-¿Qué ocurre?-
No podía hacerlo, la sonrisa de Yuma le impedía hablar, pero el tan solo pensar que aquella sonrisa era producto de un engaño lo armaba de valor, así que cerrando su puño con fuerza, tomo aire y se dispuso a hablar.
-Lo que pasa es que… hay algo que tienes que ver…-
Sin poder encontrar las palabras correctas, simplemente sacó su teléfono móvil del bolsillo y le mostró aquella fotografía que Yugo había tomado.
En cuanto Yuma vio aquella imagen se confundió, dentro de el no quería reconocer que las personas en aquella imagen eran Ryosuke y Chinen, y fue Kento quien se lo termino de confirmar.
-Yugo me acaba de llamar muy preocupado, me dijo que vio a Yamada-kun y a Chinen en el jardín… abrazados… tal y como lo vez… yo-
Yuma no dejo que Kento terminara de hablar, se puso de pie bruscamente, dejó el teléfono sobre la silla y se alejó casi corriendo, quería estar solo, pensar bien las cosas antes de cometer alguna tontería.

Las clases continuaron y Yuto no aparecía, esto lo intrigaba, ¿En dónde podría estar metido?
Mientras tanto, en la azotea de la escuela, Yuto estaba recargado en la reja, mirando hacia el cielo con la mirada perdida, estaba solo, le había pedido a Keito que lo dejara solo, poco le importaba si entraba a clase o no, sabía perfectamente que al menos para Chinen ese abrazo no significaba nada, pero le dolía ver a Ryosuke tan aferrado a alguien solo por capricho, solo para verlo sufrir.
-Tratas de que yo sufra tanto como tu lo hiciste…-
Dicho eso, el viento acaricio su rostro con suavidad, sentía un dolor punzante en su pecho, deseaba ser escuchado por Ryosuke, lo amaba demasiado y no podía solo observar como este se alejaba cada vez más usando a Chinen como excusa.
De pronto su teléfono comenzó a sonar, lo sacó lentamente y vio el número, era Yuma, así que respondió de prisa.
-Yuma-kun, ¿Qué ocurre?-
Yuto escucho como Yuma suspiraba y trataba de hablar tranquilo.
-Por favor, quiero que me digas que es lo que esta pasando-
-¿Pasando? ¿De que hablas?-
En ese momento Yuma no pudo más y gritó.
-¡Explícame que rayos sucede con Yamada-kun!-
Yuto estaba sorprendido.
-¿Qué es lo que sabes?-
Yuma volvió a respirar profundo, necesitaba calmarse.
-Yamada-kun abrazó a Chinen hoy, ¿Qué es lo que sucede?-
Ahora fue Yuto quien dejó salir un suspiro.
-¿Ya hablaste con Chinen?-
-No-
Respondió fríamente.
-Me alegra, al menos estas pensando en no alterarte con el por algo así, lo que paso no fue nada grave, al menos no es para que te exaltes de esa forma, tu sabes cuando aprecia Chinen a Yamada, yo lo vi todo, Yamada… el… estaba llorando… y Chinen lo vio y lo abrazó, eso fue todo, te lo aseguro-
Yuma se quedó en silencio, después volvió a hablar, conservando su tono de voz frío.
-¿Esto es solo parte del plan de Yamada cierto?-
-No lo se…-
Respondió Yuto con voz débil.
-Pero debes confiar en Chinen, el jamás sería capaz de traicionarte-
Por ultima vez Yuma suspiró, esta vez ya más tranquilo, Yuto podía imaginarse una sonrisa en su rostro el escuchar eso. De pronto una voz llamando a Yuma logró escucharse.
-Debo irme, gracias por escucharme-
-No es nada, tu también me escuchaste esa vez…-
La voz de Yuto seguía siendo débil, entonces Yuma, ya más tranquilo le dijo.
-Y siempre podrás decirme lo que quieras, siempre te escuchare, ahora debo irme, ánimo-
Y sin esperar la respuesta de Yuto, Yuma colgó. Después de unos segundos Yuto guardó su teléfono de nuevo en el bolsillo de su pantalón, suspiró profundo y de nuevo miró al cielo.
-Ánimo…-
Murmuró para después tomar la decisión de volver a clase.

Dos horas habían transcurrido y Yuto no llegaba, un par de horas más y las clases terminarían.
“-¿En dónde rayos se metió?-”
Se preguntaba Ryosuke mientras miraba hacia la puerta, en cuanto el profesor salió, segundos después, entró Yuto, con la cabeza agachada. Ryosuke se preocupó, deseaba acercarse y preguntarle que ocurría, pero su orgullo no se lo permitía.
“-Seguramente estuvo todo el tiempo con Keito-”
Y sin más, dejó de observarlo, el profesor entró y la clase de historia dio inicio.

Al fin, las clases habían terminado, cansado, se puso de pie y se estiro un poco, guardó sus cosas y salió del salón, quería buscar a Ryosuke para asegurarse que al menos ya se encontraba mejor, así que caminó rumbo al salón de su amigo, pero antes de llegar, alguien lo detuvo jalándolo del brazo.
-Chinen espera…-
Este se detuvo sin más opción y miró sorprendido a Keito.
-¿Vas a buscar a Yamada-kun cierto?-
Chinen solo asintió con la cabeza.
-No lo hagas, el y Yuto tienen que hablar, no creo que sea conveniente interrumpirlos-
Chinen observo curioso a Keito y sin más no pudo evitar el preguntar.
-¿Acaso… tu sabes lo que ocurrió entre Yama-chan y Yuto?-
Ante la pregunta Keito solo bajo la mirada.
-No creo ser la persona indicada para contarte, así que mejor vámonos de aquí-
Y sin ver a Chinen a la cara, lo jalo para llevárselo.

Estaba a punto de salir del salón e irse, con la misma mirad perdida, Ryosuke lo observaba detenidamente, definitivamente ya no soportaba ver a Yuto así.
-¿A dónde crees que vas con esa cara?-
Le pregunto Ryosuke acercándose a el y lo miraba fijamente, Yuto estaba sorprendido.
-Yo…-
Pero ignorándolo por completo, paso de el, saliendo del salón, Yuto lo observaba fijamente, pensaba que Ryosuke se iría, pero no fue así, apenas dio un par de pasos fuera del salón cuando se detuvo.
Yuto se dio cuenta de cómo este suspiraba y le decía.
-Creo que…-
“-Vamos dilo!-”
Pensó Ryosuke, deseaba decirle a Yuto que aceptaba escucharlo, pero no podía, después de todo aún le dolía.
Yuto comprendió que Ryosuke no sabía que decir, así que se acercó a el, y sin decir nada, lo abrazó dulcemente, rodeándolo con suavidad con sus brazos.
-¿Vas a escucharme?-
Preguntó Yuto con voz débil. Ryosuke no sabía que hacer, deseaba decir que si, pero no podía, estaba a punto de dejarse vencer y corresponder al abrazo de Yuto, pero reaccionó y entonces aventó al chico con todas sus fuerzas, haciendo que este cayera al suelo.
-¡No te acerques!-
Gritó mientras cerraba los ojos, al abrirlos miró a Yuto en el piso, no se movía, simplemente mantenía la cabeza agachada.
-Yuto…-
Murmuró Ryosuke pero no se acercó a el.
-¿Hasta cuando?… ¿Hasta cuando vas a escucharme?-
Preguntó Yuto en voz baja, Ryosuke percibió como su voz se quebraba.
-Sabes… ya me cansé… por más que lo intento no puedo más… estas acabando conmigo Ryosuke-
En ese momento Yuto miró a Ryosuke con tristeza, tenía los ojos cristalinos, Ryosuke solo sintió una punzada muy fuerte en su pecho al ver a Yuto así.
-¡¿Por qué no comprendes que yo no lo bese?! ¡¡Yo no hice nada!!-
Y en esos momentos unas furiosas lagrimas comenzaron a caer de los ojos de Yuto, Ryosuke estaba en un estado de shock en el cual no podía pronunciar palabra alguna
Lentamente Yuto logró ponerse en pie y caminó lentamente para quedar junto a Ryosuke.
-Me rindo… haz acabado conmigo… no puedo más-
Y sin decir nada más, Yuto comenzó a alejarse, dejando a Ryosuke solo, sin poder moverse.
De pronto las palabras de Yuto resonaron en su cabeza una y otra vez.
-No… no te rindas… no…-
Lentamente se giró, esperaba poder ver a Yuto a lo lejos, pero no fue así, el chico ya no se veía. Las lagrimas amenazaban con salir de sus ojos, no podía creerlo, esta vez, definitivamente, había perdido a Yuto.

Chinen se había separado a mitad del camino de Keito puesto que iban en diferentes direcciones. Mientras caminaba no dejaba de pensar en Yuto y Ryosuke.
“-¿Qué es lo que sucede entre ellos?-”
Pensó, era todo muy confuso, estaba a punto de llegar a casa cuando su teléfono comenzó a sonar, al ver el nombre respondió de inmediato.
-¡Yuma!-
-¿Qué tal?-
Estaba feliz de poder escuchar a Yuma de nuevo.
-Bien, ¿y tu? ¿tienes descanso?-
-Algo así… hay problemas técnicos y tenemos que esperar-
Comentó Yuma un poco cansado.
-Ya veo…-
-¿Estas solo?-
Preguntó Yuma curioso.
-Si, justo voy llegando a casa ¿Ocurre algo?-
-No, no es nada, solo quería saberlo eso es todo-
Chinen se quedó pensativo.
-¿Dudando? Te lo dije antes, no lo olvides-
Después solo escucho como Yuma sonreía.
-Lo sé, no lo dudo-
-Bien, entonces todo esta en orden-
Afirmo Chinen.
-Si, ah… debo irme, me llaman, me alegró escuchar tu voz, nos veremos luego-
Y sin más Yuma colgó, esta corta llamada fue suficiente para hacer sonreír a Chinen radiantemente.
Así que sin más entró a su casa, justo entraba a su habitación cuando su teléfono sonó de nuevo, esta vez al ver el nombre se sorprendió bastante.
-¿Si?-
-¿Chinen-kun?-
-Kento-kun… ¿Ocurre algo?-
Estaba extrañado, Kento jamás lo llamaba.
-Solo quiero preguntarte algo, por favor responde con sinceridad-
Chinen estuvo de acuerdo y escuchó atentamente.
-¿Por qué engañas a Yuma? Sé que puede parecer un chico distraído y extraño pero… no es justo que lo engañes…-
-¿Engañarlo? ¿De que hablas?-
Kento siguió hablando con la misma timidez.
-Sé que eres muy cercano a Yamada-kun, pero no es justo que ilusiones así a Yuma…-
-¡Espera un segundo! ¿Qué tiene que ver Yama-chan?’ No logro comprenderte Kento…-
-Solo quiero decirte que sin en verdad estas saliendo con Yuma no lo lastimes-
Esta vez Kento hablo firmemente.
-¿Lastimarlo?-
-Eso es todo lo que quería decirte, adiós-
Y sin más Kento colgó, dejando a Chinen confundido.
“-¿Por eso preguntaste si estaba solo? ¿Qué es lo que esta pasando?-”
Estaba confundido, no comprendía muy bien, primero Yuto y Ryosuke cons sus problemas que eran todo un misterio, después un Yuma un poco insguro que le había pedido que se alejara de Ryosuke, y ahora Kento reclamandole algo que no lograba comprender.
Necesitaba hablar con alguien de esto, pero era obvio que ni Yuto ni Ryosuke eran los indicados ahora, así que en la primera persona en quien logro pensar fue Keito, al parecer el sabía cosas que el no y eso podía servirle para entender un poco las cosas que ahora eran demasiado confusas.

lunes, 17 de mayo de 2010

A new song [Cap. 3]

Capitulo 3

-¿Acaso tu no me harías daño?
Preguntó Kame con una mirada seria mientras observaba a Yamashita fijamente esperando una respuesta, sin embargo este giró la cabeza y dándose media vuelta.
-Lo único que quiero decir es lo que siempre has sabido, así que sabes perfectamente cuál es la respuesta-
Y sin decir nada más, Yamashita apagó la luz, después caminó hacia el futón y se recostó para intentar dormir un poco. Kame solo suspiro, odiaba este tipo de situaciones pero tratándose de Yamashita esto era algo inevitable cada vez que Jin estaba de por medio, así que igual se acomodó de nuevo e intentó dormir un poco.

A la mañana siguiente, Jun se levantó muy temprano, como de costumbre, tenía que ir a trabajar, así que se arreglo lo más silenciosamente posible, puesto que Jin dormía en la habitación y no deseaba despertarlo, así que entró al baño y decidió tomar una ducha.
Minutos más tarde Jin despertó poco a poco, escuchaba el sonido de una regadera no muy lejos, después de todo su oído era muy sensible aunque el baño estuviese fuera de la habitación, así que lentamente abrió los ojos, se sentó en la orilla de la cama y comenzó a mirar a su alrededor, casi había olvidado que no estaba en casa.
Poco a poco se levantó de la cama y se puso de nuevo su pantalón, después salió de la habitación y miró a su alrededor, escuchó el sonido de la llave cerrarse y de pronto un Jun completamente húmedo y con solo una toalla enredada a la cintura salió del baño. Jin se quedó observándolo fijamente, aquel chico frente a el era increíblemente hermoso.
-Ah, Buenos días, ¿Te desperté?-
A Jin le tomó unos cuantos instantes reaccionar, después desviando la mirada respondió.
-No te preocupes, simplemente ya no tenía sueño-
-Ya veo-
Jun lucía despreocupado, al parecer no le afectaba estar semidesnudo frente a Jin, así que con toda la tranquilidad del mundo paso justo a su lado solo para dirigirse al sillón, tomo su ropa y se disponía a entrar a su habitación.
-Bueno, entraré para vestirme, no tardo-
Jin solo asintió con la cabeza y observo como Jun entraba a la habitación para después cerrar la puerta tras de si.
“-¿Pero que rayos me sucede? No puedo ponerme tan… nervioso-”
Pensó mientras se sentaba en el sillón y pasaba su mano por su cabeza, revolviéndose un poco el cabello.
Después se acordó de que llevaba su teléfono en el bolsillo, al verlo se quedo sorprendido, tenía demasiadas llamadas perdidas, todas de parte de Kame.
“-No puede ser-”
Era increíble que Kame estuviese detrás de el todo el tiempo, nunca podía dejarlo tranquilo, esto ya lo tenía cansado, sin embargo no se atrevía a dejarlo, después de todo Kame lo era todo para el, prácticamente le había salvado la vida, ¿O no?

Minutos más tarde y Jun salió de la habitación, vestido muy formalmente con su traje color gris claro y su corbata color marrón, muy presentable, tal y como debía ir a trabajar, de nuevo Jin se quedó sin habla, aquel chico era realmente hermoso, tanto por fuera como por dentro.
-Disculpa que no te ofrezca nada para desayunar, pero llevo un poco de prisa-
Jin pudo notar la preocupación en el rostro de Jun.
-No te preocupes, será mejor que ya me vaya, aún tengo cosas que hacer-
-Disculpa-
Dijo Jun de nuevo.
-Ya te dije que no es nada-
Ambos se miraron y se sonrieron, Jun sintió algo extraño, a pesar de que tenía una noche de conocerlo la sonrisa y voz de Jin eran muy reconfortantes para el, eso era demasiado extraño. Por otro lado Jin se sentía igual, solo que al contrario de Jun, el sentía que la sola presencia de este era suficiente para dejarlo tranquilo, sin preocupaciones, era algo diferente, que sin embargo lo hacía sentirse extraño. Sin notarlo, se había formado un silencio entre ambos, mirándose fijamente, de pronto fue Jin quien terminó con aquella atmosfera.
-Bien, pues entontes es hora de marcharse-
Sorprendido, Jun miro su reloj, ya era un poco tarde y si no salía ahora no llegaría a tiempo.
-Tienes razón-
Y tomando su portafolio junto con sus llaves y su abrigo caminó detrás de Jin hacia la puerta, al salir cerro con llave y ambos caminaron rumbo al elevador.

Ya afuera del edificio, ambos se despidieron, puesto que tomaban caminos diferentes.
-Gracias por darme hospedaje, te debo una-
Jun negó con la cabeza para responder con una sonrisa.
-Ya estamos iguales, tu me prestaste tu bufanda y yo te di hospedaje, así estamos bien-
Jin dejo salir una sonrisa de derrota.
-De acuerdo, entonces, no te quito más tu tiempo-
-Igual tu tienes cosas que hacer-
-Ambos estamos ocupados-
Concluyó Jin en tono de broma. Jun solo sonrío.
-Adiós-
Se despidió Jun, Jin hizo lo mismo, ambos se dieron media vuelta y comenzaron a caminar por diferentes caminos, pero de pronto Jin se detuvo y le gritó a Jun quien no estaba muy lejos.
-¿Nos veremos esta noche?-
Jun se detuvo y se quedo pensativo.
-No se si pueda…-
Pero este comentario no hizo que Jin perdiera el animo.
-Te estaré esperando-
Y con una sonrisa se dio media vuelta y continuo con su camino.
“-¿Me estará esperando?…-”
Pensó Jun, estaba sintiéndose extraño, esto no era desagradable pero era un poco inquietante, después continuo con su camino, y antes de subir al tren, su teléfono comenzó a sonar, sacó el aparato del bolsillo y miró el nombre de la persona que llamaba, el pecho se le oprimió, no estaba seguro de estar feliz.
-¿Si?-
-Jun, ¿A que hora sales hoy?-
-A la hora de siempre-
Respondió sin muchos ánimos.
-De acuerdo, esta vez prometo pasar por ti, podemos ir a donde tu quieras-
Jun suspiró ante tal comentario.
-Sho, en verdad no es necesario, podemos vernos en otra ocasión-
-No te preocupes, lo tengo todo bajo control, pasaré por ti a las 6, de acuerdo-
-De acuerdo-
Al parecer los ánimos de Jun por ver a Sho fueron transmitidos en su tono de voz, puesto que este lo notó y preguntó.
-¿Estas bien?-
-Perfectamente-
Respondió directamente.
-¿Acaso no quieres que nos veamos?-
Esta pregunta dejo callado a Jun, si quería verlo, después de todo llevaba una semana anhelando verlo, pero, tenía deseos de ir esa noche al pequeño café para ver a Jin de nuevo, simplemente no podía evitarlo, sin embargo no podía decírselo a Sho.
-No es eso, es solo que estoy cansado, he tenido demasiado trabajo y estoy a punto de subir al tren, te llamo más tarde ¿de acuerdo?-
Sho no muy convencido le dijo.
-Esta bien, cuídate-
Con voz melancólica Jun respondió.
-Tu también-
Y antes de que colgara, Sho le dijo.
-En verdad quiero verte esta noche, tengo que hablar contigo-
Y sin esperar algún comentario por parte de Jun, Sho terminó con la llamada. Ahora la cabeza de Jun estaba hecha un caos, pero al momento de subir al tren decidió que no era el momento de pensar en tantas cosas, tenía un duro día de trabajo por cumplir y no podía permitirse ninguna distracción.

Al llegar a su departamento le extraño encontrarse con la puerta cerrada con llave, normalmente esperaría encontrarse con Kame adentro, esperándolo con impaciencia, sin embargo no era así, por un lado le aliviaba, no sabía que iba a decirle a Kame si lo cuestionaba por no haber llegado, no podía decirle que había dormido en casa de un chico, puesto que esto lo destrozaría y las cosas no terminarían muy bien.
Sin mucho que hacer realmente, caminó a su desordenada habitación, pasando por su desordenada sala, tomó un poco de ropa limpia y se metió al baño, lleno la tina con agua caliente, mientras se llenaba se desvestía, al estar completamente desnudo se miró fijamente al espejo, de pronto, la imagen de Jun semidesnudo apareció frente a sus ojos, sorprendido, movió la cabeza con brusquedad de lado a lado.
“-Eso no puede ser, no puede-”
Y sin más, se metió a la tina, relajándose por completo gracias al agua caliente, cerró sus ojos por unos segundos para relajarse por completo, pero la hermosa figura de Jun en su entallado traje apareció en su mente, seguida de la imagen del chico semidesnudo y ligeramente mojado.
Desesperado, se sumergió en el agua por completo, tratando de que el agua se llevara todas esas imágenes y sentimientos extraños.
Rato después salió del baño ya vestido con su pantalón y su playera y una toalla alrededor del cuello y el cabello húmedo y despeinado, caminó a la cocina, abrió la nevera y saco una lata de cerveza bien fría, estaba a punto de beberla cuando una voz lo asustó.
-¿No crees que es demasiado temprano para tomar?-
Lentamente bajo la lata, la puso sobre la mesa del comedor y su mirada se dirigió al marco de la puerta, en donde estaba Kame recargado observándolo fríamente.
-¿Qué haces aquí?-
Preguntó con indiferencia y haciendo caso omiso del comentario de Kame, le dio un trago a su cerveza.
-¿Qué que es lo qué hago aquí? Tú dijiste que podía entrar y salir las veces que se me diera la gana-
Reclamo Kame mientras caminaba hacia Jin solo para quitarle la lata de cerveza de la mano y tirarla a la basura.
-No tenías por que hacer eso…-
Comentó Jin tratando de calmarse.
-¿En donde estabas anoche? Te estuve llamando y jamás respondiste, ¿Qué diablos estabas haciendo Jin?-
Jin solo suspiro, caminó hacia el sillón y se dejó caer sobre este.
-Nada en especial, simplemente tarde de más eso es todo-
Kame pareció no muy satisfecho con aquella respuesta.
-¿A si? Bien, no me importa-
-Bueno, algo diferente esta vez-
Murmuró Jin, pero no lo suficientemente bajo para que Kame no lo escuchara.
-¿A que estas jugando Jin? ¿Acaso te burlas de mi?-
Jin se quedó en silencio.
-Bien, no me importa, supongo que este no es un buen momento para hablar, así que me voy, tengo cosas que hacer-
-¿Qué cosas?-
Preguntó Jin curioso.
-¿Acaso te importa? ¿O es simple curiosidad?-
Jin pudo percibir el enojo en la voz de Kame, sabía que este había estado preocupado por el, pero no tenía ánimos de explicar nada, pero ahora debía hacer algo o Kame terminaría por marcharse muy molesto. Así que poniéndose de pie caminó hacia donde estaba Kame y lo abrazo tiernamente rodeando la cintura del chico con sus brazos.
-Pregunto por que me importas Kame, ¿Cuántas veces tengo que decírtelo?-
Kame suspiro y alejo a Jin.
-Hasta que puedas ser un poco más sincero Jin-
-Soy sincero, creo que te lo he demostrado muchas veces-
De pronto una sonrisa traviesa se dibujo en el rostro de Kame.
-Pues creo que no han sido suficientes-
Lentamente Kame se acercaba al Jin, hasta tocar su pecho y acariciarlo provocativamente, Jin supo de inmediato de las intensiones de Kame, sin embargo no tenía ánimos de tener sexo en esos momentos, se sentía cansado, pero tenía que sonar convincente sin hacer enojar a Kame.
-Se lo que quieres, pero creo que podemos hacer algo mejor, tu sabes, soy mejor cuando llego de cantar y lo sabes-
Kame sonrió lascivamente a Jin, al ver eso se tranquilizó, al parecer había resultado bien.
-Tienes razón, además hoy tengo algo que hacer-
-¿A si? ¿Con quien y qué?-
Kame se quedo pensativo, sabía que tal vez no era buena idea el decirle a Jin sus planes, sin embargo vio que era la forma de una pequeña venganza por haber desaparecido toda una noche.
-Tengo algo que hacer con Yamapi, creo que quiere que lo acompañe a una de esas exposiciones de fotografía que tanto le gustan-
Jin pudo haberse molestado, siempre era igual cada que Kame mencionaba a Yamashita, pero esta vez había algo diferente y no le causaba molestia alguna.
-De acuerdo, entonces nos veremos en la noche-
Kame estaba impactado, esa no era la reacción que se esperaba, deseaba muy en el fondo ver la cara llena de molestia en Jin y que este hiciera todo lo posible por impedir que se fuera con Yamashita.
-Bien, nos vemos-
Jin asintió con la cabeza y caminando de vuelta al sillón se dejó caer de nuevo sobre el, Kame esperaba alguna clase de despedida como de costumbre, pero no hubo nada, así que no tuvo más opción que salir del departamento un poco molesto.
Solo de nuevo, se recostó sobre el sillón, se quedó mirando el techo, de pronto comenzó a darse cuenta lo cansado que era estar con Kame, tener que explicarlo todo para después tener un poco de sexo, en resumen esa era toda su relación, no había nada más. De pronto comenzó a sentirse vacío, y el rugir de su estomago lo sacó de todo pensamiento, después de todo aún no desayunaba, así que caminó hacia la cocina de nuevo pero no encontró nada, así que tomó sus llaves, se acomodo un poco el cabello y salió a buscar algo que desayunar.

Llevaba poco más de quince minutos esperando, sabía que Kame era una persona un poco impuntual, excepto si se trataba de Jin, estaba decidido a irse si pasados diez minutos más Kame no llegaba, pero de pronto lo vio acercarse.
-¡Kame!-
Le grito mientras movía su brazo de lado a lado. Este lo vio y se acerco más de prisa.
-Yamapi, perdona es que pase a ver a-
-Jin ¿cierto?-
Interrumpió Yamashita para mirar a Kame un poco frío.
-Así es, lo veré esta noche-
-¿Te dijo por que no llego?-
Preguntó Yamashita mientras ambos caminaban para entrar a la exposición.
-No, pero no importa mucho-
Kame trato de lucir despreocupado, pero para los ojos de Yamashita eso era imposible, puesto que este lo conocía mejor que la palma de su mano.
-Pues no parece-
Kame solo dejo salir un suspiro.
-Jin esta cambiando, ya no es el mismo, simplemente hoy, le dije que vendría contigo, fue como si no le importara-
-¿Acaso me usas como arma para darle celos?-
Preguntó Yamashita un poco molesto.
-No, no es así, pero-
-Olvídalo, ya no digas más-
Kame sabía que estaba mal tratar así a Yamashita, pero no podía evitarlo, aunque sabía el amor que este le profesaba nunca le daba la importancia que necesitaba, simplemente para el no había nada más que Jin.

Las horas en la oficina transcurrieron lentamente, para Jun era un día demasiado pesado, sabía que había prometido llamar a Sho más tarde pero simplemente no tenía tiempo para hacerlo, habían montones de llamadas por atender, papeles que revisar etcétera, demasiado trabajo.
De pronto todo pareció calmarse, sin embargo necesitaba un respiró, así que escapándose logró irse hasta la azotea del edificio, estando así sacó de su bolsillo una cajetilla de cigarros junto con un encendedor, tomo uno y lo encendió, le dio la primera fumada y dejo salir el humo lentamente al mismo tiempo que cerraba los ojos y se recargaba en el barandal.
Al cerrar los ojos muchas cosas pasaban por su cabeza, en su mayoría cosas relacionadas con el trabajo, hasta que de pronto comenzó a recordar aquella vez que había escuchado a Jin cantar, aquella voz, aquella canción, todo era hermoso, y que decir de el, tan elegante, tan amable, con esa mirada que lo ponía ligeramente nervioso, todo en Jin era casi perfecto, lo que cantaba acompañado de su guitarra y el ambiente acogedor de aquel café, simplemente algo ideal. Y el poder hablar con el, a solas, en una cena tranquila, había sido una experiencia maravillosa.
“-¿Pero en que tanto estoy pensado?-”
Pensó mientras abría los ojos de golpe al mismo tiempo que apagaba el cigarrillo.
-Ya casi es hora…-
Se dijo mientras miraba el reloj, faltaban quince minutos para las seis, y se pronto una inexplicable emoción lo invadió, después de todo no estaba tan mal el poder ver a Sho después de tantos intentos, este al fin tenía tiempo, el tan solo pensar que podría decirle lo emocionaba, tal vez y el momento de confesar sus sentimientos había llegado.
Ya con mejor animo bajo de nuevo y entro a la oficina, todo estaba notoriamente más tranquilo. Trató de matar el tiempo revisando los últimos papeles del día, de pronto miró su reloj, al fin, seis en punto.
De prisa y con el corazón latiéndole con fuerza, guardo sus cosas, todo en su escritorio estaba acomodado en perfecto orden por lo que no fue difícil poner las cosas en su lugar, terminado eso, tomo su abrigo y su portafolio, y despidiéndose de sus compañeros de trabajo salió de la oficina.
Al salir del edificio miró su reloj, eran las seis con cinco minutos, ya no faltaba mucho si es que Sho aún no había llegado, miraba impaciente a su alrededor, no podía esperar más.

Los minutos pasaron uno tras otro y Sho no llegaba, pronto ya eran las seis con cuarenta y cinco minutos, era extraño que Sho tardara tanto, Jun comenzaba a despegarse realmente, odiaba esperar.
Caminaba de un lado a otro, así dieron las siete en punto, miró por ultima vez su reloj.
“-No va a llegar-”
Y suspirando con un poco de melancolía decidió irse.

Caminaba por la calle, decepcionado, sentía que tanta alegría y emoción habían sido en vano, caminó y caminó hasta que de pronto, cuando menos se dio cuenta, estaba justo frente a aquel café.
Lo observo fijamente, dudaba, no sabía si entrar o simplemente continuar con su camino, pero después comprendió que no era buena idea estar solo en casa, así que sin más, entró al pequeño lugar, tomando asiento en el mismo lugar que aquella vez, solo que en esta ocasión giró su silla de vista al escenario, quería disfrutar por completo de aquel espectáculo.
Después de haber ordenado un café y un pequeño panquecillo, las luces bajaron de nuevo un poco y así, el sonido de la guitarra comenzó a sonar por todo el lugar, el corazón de Jun comenzó a acelerase un poco de la emoción, después las luces se enfocaron y la voz de Jin se hizo presente, cantando una hermosa canción, no era la misma que la vez pasada, pero igual estaba llena de un sentimiento que le causaba escalofrío a Jun.
Jin cantaba con todas sus fuerzas, sentado en aquel banquillo, mirando al publico, sus ojos mirando a cada uno de los clientes hasta encontrarse con la persona que, sin saberlo, anhelaba tanto poder ver.
Ahí estaba Jun, observando a Jin fijamente, con aquellos ojos profundos, Jin pareció alegrarse de ver a Jun puesto que le regalo una sonrisa mientras cantaba y después elevaba un poco su tono de voz.
Para Jun eso era hermoso, y sin darse cuenta unas lagrimas comenzaron a escapar de sus ojos y a rodar por sus mejillas, Jin notó esto, sin embargo no podía dejar de cantar, al contrario, comenzaba a cantar con más fuerza, como si su único publico fuese Jun.
Al terminar de cantar, las luces y el sonido volvieron a la normalidad, normalmente Jin se iba al camerino a esperar el turno de la siguiente canción, puesto que la gente lo pedía, pero este vez fue diferente, solo dejó su guitarra en la barra y caminó hacia Jun, estaba preocupado.
-Viniste, ¿Todo bien Matsumoto?-
Jun miró a Jin tímidamente, trato de ocultar todo rastro de aquel llanto pero fue inútil.
-No es nada es solo que… la canción es buena…-
Jin observó fijamente a Jun a los ojos, podía saber que este mentía, ver el rostro de Jun tan triste le causaba una angustia indescriptible por lo que no pudo evitar el preguntar.
-¿Alguien te ha hecho daño?-
Jun lo miro fijamente, al igual que Jin lo miraba, ambos se perdieron en aquellas miradas.

viernes, 14 de mayo de 2010

Mi melodía eres tú [Cap. 3]

Capitulo 3

El resto del día transcurrió sin mayor contratiempo, sus clases pasaron de forma normal, aunque no podía sacarse algo de la cabeza.
-”Acaso… ¿Tanto lo lastime que tuvieron que venir por el? ¿Y que hace alguien como el en esa escuela tan común y corriente?”-
Estas preguntas no dejaba de pasar por su mente, y antes de que las clases terminaran, tenía una clase libre, así que decidió probar suerte, tal vez si pasaba por el salón de música podría encontrarse con la persona que tanto buscaba.
Mientras más se acercaba, su corazón latía con más fuerza, pero el no escuchar ningún sonido lo preocupaba un poco, sin embargo decidió no perder la esperanza. Al llegar al salón abrió la puerta, pero no había nadie, absolutamente nadie, solo en enorme piano y las sillitas para los alumnos, esto era deprimente, ¿Por qué no era sencillo encontrar a esa persona? ¿Acaso se negaba a encontrarse con el?
Un poco desanimado se acercó lentamente al piano y se sentó en el banquillo, levantó la tapa y tocó suavemente una de las teclas, aquel sonido resonó por toda la habitación.
Disfrutó tanto de aquel sonido, que volvió a hacerlo, esta vez con una tecla diferente, al mismo tiempo que cerraba los ojos, se sentía tan bien, aquel sonido le recordaba tanto la felicidad y tranquilidad que le daba escuchar la melodía de esa persona.
Todo hubiese seguido igual de no ser por que alguien abrió de golpe la puerta, Daiki abrió los ojos y ahí estaba el chico que acompañaba a Inoo.
-Ah… perdón… creí que eras otra persona-
Se disculpó Yuto.
-¿Otra persona?-
Preguntó Daiki muy interesado en saber si acaso ese chico llamado Yuto sabía o conocía a la persona que el buscaba.
-No, no es nada, perdón por molestar-
Y sin decir nada más el chico salió, dejando solo a Daiki con esa pequeña duda, se hubiese animado a seguirlo de no ser por que su siguiente clase comenzaría pronto y debía marcharse.

Al salir de la escuela, tomó como de costumbre el mismo camino, pero extrañamente sentía que alguien lo seguía, así que lo más discreto que pudo se giró para ver si en verdad alguien lo estaba siguiendo, y de verdad se llevó una gran sorpresa, Yuto caminaba tranquilamente detrás de el, pensó que tal vez era simple casualidad, pero pasaba más el tiempo y Yuto seguía detrás de el, esto comenzaba a desesperarlo y en cuanto pudo giró en una esquina solo para perder a Yuto un poco, se refugió detrás de una pared y observó como el chico continuaba con su camino con la misma tranquilidad.
-”Así que después de todo era solo una coincidencia”-
Pensó Daiki mientras volvía a emprender su camino, pero curiosamente ahora parecía que era él quién seguía a Yuto, eso si que era todo un lío. Decidió no darle mucha importancia, tal vez en algún lugar Yuto cambiaría de rumbo y Daiki podría continuar tranquilamente con su camino. Pero de pronto comenzó a preocuparse un poco más al notar que estaban cada vez más cerca, y para terminar, su sorpresa aumentó cuando Yuto se detuvo justo frente a aquella casa.
-”¿Pero que rayos? No puede ser…”-
Así, con toda aquella impresión, decidió esconderse un poco para no ser visto, detrás de un auto, desde ahí pudo observar como Yuto tocaba el timbre y segundos después salía un señor ya de edad avanzada, al parecer se alegraba de ver a Yuto y con muy buena cara lo dejó pasar.
-”Entonces… él si conoce a esa persona… ¿Pero”-
Una idea loca atravesó su cabeza en ese momento.
-”Acaso esa persona es… no, definitivamente no puede ser”-
Un poco confundido salió de su escondite y se acercó a la casa, la observó fijamente, de inmediato su mirada se quedó clavada en aquella ventana, miró su reloj, ya era hora de que aquella persona comenzara a tocar el piano, espero y espero, los minutos pasaron, pronto media hora ya había transcurrido.
-”¿Acaso hoy no va a tocar? ¿Y si”-
Pensaba de nuevo, pero negándose a aquello sacudió con fuerza la cabeza y miró de nuevo fijamente a aquella ventana, después de otro rato más decidió marcharse.

-¿Ya se fue?-
Preguntó Kei desde su cama, Yuto se alejó de la ventana y le respondió.
-Si, ya se fue, ¿Por qué te emocionaste tanto cuando te dije que me estaba siguiendo?-
-Tal vez no te estaba siguiendo, ese es su camino de todos los días-
Afirmo Kei muy tranquilo, Yuto lo miró confundido.
-¿Cómo lo sabes?-
-Bueno, desde hace tiempo, que será… un par de semanas tal vez, el siempre viene a escucharme tocar el piano, lo descubrí un día y… bueno, esto es vergonzoso ¿sabes?-
Yuto lo miró un poco confundido.
-¿Qué? ¿Qué es vergonzoso?-
-Bueno, es que el verlo ahí de pie recargado en la pared, disfrutando mi música, con esa sonrisa tan tranquila, hace que me sienta extraño… diferente, y entonces comienzo a desear estar a su lado, darle las gracias por escucharme y abrazarlo-
-Oh…-
Expresó Yuto con una expresión pensativa ante la ilusión en el rostro de Kei, entonces le dijo.
-Eso quiere decir que ¿Te gusta?-
-Por eso te digo que esto es vergonzoso, pero sí, me gusta-
-Valla, entonces por eso te transferiste a mi escuela, ya comenzaba a dudar que te hubieses cambiado por simple capricho-
Le dijo Yuto con una sonrisa.
-¿Me descubriste?-
Preguntó Kei con una sonrisa traviesa, Yuto solo se limitó a sonreír y a darle una palmadita en el brazo.
-Bien, entonces ¿Por qué no le dices qué eres tú y terminas pronto con todo esto?-
-No quiero hacerlo, no ahora, no lo se… quiero que el me encuentre, por eso la otra vez entré al salón de música solo con la esperanza de que el escuchara y me encontrara, pero no resulto, y hoy el salón estaba ocupado, y cuando subía de nuevo para intentar sacar a esa gente me lo encontré y bueno, el resto ya lo sabes-
Después Kei dejó salir un suspiro.
-¿No crees que estas complicando demasiado las cosas? Aunque ahora que me ha visto entrar a tu casa es seguro que sospeche que eres tu la persona que busca-
-Es probable, pero ¿Acaso eso no hace las cosas más interesantes aún? Si eso sospecha no creo que tenga el valor de preguntare, por lo que no me preocupo-
Dijo Kei en tono muy seguro mientras se cruzaba de brazos.
-¿Y si sí lo hace qué harás?-
Preguntó Yuto curioso.
-Bueno, si lo hace puede que no responda claramente a su pregunta, ya veré como me escapo, tu de eso no tienes de que preocuparte-
-Entonces confío en que lograras lo que te propones, aunque me lo hubieras dicho antes, hoy por poco arruino tus planes-
Confesó Yuto un poco atemorizado.
-¿A si?-
-Hoy te fue a buscar al salón de música al parecer, solo lo encontré sentado en el banquillo, yo entre por que escuché el sonido del piano y pensé que a lo mejor no te habías ido a casa, pero al verlo a él me decepcioné y salí, aunque el me preguntó su yo buscaba a alguien-
-¿Y que le respondiste?-
-Le dije que no era nada importante y me fui-
Kei pareció aliviarse y se relajó un poco.
-Lo importante es que no dijiste que me buscabas a mi-
-Por eso te digo que debiste habérmelo dicho antes-
Reclamó Yuto.
-Lo siento, bueno, ahora ya lo sabes y espero contar con tu ayuda-
-¿Mi ayuda?-
Preguntó Yuto confundido.
-¿En que podría ayudarte yo?-
-Bueno, no se me ocurre nada, pero si acaso el te pregunta el por qué viniste a mi casa puedes decir que me conoces, pero no digas mi nombre, ya sabes, hacerte el desentendido-
-Pero sabes que eso no se me da muy bien…-
Kei suspiró, era cierto, Yuto era demasiado sincero.
-Pues entonces simplemente no le conteste y huye-
Yuto puso cara de aflicción y después suspiró.
-De acuerdo, lo voy a intentar-
-Sé que lo harás bien-
Y así ambos se sonrieron, aunque la risa de Kei era más traviesa y la de Yuto un poco nerviosa, después de todo no estaba muy seguro de poder cumplir con su misión, sin embargo estaba dispuesto a dar lo mejor.

Esa noche Daiki no pudo dormir en lo absoluto, no dejaba de dar vueltas por toda la cama, la idea de que esa persona pudiera ser Kei lo inquietaba, sin embargo había cosas que podrían encajar.
-”En primer lugar es nuevo, justo cuando el llega escuchó la melodía en la escuela, conoce a ese chico llamado Yuto, al parecer es un niño rico… ¿Pero… y si no es él? Tal vez deba preguntárselo, también ese chico Yuto podría ser de ayuda“-
Pensó, pero aún así el sueño no llegaba a el, estaba nervioso, inquieto, preocupado y ansioso por saber.
Así, la mañana llego al fin, y Daiki apenas había conseguido dormir un par de horas, al mirarse en el espejo notó de inmediato unas ojeras enormes debajo de sus ojos, y con todo el cansancio del mundo logró alistarse para ir a la escuela. De nuevo llegaba temprano, esta vez más temprano, pudo notarlo al escuchar los gritos del equipo de futbol, aún seguían practicando, eso significaba que tenía tiempo libre. Entonces, sin mucho que hacer, entró al salón de clases y dejo sus cosas, no tenía muchos ánimos de quedarse ahí, así que salió. Comenzó a caminar por los pasillos de la escuela, con la mirada perdida, de pronto, cuando menos se dio cuenta, estaba justo frente al salón de música.
De pronto los nervios lo invadieron y los pensamientos de toda la noche volvieron a su mente. Esto realmente comenzaba a inquietarlo demasiado, pero, ¿Por qué darle tanta importancia a alguien a quien no conocía? La respuesta la encontró en segundos, era realmente algo sencillo, deseaba conocer a la persona capaz de tocar algo tan bello y saber la causa de su soledad, por que aquella melodía no transmitía otra cosa más que eso, una soledad acompañada con una pizca de melancolía que sin embargo, tranquilizaban a su corazón y lo relajaban. Así pues, sintiéndose un poco mejor, abrió la puerta, pero de nuevo no había nadie, era lógico, casi no había nadie en la escuela así que era de esperarse que esa persona no hubiese llegado aún. Y al igual que lo había hecho la tarde anterior tomo asiento en el banquillo, pero esta vez solo hizo eso, solo se limitó a rozar con sus dedos la tapa, después escuchó como la puerta se abría, pero no quiso prestar mucha atención, de seguro podía ser cualquier persona menos la que el esperaba ver.
-¿Qué haces aquí tan temprano, Daiki?-
Esa voz, la conocía, por alguna razón no podía olvidarla, así que levantó la mirada y giró la cabeza hacia la puerta, encontrándose con Kei recargado en ella.
-¿Así te llamas cierto?-
Daiki lo miraba sorprendido.
-¿Qué haces aquí?-
-Te vi entrar y me entró curiosidad, eso es todo-
Respondió Kei muy tranquilo mientras Daiki lo miraba no muy convencido de esa respuesta. Sin embargo no dijo nada, así que se puso de pie y camino hacia la puerta, en automático Kei se hizo a un lado, y antes de que Daiki saliese del salón le dijo.
-Me alegra ver que te encuentras mejor-
-Todo es gracias a ti, eres bueno curando lesiones musculares-
Esto provocó que Daiki dejará salir una sonrisa tierna, provocando en Kei unas ganas enormes por abrazarlo, sin embargo se contuvo.
-¿Acaso tu… tocas el piano?-
Preguntó Daiki en voz baja, sin embargo hablo tan bajito que Kei no logró escucharlo.
-¿Qué dices?-
Preguntó.
-Nada, adiós-
Y sin más Daiki salió del salón dejando a Kei ahí solo, de pronto, en el camino, no muy lejos del salón de música se topo con Yuto, con el cual solo cruzo miradas, tenía ganas de preguntarle sobre el por qué había entrado a aquella casa y si conocía a la persona que tocaba el piano, pero le pareció algo tonto y mejor continuo con su camino.
Pero entonces, algo sorprendente ocurrió, justo cuando Daiki daba vuelta en el pasillo para llegar a las escaleras escuchó algo, ahí estaba, esa melodía sonando desde el salón de música, no podía creerlo, ¿Acaso sus sospechas eran ciertas?
Deseaba correr, ir a ese salón y averiguarlo con sus propios ojos, pero no podía moverse, las piernas no le respondían, de pronto, comenzó a sentir el cuerpo demasiado pesado, su vista comenzó a nublarse y después todo se volvió obscuro.

miércoles, 12 de mayo de 2010

I'm Yours [Cap. 6]

Capitulo 6

Al sentir como Ryosuke respondía a aquel beso, un sentimiento de tranquilidad y felicidad invadió a Yuto, debilitando así el agarre que tenía sobre el chico.
Ryosuke al sentir como Yuto lo agarraba con menos fuerzas, aprovechó la oportunidad, y con la mano que tenía sobre el pecho de Yuto, empujó al chico con todas sus fuerzas, haciéndolo retroceder hasta casi caer al suelo.
Yuto estaba sorprendido, jamás se imaginó que Ryosuke pudiera aventarlo con tanta fuerza.
-Yama-chan…-
-¡No me digas así! ¿Qué? ¿Estas sorprendido? ¿Esperabas que tan solo con un beso te perdonara y que todo volviera a la normalidad? Pues bien, déjame decirte que estas muy equivocado, así que mejor lárgate de aquí, entiende que no quiero estar cerca de ti-
Y mirando fríamente a Yuto, Ryosuke se dio media vuelta y entro a su casa, cerrando con fuerza la puerta.
Al quedarse solo afuera, no pudo contenerse más y unas cuantas lagrimas comenzaron a escapar de sus ojos, suspiró profundo, limpió su rostro y gritó.
-¡¡¡Solo quiero que nunca olvides cuanto te amo!!! ¡¡¡Jamás existirá alguien que te ame tanto como yo Ryosuke!!!-
Esperaba que al menos el chico saliera de su casa, pero esto no ocurrió, y sin nada más que hacer, se dio media vuelta y comenzó a alejarse a paso lento, el cuerpo le pesaba, no tenía ánimos de mover un solo músculo más, sin embargo su cuerpo se movía por si solo.

Mientras tanto, Ryosuke escuchó a la perfección aquellas palabras, se encontraba recargado en la puerta, algo dentro de el luchaba por no salir detrás de Yuto, y sin más alternativa, se dejó caer lentamente al suelo, al estar ahí, unas lagrimas furiosas comenzaron a salir con fuerza de sus tristes ojos. Odiaba esto, realmente odiaba esto, por un momento pensó en olvidarlo todo, en regresar con Yuto, con la persona que lo había hecho feliz durante tanto tiempo, pero eso era imposible, después de todo aún no lo podía perdonar.

A la mañana siguiente, Chinen despertó con dificultad, los fuertes rayos del sol que se infiltraban por toda la sala ya no le permitían seguir soñando, así que con pereza abrió los ojos, miró a su alrededor y se alegró de ver que aún seguían estando solos, después de todo su madre no llegaría hasta más tarde, así que sin más trató de levantarse pero miró a su lado y ahí estaba Yuma, quien igual comenzaba a despertar.
-Buenos días-
Lo saludó Chinen con una sonrisa, lentamente Yuma se reincorporó y de igual forma le sonrió.
-Buenos días-
-¿No tienes frío?-
Preguntó Chinen pícaramente.
-Ah… no mucho…-
Y es que se habían quedado dormidos completamente desnudos sobre el sillón.
-A mi me duele un poco el cuello-
Dijo Chinen mientras movía en círculos la cabeza.
-Igual a mi-
Le dijo Yuma.
-Para la próxima trataré de llevarte directo a mi habitación-
Agregó Chinen mientras miraba de forma coqueta a Yuma, provocando que el chico se ruborizara ligeramente.
Después ambos se levantaron y se vistieron, Chinen se dirigió a la cocina.
-No tengo nada para desayunar, ¿Te parece si compramos algo por ahí?-
Yuma bajó la mirada y dijo en un tono triste.
-Yo tengo que irme ahora, dentro de poco comenzaran las grabaciones nuevamente y no puedo llegar tarde, así que no te preocupes por mi-
Esto entristeció lentamente a Chinen, esto se vio reflejado en su triste mirada, la cual se esforzaba por ocultar, pero era imposible.
-Ya veo…-
-Si… pero, prometo llamarte más seguido, solo será un mes más, después de eso podremos pasar más tiempo juntos, lo prometo-
Esto era alentador para Chinen, sabía muy bien que esto le dolía de igual forma a Yuma, así que debía despedirse con una sonrisa, después de todo ahora había algo mucho más profundo que los unía. Así que se acercó lentamente a Yuma y lo abrazó con ternura, tocando suavemente su espalda con sus manos, al sentir a Chinen así, Yuma lo abrazó de vuelta y rodeo la cintura del pequeño con sus brazos.
Ambos permanecieron así unos minutos, después de todo no sabían hasta cuando serían capaces de abrazarse así de nuevo. Permanecieron juntos, disfrutando del calor del otro, después inevitablemente se separaron.
-Debo irme-
Dijo Yuma sin muchos ánimos, Chinen notó esto y sabía que no estaba bien que el chico se fuera con esa actitud, así que trató de animarlo un poco.
-Te deseo mucha suerte, sé que conseguirás ser el mejor, pronto todo terminará-
Yuma sonrió ante el comentario de Chinen y le dio un pequeño beso en la frente.
-Tienes razón, trabajaré duro, por favor tienes que cuidarte mucho y…-
Ahí estaba de nuevo, la preocupación amenazante en el rostro de Yuma, Chinen no entendía por que era así.
-Ya te lo dije, ¿Lo olvidaste? Soy tuyo y de nadie más-
Al ver el tranquilo rostro de Chinen, Yuma comenzó a sentirse realmente tonto por dudar y preocuparse de esa manera, así que sonrió y dijo.
-Es verdad-
-Eso esta mucho mejor-
Le dijo Chinen, era mucho mejor ver el sonriente y tranquilo rostro de Yuma que ese rostro preocupado el cual no lograba comprender.
-Entonces… supongo que debo irme…-
-Bien, trabaja duro, aunque no puedas responder yo siempre te enviare un mensaje cada noche, lo prometo-
-Prometo tratar de responderlos-
Ambos se sonrieron, aún Yuma seguía abrazando a Chinen y este igual a Yuma, así que aprovechando la situación, un beso de despedida era el más adecuado. Y lentamente, ambos se acercaron hasta juntar sus labios en un suave y delicado beso que se hizo poco a poco más profundo. Ambos jugando entre sí, juntando y separando sus labios en lapsos cortos hasta que se separaron. Entonces Yuma soltó a Chinen lentamente, el menor hizo lo mismo.
-Ahora si debo irme-
-Ve con cuidado-
Así, ambos caminaron rumbo a la puerta, y antes de irse Yuma besó velozmente a Chinen en los labios, este tardo en reaccionar, al separarse Yuma le dijo con una linda sonrisa.
-Te amo-
De inmediato Chinen se ruborizó por completo, pero después sonrió muy feliz y respondió.
-Yo igual, Te amo-
Rápidamente se abrazaron de nuevo y se besaron suavemente, deseando que aquella separación no fuera necesaria, sin embargo la realidad era completamente diferente, y separándose de nuevo Yuma dio un paso hacia atrás.
-Nos veremos de nuevo, cuídate mucho-
Chinen simplemente asintió con la cabeza y sonrió. Entonces Yuma se dio media vuelta y comenzó a alejarse lentamente. Chinen solo observó como se alejaba más y más hasta perderse de vista, después entro a la casa y cerró la puerta, debía ahora alistarse para ir a clase o llegaría tarde.

Al llegar a la escuela se encontró con Chinen, quien también iba llegando, este al verlo lo saludó alegremente.
-Yama-chan, buenos días-
-Buenos días-
Saludó con una sonrisa fingida.
-Parece que ya te vez de mejor humor, ¿Paso algo?-
Ryosuke trató de fingir que no comprendía a que se refería Chinen.
-No pasa nada, no sé a que te refieres-
Y así, se marchó dejando a Chinen atrás. Pero por si eso no era suficiente, al entrar al salón se encontró con Yuto, el cual al parecer no había notado su presencia, puesto que tenía la mirada perdida hacia la ventana. Afortunadamente, según el, no todo era malo, sus lugares estaban bastante alejados, por lo que sin más, tomo asiento y mirando hacia el frente trato de no recordar lo ocurrido la tarde anterior. Y pudo haber continuado con esa idea de no ser por que la voz de alguien llamando a Yuto lo hizo voltear, llenándose de nuevo de aquella rabia que deseaba poder contener.
-¡Yuto!-
El aludido regresó a la realidad y miró hacia la puerta, ahí estaba su buen amigo Keito.
-Keito… ¿Qué haces aquí tan temprano?-
-Ven-
Le dijo su amigo, entonces Yuto se puso de pie y caminó hacia la puerta en donde Keito lo esperaba.
-¿Qué ocurre?-
Preguntó Yuto.
-Eso es lo que yo te pregunto, anoche que te llamé me dejaste muy preocupado, ¿En donde rayos andabas a esas horas de la noche?-
Le dijo Keito con un tono de voz muy preocupado, Ryosuke escuchaba de aquella platica con mucha tensión sin comprender nada.
-Solo… salí a dar una vuelta, eso es todo-
-¿A media noche? ¿A quién quieres engañar?-
Preguntó Keito un poco molesto. Por otro lado Ryosuke seguía escuchando atentamente y no pudo evitar el sentirse preocupado.
“-¿Caminando solo a media noche? ¿Pero que le pasa a ese tono?-”
Pensó mientras continuaba escuchando.
-No es nada importante, de verdad no tienes de que preocuparte…-
Yuto bajo la mirada y después la desvió para mirar a Ryosuke, quien estaba de espaldas, este pudo sentir la mirada de Yuto y un escalofrío recorrió su cuerpo. Keito se dio cuenta de esto y le dijo.
-De acuerdo, hablaremos más tarde-
Y sin más, Keito se marcho, Yuto se quedó unos instantes sin moverse, después reaccionó y volvió a su lugar, perdiéndose de nuevo en sus pensamientos, mirando el despejado cielo de la mañana.
Ryosuke no podía controlarse, estaba realmente preocupado, el hecho de solo imaginarse a Yuto caminando solo, a media noche por las calles lo preocupaba demasiado, ¿Acaso era por lo ocurrido aquella tarde? No deseaba admitirlo pero no se le ocurría otra cosa, lentamente se giro y miró a Yuto, este de nuevo estaba con la mirada perdida en la ventana, realmente se veía muy mal, de pronto, Ryosuke sintió un punzante dolor en el pecho.
“-No voy a preocuparme, no voy a preocuparme-”
Pensó mientras volvía a mirar hacia el frente, pero el solo hecho de pensarlo significaba que ya estaba preocupado. De pronto la profesora de Literatura entró al salón y las clases dieron inicio.

Yuma había llegado a tiempo a la grabación, en cuanto llego comenzaron a vestirlo, maquillarlo y peinarlo, después las grabaciones comenzaron nuevamente.
Mientras decía sus diálogos correctamente no dejaba de sentirse entusiasmado, el haber estado con Chinen un día entero lo había llenado por completo de energía, estaba listo para superar este último mes de trabajo, sin dejar de pensar en la palabras de su pequeño novio.
Un corto descanso para comer había llegado y Yuma estaba acompañado por Kento.
-¿Así que… la pasaste bien ayer?-
Preguntó el chico con cierto tono travieso.
-Si, muy relajante, ¿Y tu?-
-Bueno, lo normal, salí con unos amigos y conocí a una chica muy linda-
-¿A si? Eso es bueno-
Dijo Yuma emocionado mientras le daba unas palmaditas en la espalda a Kento, el cual se ruborizó por completo.
-Lo sé… quedamos de vernos en la próxima ocasión-
-Vaya, eres rápido-
Kento se ruborizó aún más con este comentario.
-¿Y como van las cosas con Chinen-kun?-
-Bien, todo bien-
-Eso me alegra, a decir verdad comenzaba a preocuparme, había escuchado que últimamente estaba muy cerca de Yamada-kun y pensé que…-
Kento no sabía como decirlo, sin embargo Yuma sabía lo que este quería decir.
-No te preocupes, lo que hay entre Chinen y yo es mucho más fuerte, no terminará tan fácil-
Yuma estaba muy sonriente, después de todo confiaba en esas palabras, Kento se alivio al ver a su amigo tan lleno de energía.
-Si es así entonces olvida lo que dije-
Entonces ambos sonrieron y continuaron comiendo.

Al llegar el descanso, Ryosuke guardaba sus libros en el compartimiento de su pupitre, se puso de pie y discretamente miró a Yuto, este cerraba lentamente su libro de texto, se veía realmente mal, al verlo así no pudo contenerse más, quería acercarse y preguntar que era lo que le pasaba. Estaba a punto de dar el primer paso cuando Keito entró al salón y se dirigió hacia donde Yuto se encontraba, se quedó inmóvil, solo observando como este se llevaba a Yuto y lo sacaba del salón.
“-No sé para que me preocupo si todo el tiempo Keito estuvo a su lado-”
Y con un suspiró, espero unos minutos y después salió del salón, tal vez debería buscar a Chinen, aunque no tenía muchos ánimos de hacerlo, no quería escucharlo hablar de Yuma todo el tiempo, esta vez lo mejor era estar solo, y eso hizo, primero paso a comprarse algo que comer, después caminó hacia uno de los jardines y tomo asiento sobre el suave pasto.
Mientras comía lentamente su pan relleno de fresa, un recuerdo vino a su cabeza.

- - - - - -

-Yama-chan, buenos días-
Al escuchar la voz de Yuto detrás de el se giró para verlo, le regalo una sonrisa y espero al chico.
-Buenos días-
Al haber alcanzado a Ryosuke, Yuto le dio un beso suave a Ryosuke en la mejilla, provocando que este se ruborizara ligeramente.
-Tengo algo que te encantará, es algo nuevo que encontré en la cafetería-
-¿De verdad? Pero si aún no abren la cafetería-
Comentó Ryosuke confundido.
-Lo sé, pero pase por ahí de pura casualidad, aún no puedo conseguirlo pero será más tarde, tu solo espera-
Ryosuke miró confundido al sonriente rostro de Yuto, después ambos entraron al salón de clases y continuaron hablando de otras cosas.

Al llegar el almuerzo, Yuto salió corriendo, Ryosuke lo miró extrañado y pensó que tal vez iba al baño o algo parecido, así que se adelanto y se dirigió a una de las bancas del patio de la escuela en donde solían desayunar juntos.
Rato después llegó Yuto con la respiración muy agitada.
-¿Qué ocurre?-
Preguntó Ryosuke preocupado al ver a Yuto tan agitado, este tomo aire y tomó asiento junto a Ryosuke.
-Cierra los ojos-
-¿Eh?-
-Vamos, ciérralos-
Confundido, Ryosuke obedeció y cerro lentamente los ojos, después pudo sentir como Yuto tomaba su mano y ponía algo en ella. Al abrir los ojos se encontró con un pan en la mano.
-¿Qué es eso?-
Preguntó extrañado.
-Bueno, si te fijas bien verás que es un pan-
-Eso ya lo sé-
Exclamo Ryosuke mientras le daba un golpecito en la cabeza a Yuto.
-Solo cómelo-
Le dijo Yuto con una sonrisa torpe, Ryosuke extrañado abrió la bolsita que envolvía al pan y le dio una mordida. De inmediato su rostro se lleno de felicidad, el pan estaba relleno de fresa.
-Es nuevo, como tu nunca compras en la cafetería imaginé que te enterarías demasiado tarde, así que ahora eres el primero en probarlo-
Emocionado, Ryosuke abrazó con fuerza a Yuto y le dijo al oído.
-Gracias Yuto, esta delicioso, te quiero-
Yuto lo abrazó de vuelta y le respondió.
-Yo igual te quiero-
Después se separaron y se sonrieron.

- - - - - -

Al recordar aquello no pudo evitar notar el dolor que sentía en su pecho, termino de comerse aquel pan y pudo sentir como sus ojos se llenaban poco a poco de lagrimas.
“-¿Por qué tenías que engañarme de esa manera?-”
Y sin más, encogió sus piernas y pego las rodillas a su pecho, hundiendo su rostro en ellas.

Chinen caminaba buscando a alguien con quien almorzar, sorpresivamente se encontró con Ryosuke quien no se veía nada bien, así que sin más se acercó de prisa al chico.
Al acercarse, se arrodilló y tocó delicadamente su cabeza.
-Yama-chan… ¿Qué ocurre?-
Al escuchar la voz de Chinen levantó lentamente la cabeza. En cuanto vio los ojos llorosos de Ryosuke Chinen se preocupó.
-¿Qué ocurre? ¿Te sientes mal?-
Ryosuke no respondió y sin más, abrazó con fuerza a Chinen, pegándolo a su cuerpo suavemente y así las lagrimas comenzaron a salir.
Chinen no sabía como reaccionar, sin embargo sabía que algo no andaba bien con su amigo así que lo abrazo de vuelta.
Ambos no notaron que eran observados, y es que Yuto pasaba por ahí junto a Keito y sin atreverse a seguir viendo, se dio media vuelta y se fue corriendo, tras el fue Keito, sabía que su amigo necesitaría apoyo en esto.
Pero también alguien más lo observaba, desde otro lado, mal interpretando las cosas y preocupándose.
-Pobre Yuma… esto tiene que saberlo, Chinen lo engaña con Yamada-kun…-
Así, aquel chico tomó su teléfono e hizo una llamada.

Mientras Yuma grababa una escena importante, Kento estaba jugando con los otros chicos actores, hasta que de pronto su teléfono comenzó a sonar. El chico sorprendido miró quien llamaba.
-¿Yugo-kun? ¿Qué será?-
Murmuró, y antes de que la llamada se cortara respondió. Escuchó atentamente lo que su amigo le contaba, no podía creerlo, no se atrevía ni siquiera a imaginarlo, pero entonces Yugo le mando por medio de mensaje una foto que lo probaba.
-No puede ser…-
Dijo en voz baja, después se giró para ver a Yuma, quien seguía grabando como si nada.

lunes, 10 de mayo de 2010

I'm Yours [Cap. 5]

Capitulo 5

Después de haber conversado con Yuto, decidió ir a caminar un poco, quería despejarse, sacarse de la cabeza lo que Yuto le había dicho, simplemente no podía evitar el sentirse intimidado, después de todo Ryosuke podía quitarle con facilidad a Chinen, o al menos eso pensaba, y no dejaba de llenarse de miedo y preocupación.
Mientras tanto, Chinen practicaba lo mejor que podía, después de todo al fin había recuperado su animo y las ganas que necesitaba, simplemente Yuma era capaz de todo eso en el.
-Bien Chinen, estas en una condición perfecta-
Le dijo Yabu mientras le aplaudía.
-Gracias-
Respondió con cierto orgullo, después de todo le gustaba ser alabado. Después de esto decidió continuar, estaba a punto de dar una pirueta cuando la voz de Yabu llamó su atención.
-No, no, no Yama-chan, lo estas haciendo todo mal, te dije que te unieras a Yuto para practicar-
Ante el comentario de Yabu, Ryosuke le lanzo una fría mirada a Yuto, al verlo Chinen se intimido un poco.
-Me largo, no pienso continuar más por hoy-
E ignorando los gritos de Yabu y del resto, Ryosuke salió del salón de ensayos, tomando sus cosas y cerrando la puerta con demasiada fuerza detrás de el. Yuto solo bajo la cabeza, realmente la actitud de Ryosuke lo estaba matando lentamente, se preguntaba cuando más sería capaz de soportar.
Chinen no entendía bien lo que estaba ocurriendo, estaba completamente sorprendido por la actitud tan extraña de Ryosuke.

Yuma ya había caminado bastante, recorrer la compañía no era tan divertido, pero al menos logro distraerse un poco, pero justo cuando ya estaba cerca del salón de ensayos, vio a Ryosuke salir de el, lucía bastante molesto, sin embargo esta era su oportunidad para hablar con el.
-Yamada-kun-
Lo llamó, este se detuvo y se giró para verlo con frialdad.
-¿Qué quieres?-
Ante el insoportable tono de voz de Ryosuke, Yuma no tuvo alternativa más que ponerse realmente serio, y con una voz igual de fría le respondió.
-Necesito hablar contigo-
Al parecer Ryosuke no estaba intimidado en lo absoluto por Yuma.
-¿A si? Pero a mi no me interesa lo que quieras decirme-
Y sin más comenzó a alejarse, pero justo antes de que diera vuelta en el pasillo, Yuma lo alcanzó y tomó a Ryosuke con fuerza del brazo, después lo pego a la pared y lo miró fríamente.
-Dije que tengo que hablar contigo, y vas a escucharme quieras o no-
Ryosuke solo dejó salir una risita burlona.
-No me asustas, de todas formas disfruta de tu ‘felicidad’ mientras puedas, por que no pienso dejar a Chinen junto a ti por mucho tiempo, imagino que fue Yuto quien te contó todo, pues bien, eso me tiene sin cuidado, solo te advierto que no vas a poder evitar que Chinen este a mi lado, vampirito-
Y empujando a Yuma con la fuerza suficiente para alejarlo, se fue del lugar con un aire de victoria, realmente estaba convencido de que había logrado intimidar a Yuma.
-Eso lo veremos-
Murmuró Yuma mientras observaba como Ryosuke se alejaba. Y hubiese continuado así de no ser por que escucho voces, al parecer las practicas habían terminado.

-Vamos Chinen! Iremos todos!-
-Lo siento, no puedo-
Le respondía a Takaki, quien insistía en que el menor fuera con el resto a comer algo, pero en ese momento Yuma apareció.
-¿Terminaste?-
Le pregunto con voz suave, como siempre lo hacia.
-Si-
Todos los observaron un poco sorprendidos, entonces fue Yuto quien rompió con aquella atmosfera.
-Bien, ¿Vamos a ir entonces?-
Y recibiendo la respuesta afirmativa de todos le dedico una sonrisa a Yuma, después a Chinen.
-Váyanse ahora, antes de que recuerden que estaban viéndolos-
Y siguiendo en consejo de Yuto, Chinen y Yuma se fueron lo mas sigilosamente posible para no ser descubiertos.
Cuando salieron de la compañía notaron que ya estaba obscuro, el día estaba terminando y eso no era muy alentador para Chinen.
-¿Qué haremos ahora?-
Preguntó Chinen curioso.
-Lo que tú quieras-
Respondió Yuma tranquilamente.
-De acuerdo, entonces vayamos a cenar algo y después podemos ir a mi casa-
-Bien, me parece buena idea-
Le dijo Yuma con una sonrisa llena de ingenuidad, Chinen pudo darse cuenta de que Yuma no entendía en lo absoluto sus intenciones, así que se atrevió a ser un poco más directo, fue entonces que antes de partir rumbo a algún restaurante, Chinen tomo el hombro de Yuma, se apoyó en las puntas de sus pies y le susurro al oído.
-Esta vez nada ni nadie te salvara, ¿De acuerdo?-
En eso, Chinen observo como los ojos de Yuma se abrían de par en par completamente sorprendidos, después Chinen comenzó a adelantarse con una sonrisa dibujada en los labios, después Yuma lo siguió tratando de no pensar mucho en ese comentario.

Al llegar a un restaurante de sushi bastante espacioso y con muy poca gente, al cual entraron sin problemas, tomaron asiento en una de las mesas privadas y pidieron.
-¿Qué tal tu practica hoy?-
Preguntó Yuma tratando de establecer conversación.
-Perfecta, nunca he estado mejor-
-¿A si?-
-El único que estuvo pésimo fue Yama-chan, hoy estuvo muy raro-
Yuma se quedó callado, sabía la razón pero no iba a decírsela a Chinen, así que trató de desviar el tema un poco.
-¿Y cuando comienzan las presentaciones?-
-En un mes, pero de verdad que Yama-chan me preocupa…-
Dijo Chinen mientras se mostraba pensativo, de pronto Yuma se sintió incomodo, después de todo tenía sus razones.
-¡No tienes por que preocuparte por el, no es un niño pequeño para que lo andes cuidando!-
Finalizó devorando un pedazo de sushi y lo masticó ferozmente, esta era la primera vez que Chinen veía a Yuma tan molesto, así que no pudo evitar el preguntar.
-¿Ocurre algo entre tú y Yama-chan?-
Yuma miró a Chinen un poco nervioso.
-Nada… lo dije sin pensar… yo… voy al baño….-
Y sin más, se puso de pie y caminó rumbo a los baños, dejando a Chinen solo y confundido por su extraña actitud.
Al entrar al baño, Yuma se dirigió a los lavabos, abrió la llave y se remojo el rostro, pero en el momento en el que cerró los ojos las palabras de Ryosuke aparecieron en su mente acompañadas de su risita burlona.
“-No puede ser… tengo que hacer algo-“
Pensó y volvió a mojarse el rostro.
-¿Te sientes mal?-
Al escuchar aquella voz, Yuma levantó la mirada y ahí estaba Chinen reflejado en el enorme espejo, después se giró para poder verlo más de cerca.
-Chinen…-
-¿Qué te ocurre? ¿Algo va mal cierto?-
De nuevo preguntando, Yuma no deseaba que Chinen supiese lo que le ocurría, miedo e impotencia era lo que sentía, sabía que a partir de mañana Chinen volvería a estar solo, junto a Ryosuke, y este estaría listo para alejarlo de su lado, Yuma no lo soportaba, más sin embargo no podía hacer nada, después de todo era trabajo y debía hacerlo.
-Lo siento, solo me sentí un poco mal, pero ya esta todo bien, mejor regresemos-
Y fingiendo estar bien, salió del baño, detrás de el iba Chinen, observándolo confundido y no muy convencido con aquella explicación.
Después de eso, Yuma se esforzó por aparentar estar bien, sin embargo Chinen estaba seguro de que algo pasaba. En cuando terminaron de comer, salieron del restaurante, ambos iban en completo silencio rumbo a casa de Chinen, y el único que parecía no notar aquel silencio era Yuma, quien no dejaba de pensar una y otra vez, olvidándose a momentos de que Chinen estaba a su lado.

Al llegar a casa de Chinen, ambos entraron, la casa estaba completamente sola, pero al parecer Yuma no era capaz de darse cuenta, en ese momento a Chinen comenzó a fastidiarle la actitud de Yuma, y antes de que este lo notara, empujó al mayor contra una pared, y con una mirada muy seria le dijo.
-No se a quien crees que engañas, te conozco lo suficiente para saber que algo anda muy mal, estas demasiado preocupado por algo, ¿Acaso no puedes confiar en mi? Por que si es así esto no va a llegar muy lejos-
Ante las duras palabras de Chinen, a Yuma se le comenzaron a llenar los ojos de lagrimas, y para ocultarse bajo la cabeza, causando así que sus cabellos cubrieran un poco su rostro.
-¿Quieres terminar?-
Chinen se sorprendió.
-¡Por supuesto que no! En ningún momento he dicho eso, simplemente quiero que tengas confianza conmigo, eso es todo-
Yuma trató de contener las lagrimas, y cuando lo vio conveniente levanto lentamente la mirada.
-Es solo que no deseo dejarte solo sabes… al mismo tiempo tengo miedo de ser… egoísta contigo…-
-¿Egoísta? ¿Qué quieres decir?-
-Chinen…-
Dijo Yuma de repente, se quedaron callados y después terminó.
-Tu… estarás a mi lado siempre… ¿verdad?-
Extrañado, Chinen respondió.
-¿Por qué tan de repente la pregunta?-
-Solo responde…-
Al ver los ojos suplicantes que Yuma le mostraba, Chinen sonrió gentilmente, abrazó a Yuma rodeando su cuello con ambos brazos, le dio un suave beso en los labios, que Yuma no dudó en responder, lentamente ambos comenzaron a separar los labios, profundizando más aquel beso, con movimientos lentos jugaban entre sí, hasta que terminó, y sin separarse de el, Chinen le susurro al oído.
-Solo hay una forma de que me anime a responderte…-
Después de eso mordió la oreja de Yuma, sonrojándolo por completo, y lentamente regreso para apoderarse de sus labios nuevamente, Yuma no dudó y rodeo la cintura de Chinen con ambos brazos, pegándolo así más a su cuerpo.
Al parecer era Chinen quien deseaba tomar el control, puesto que al terminar de besar a Yuma continuo devorando lentamente su cuello, mientras que con sus manos acariciaba el pecho del mayor por encima de la ropa, de igual forma, Yuma buscaba el cuello de Chinen solo para besarlo lentamente mientras lo pegaba con un poco de más fuerza a su cuerpo. De pronto, y sin distraerse demasiado, Chinen se movió de forma ágil y recostó a Yuma en uno de los sillones, colocándose encima de el, y mientras se apoderaba de nueva cuenta de sus labios, con las manos levantaba la playera de Yuma y lograba infiltrar sus manos para acariciar el cálido pecho del mayor.
En cambio, Yuma dejaba salir de vez en cuando leves gemidos, que incrementaban mientras Chinen masajeaba su miembro por encima de la ropa mientras lamia y besaba su cuello. Sin poder esperar más. Chinen hizo que Yuma se quitara la playera rápidamente, y mientras comenzaba a saborear el pecho de este, con su mano desabrochaba el pantalón, e introduciendo su mano dentro del bóxer, se encontró con el despierto miembro de Yuma, el cual no dudo en masajear lentamente, de abajo hacia arriba, pellizcando suavemente la punta solo para escuchar los leves gemidos que el mayor le regalaba, excitándolo cada vez más.
Mientras Chinen lamia y besaba el pecho de Yuma, bajando cada vez más, logró quitarle el pantalón junto con la ropa interior, admiro el erecto miembro de Yuma, y sin pensarlo más lo introdujo en su boja, entrando y saliendo, lamiendo, jugando con la punta, todo solo para escuchar como los gemidos de Yuma cada vez aumentaban, mientras hacía esto, Chinen acariciaba la entrepierna del mayor, cada vez más intenso solo para incitarlo más. Un poco más y Yuma se corrió dentro de la boca de Chinen, este bebió aquel blanco liquido, limpio el resto que se había escurrido por su boca y volvió a posesionarse de los labios de Yuma, ambos besándose más apasionadamente, jugando con sus lenguas, de pronto, de un solo movimiento, Yuma colocó a Chinen debajo de su cuerpo, cambiando así los papales, sabía que era su turno de tomar el control, y aunque ambos jamás habían hecho esto antes, resultaba algo tan natural entre ambos, después de todo no era simple sexo.
Lentamente Yuma despojó a Chinen de su playera, dejando al descubierto su blanco pecho, y mientras jugaba con uno de sus pezones, le quitaba lentamente el pantalón seguido de la ropa interior, y mientras besaba el cuello de Chinen, Yuma masajeaba con su mano el miembro de Chinen, primero lentamente, escuchándose ahora los gemidos de placer del menor, lentamente Yuma comenzó a masajear mas fuerte, al mismo tiempo que Chinen gemía con más intensidad, hasta que después de un rato, logró correrse. Al sentir el liquido de Chinen entre sus dedos, besó a Chinen en los labios muy apasionadamente, y aprovechando la distracción y que sus dedos se encontraban húmedos, introdujo uno de ellos en la entrada de Chinen, el menor no pudo evitarlo y dejo salir un fuerte grito de dolor.
-Lo siento… no quería lastimarte… mejor-
Pero antes de que Yuma dijera algo más, Chinen lo besó muy apasionadamente, y con la respiración entrecortada le dijo.
-No importa, solo continua… estaré bien…-
Y sonriéndole lo volvió a besar, continuando así con lo demás. Poco a poco Yuma movía su dedo en círculos, sintiendo lo tensó que se ponía Chinen con cada movimiento, y aún así introdujo un segundo dedo, el menos gimió con más intensidad pero se aferro a la espalda de Yuma, sabía que pronto estaría preparado para lo demás. Y cuando Yuma estaba por introducir un tercer dedo, Chinen lo detuvo.
-Solo entra, no hace falta más…-
Yuma miró a Chinen preocupado, pero este le regalo una sonrisa, entonces Yuma comprendió, de inmediato Chinen separó más las piernas, Yuma se posicionó, colocó la punta de su miembro en la entrada de Chinen y lentamente comenzó a entrar.
En cuanto su miembro entro por completo pudo sentir toda la estreches de Chinen y como su cuerpo se tensaba, haciéndolo encorvar la cadera.
Chinen no dejaba de gritar con toda su fuerza, sin embargo deseaba más, y animando a Yuma comenzó a moverse, pronto Yuma comprendió que Chinen deseaba más y entonces comenzó a penetrarlo con más frecuencia, entrando y saliendo, una y otra vez, cada vez aumentando la velocidad de las embestidas, ambos moviéndose a un solo ritmo, pronto los gritos de Chinen se convirtieron en gemidos llenos de placer, al mismo tiempo que rodeaba la cintura de Yuma con ambas piernas.
Rápido, cada vez más rápido, sus cuerpos estaban bañados en sudor, sus respiraciones acompasadas, hasta que de pronto el momento de las exquisito placer llegó para ambos, Yuma se corrió por completo dentro de Chinen al mismo tiempo que dejaba salir un gemido placentero, en cambio Chinen sintió como el cálido líquido de Yuma se esparcía en su interior, llenándolo así de un placer increíble.
Así, Yuma salió del interior de Chinen y se dejó caer a su lado, y antes de caer rendido en un profundo sueño, Chinen lo abrazo con ternura, tocando su espalda cálida y le dijo al oído.
-La respuesta a tu pregunta, la tengo-
Yuma se sorprendió pero no dijo nada, ni siquiera se movió.
-Acerca de si estaré contigo para siempre, es obvio-
-¿Si?-
Preguntó Yuma tímidamente mientras seguía recostado encima de Chinen.
-Por supuesto por que ahora…-
Antes de terminar, Chinen besó la mejilla de Yuma y le dijo con voz suave.
-Soy tuyo-
Yuma se llenó de un cálido sentimiento, mágicamente toda preocupación y pensamiento salieron de su cabeza, quedando solo Chinen y esas dos simples palabras.
-Deja de dudar, deja de pensar en cosas, no se bien lo que ocurre pero ya te lo dije, Yuma, soy tuyo, para siempre-
Lentamente Yuma se enderezo para ver el rostro de Chinen, el cual le sonrió gentilmente, y sin poder resistirse, besó al menos dulcemente y le sonrió de vuelta.
Después ambos se acomodaron, y completamente desnudos, se quedaron dormidos sobre aquel sillón.

Antes de llegar a su casa, miró una sombra, alguien estaba de pie fuera de su casa.
“-Por favor no más fans…-“
Pensó Ryosuke mientras se acercaba temeroso, pero al estar más cerca pudo notar con claridad de quien se trataba, al verlo le dijo.
-¿Qué quieres afuera de mi casa?-
-Hablar contigo-
-No gracias, Yuto, esto es suficiente, entiende que no me interesa escucharte, así que lárgate-
Yuto se quedó ahí de pie, observando como Ryosuke sacaba la llave de su casa, este estaba a punto de abrir la puerta cuando de un solo movimiento, Yuto lo tomó del brazo y lo besó.
De inmediato Ryosuke opuso resistencia y trato de alejarse, pero fue inútil, Yuto lo jaló un poco más y con su mano libre lo tomó de la cintura, y al ver que no tenía escapatoria y sin poder contenerse más, respondió lentamente a aquel beso, tocando suavemente el pecho de Yuto con la mano libre que le quedaba.